Páginas

lunes, 25 de noviembre de 2019

Informe especial



ASÍ MARCHÓ CALI CONTRA EL RÉGIMEN URIBISTA DE IVÁN DUQUE. UNA JORNADA PARA NUNCA OLVIDAR

Informe Especial de Periodismo Libre sobre la multitudinaria movilización del pueblo caleño, el jueves 21 de noviembre de 2019, en el marco del Paro Nacional contra las medidas neoliberales del Gobierno de Iván Duque y los crímenes de Estado del régimen uribista en el poder.

Cámara: Santiago José Mena Cárdenas y Luis Alfonso Mena Cárdenas.
Reportería: Santiago José Mena Cárdenas.
Edición: Gabriel Jacobo Mena Cárdenas.

Cali, jueves 21 de noviembre de 2019.

domingo, 17 de noviembre de 2019

EL PARO DEL 21 DE NOVIEMBRE, EN CALI


CONTRA EL RÉGIMEN TIRÁNICO Y NEOLIBERAL DEL URIBISMO

Este jueves 21 de noviembre de 2019, durante el paro nacional, en Cali participe en el lugar que quiera a la hora que pueda.

Plantones y movilizaciones pacíficas durante las horas de la mañana, la tarde y la noche para que no deje de asistir.

Los horarios son los siguientes:

Desde las 5:00 a.m., movilización pacíficamente hacia alguno de los plantones más cercanos a su lugar de vivienda en: 

•Sameco.
•Puente de Juanchito.
•Portada al Mar.
•Puente Paso del Comercio salida a Palmira.

•Concentración en la Universidad del Valle, sede de Meléndez, Frutería: 6:00 a.m., para posteriormente realizar el plantón en Estación Universidades del MIO.

También:

• 7:00 A.M., GRAN CONCENTRACIÓN PACÍFICA (PARQUE DE LAS BANDERAS) PARA LA CIUDADANÍA CALEÑA EN GENERAL. 

9:30 a.m. a 10:00 a.m., inicio de movilizaciones, MARCHAS hacia el CAM.

Después:

PLANTÓN CON PROTESTA PERMANENTE Y PACÍFICA EN EL CAM, DESDE EL MEDIO DÍA HASTA LAS 6:00 P.M.

6:30 P.M., VELATÓN en el CAM por los líderes sociales y niños asesinados. (Lleve su vela).

8:00 p.m. GRAN FOGATA POR LA VIDA Y LA PAZ EN EL CAM, con cantos, arte y cultura para cerrar el día.

Haga tu propio cartel con su mensaje para hacerlo público durante la protesta.

Difunda, comparta y asista.

jueves, 14 de noviembre de 2019

Video



  1. El emocionado reclamo de una niña boliviana pidiendo el retorno de Evo Morales

domingo, 10 de noviembre de 2019

Las Fuerzas Armadas jugaron los papeles del Imperio

Hordas fascistas incendian Bolivia en un nuevo golpe de Estado. (Foto: Los Andes).
PRIMERAS LECCIONES DEL GOLPE FASCISTA EN

BOLIVIA


Por Luis Alfonso Mena S.
Una de las claves de lo ocurrido este domingo 10 de noviembre de 2019 en Bolivia es que una revolución está coja cuando confía en las Fuerzas Armadas provenientes de la institucionalidad burguesa.

Por eso, Hugo Chávez transformó las de su país, les dio carácter popular y de clase, las volvió defensoras de la revolución venezolana y de su pueblo, y hoy constituyen uno de los soportes fundamentales del proceso bolivariano, pues no han cedido ni a las ofertas ni a los chantajes ni a las amenazas del imperialismo de Estados Unidos y sus lacayos en el continente.

Dos tareas fundamentales de toda revolución son: formación política de la población con la que se hace y para la que se hace el proceso de cambios, y alistar desde el primer momento la defensa de ese proceso, de esa revolución.

La oligarquía no cesa nunca en su contraofensiva para derrocar cualquier revolución de izquierda. Y ésta, no puede dormitar en los laureles y, mucho menos, creer en las Fuerzas Armadas formadas en la ideología de las clases dominantes dentro del Estado capitalista, de las que son sus defensoras: craso error.

Este segundo factor ha sido igualmente determinante en la revolución bolivariana, pues su base social en las barriadas populares y en vastos contingentes del campo y de las ciudades de Venezuela está formada y organizada en milicias dotadas, entrenadas y listas a salir en la defensa de su patria y del proceso político liderado ahora por el presidente Nicolás Maduro.

La defensa de una revolución no se hace solo con la solidaridad internacional, que es importante, pero que está sujeta al hecho de que quien primero debe ejercer la resistencia es el pueblo del país donde se desarrolla el proceso, no al revés.

Las Fuerzas Armadas en ningún país son neutrales, creer eso es una ingenuidad suprema. Todas ellas juegan su papel de defensoras, de brazo armado de una clase social hegemónica en un Estado específico.

Así que, tarde o temprano, ellas, por acción u omisión cómplice y subversiva, se levantarán contra los procesos y los órganos que no le son afines a las clases oligárquicas que las han formado y a las cuales representan en su esencia.

Ello ocurrió con la Policía boliviana, que, con la mano del Departamento de Estado gringo y de la CIA detrás, se amotinó y permitió las hogueras fascistas encendidas contra el pueblo, autoridades del Gobierno y líderes sociales, del Movimiento al Socialismo y de los demás partidos y colectivos afines a Evo Morales.

Las demás fuerzas armadas también maniobraron, como ocurrió con el Ejército, que en vez de cerrar filas en torno del jefe del Estado legítimo y reelegido (Evo Morales) le “sugirieron” que renunciara. Seguramente ya tenían listo el segundo acto del sainete.

La renuncia de Evo, hasta hace muy poco tiempo impensable al considerar la gobernanza existente en su país y los enormes logros sociales y económicos de Bolivia, que la situaban como un ejemplo para América Latina, tendrá graves repercusiones para las luchas sociales y políticas en América Latina.

Ya se denuncia la ofensiva de los cabecillas golpistas, Camacho y Mesa, y de sus hordas contra las embajadas de Cuba y Venezuela, y seguramente la toma del Gobierno por parte de la ultraderecha marcará un refuerzo para la ofensiva de Estados Unidos, a través del Cartel de Lima, contra la República Bolivariana.

Creer que con la renuncia del Presidente y de su Vicepresidente, García Linera, se detendría el baño de sangre y la venganza de la oligarquía boliviana contra trece años de cambios protagonizados por el Gobierno de Evo Morales, es otro cálculo equívoco.

Por el contrario: el fascismo envalentonado seguirá arremetiendo, ahora con más fuerzas, contra todo lo construido y sus liderazgos en Bolivia, pues no desaprovechará la oportunidad para tratar de destruir de raíz uno de los procesos políticos y sociales, indigenista y de nueva cosmovisión más impactantes, como el que acaba de ser golpeado.

El pueblo boliviano, con la solidaridad de los progresistas y demócratas del mundo, sabrá levantarse e iniciar la justa resistencia contra la reversión de las grandes transformaciones sociales y económicas alcanzadas en su país.

Y sabrá, igualmente, más temprano que tarde, restaurar el poder perdido. Pero ello ocurrirá, aprendiendo las lecciones del doloroso momento.

Cali, domingo 10 de noviembre de 2019.
---