Páginas

martes, 15 de junio de 2010

8.- Reflexión. Sobre la devaluación del reportero

El periodista deportivo,
una mercancía más

Y a todas estas, ¿qué dicen las agremiaciones de periodistas, no sólo las de los deportivos sino las de los comunicadores en general? La situación laboral de los reporteros colombianos, especialmente de los caleños, merece un debate a fondo. No más silencio.

Por Diego Sinisterra (*)

Existe una nueva forma de ganarse la vida para quienes incursionan en el campo laboral de la radiodifusión colombiana. La mayoría de emisoras brindan solamente la opción de remuneración a través del llamado cupo.

Éste consiste en una pauta publicitaria determinada incluida en la emisión de cada uno de los espacios noticiosos. El periodista, empírico o graduado de la academia, debe hacer las veces de vendedor comercial y salir día a día en la búsqueda de clientes para así lograr ingresos económicos suficientes para su sostenimiento.

Este fenómeno se presenta en forma más acentuada en el campo deportivo. Cadenas como Súper, Todelar, Colmundo, Univalle o Red Sonora optaron por alquilar sus espacios a quienes pongan la mayor cantidad de dinero y éstos a su vez forman sus grupos de trabajo bajo la figura de los cupos.

Ante una situación como ésta valdría la pena realizar una reflexión sobre cómo se ha devaluado el trabajo del reportero. Alguien que hoy quiera trabajar en un medio bien puede llegar a algunas emisoras y decir trabajo gratis y así los reciben.

Sin embargo, lo más preocupante está relacionado con aquellas empresas bien constituidas que sí pagan, pero salarios miserables para la carga de trabajo y la responsabilidad que representa el periodismo.

Muchas personas talentosas han visto truncada su vocación por la prensa radial. Chocar con esa realidad laboral produce un gran sentimiento de frustración.

En la situación actual del periodismo colombiano está en juego la calidad de contenidos y la participación de personas idóneas conscientes de la responsabilidad social obtenida al estar frente a un micrófono.

Esta circunstancia nos debe servir para reflexionar y tomar acciones que conlleven a dignificar el oficio del comunicador social. Los empresarios de la información deben responder con los compromisos laborales ajustados a la ley y no tratar a sus colaboradores como equivocadamente lo vienen haciendo con la noticia: como una mercancía más.

(*) Reportero gráfico y estudiante de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Santiago de Cali, USC.

No hay comentarios:

Publicar un comentario