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jueves, 18 de marzo de 2010

Cómo quedó el entorno electoral del Congreso

La oposición, con grandes retos

Por Armando Palau Aldana (*)
El último boletín de la Organización Electoral sobre el conteo de estas elecciones para el Congreso, expedido a las 6:00 a.m. del lunes 15 de marzo, nos indica que sólo 14 de 29,8 millones de potenciales votantes ejercieron su derecho fundamental al sufragio, es decir, que continúa siendo mayor el abstencionismo, que alcanzó el 53%.

Las llamadas fuerzas uribistas conservaron las mayorías en el Senado de la República, dejando a las expresiones de la oposición en casi la tercera parte (35 curules), si sumamos al Partido liberal, al Polo Democrático, al Partido Verde y a los indígenas, con solo 35 curules.

Pero lo que más sorprendió a la opinión pública fueron los votos alcanzados por candidatos vinculados por la Corte Suprema de Justicia y la prensa nacional al narco-paramilitarismo, por intermedio del Partido de Integración Nacional, PIN, que absorbió a la Alianza Democrática Nacional, ADN, declarada ilegal por el Consejo Nacional Electoral.

Una de las lecturas que debemos hacer de esos resultados electorales es que de haber obtenido el referendo para la reelección presidencial una sentencia favorable en la Corte Constitucional, indiscutiblemente habría logrado el voto mayoritario de los electores colombianos y estaríamos abocados al tercer período del presidente Álvaro Uribe.

Es decir, el esperado efecto de solidaridad al promisorio fallo de la guardiana de la Constitución de 1991 no tuvo expresión electoral, porque no contó con una animosa campaña por parte del liberalismo y del Polo, quienes no supieron generar una fuerte opinión pública, toda vez que Rafael Pardo y Gustavo Petro mantuvieron un perfil bajo en este tema, pues no desplegaron su estructura publicitaria para destacar un ambiente de mayor aceptación hacia la caída del propósito uribista de sacar avante un tercer período presidencial.

Así las cosas, los retos de las denominadas fuerzas de la oposición serán mayores, pues teóricamente la segunda vuelta presidencial sería disputada por el Partido de la U y el conservatismo, que tuvo un importante incremento en la Cámara Alta, dejándolos por fuera de la contienda electoral de la primera magistratura nacional.

De hecho, el Partido Liberal se mantiene en sus 18 senadores, pero el Polo Democrático pierde 2 curules, mientras que el nuevo Partido Verde obtiene 5 puestos en el Senado. Así, quedan sin posibilidades de frenar iniciativas legislativas de las fuerzas neoliberales que defienden el capitalismo salvaje.

El reciente panorama electoral confirma que la intervención en el voto libre sigue siendo muy fuerte, el clientelismo, la compra de votos, la contribución contractual de los gobernantes y el nepotismo mantienen su pulso en detrimento de la democracia.

Pero deja también el enorme reto a las fuerzas políticas minoritarias de consolidar sus partidos, de desplegar un trabajo permanente entre sus militantes, de generar opinión, de seguir provocando debates nacionales y de tener una mayor labor en las comunidades de base.

(*) Director de la Fundación Biodiversidad, secretario del Consejo Municipal de Planeación de Cali.

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