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domingo, 22 de mayo de 2011

2. Editorial. En la Santiago, sin salud ni salarios

Señores directivos de la Usaca:
¿hasta cuándo estarán los docentes sin seguridad social?

No les pidan más sacrificios a los servidores de la Usaca, que bastantes han hecho. Es hora de que respondan y dejen de decir que están esperando los pagos del Icetex…

A pesar de lo que muchos con ingenuidad o buena fe creen, con el nombramiento de un rector encargado y la convocatoria a elecciones para escoger un rector en propiedad las cosas no han cambiado sustancialmente en la Universidad Santiago de Cali, Usaca.

El sistema hace gala de su capacidad de reencauche y muda de piel, aunque su contenido sigue siendo el mismo: la burla y las justificaciones.



Mientras no haya transformaciones radicales, como las que propuso en su momento el movimiento Profesores por la Refundación de la Usaca, en la institución se seguirá viviendo en la incertidumbre.

En lo fundamental, el régimen de lealtades burocráticas que ha conducido a la crisis archi diagnosticada se mantendrá. Antes fue con Hebert Celín Navas, ahora sin él, pero con sus mismos métodos.

Esto queda plasmado en la forma como los actuales directivos recorren el camino de los anteriores: violan los derechos fundamentales de los trabajadores al no pagar lo correspondiente para garantizar la atención en salud de docentes y empleados.

Así, casi dos mil trabajadores y sus familias se encuentran desafiliados de las empresas prestadoras de salud desde hace varios meses. Lo cual pone en peligro la vida de miles de personas, hoy desamparadas.

Tampoco consignan a los fondos de pensiones las cuotas de rigor, por lo que el futuro es incierto y se está causando un daño de enorme magnitud.

Pero lo más grave es que cuando la Universidad paga (ya lo hace cada vez con más atrasos), sí se efectúan los descuentos.

Como esto es un hecho de bulto, preguntamos: ¿por qué razón si se descuenta de los pagos EPS y pensiones no se consigna donde corresponde, con el fin de que los servidores de la Santiago tengan seguridad social garantizada?

Y, para completar el cuadro, los salarios son cancelados cada vez con mayor distancia en el tiempo, con retrasos de más de un mes, como si los trabajadores y profesores, especialmente los de hora/cátedra, fueran cuerpos gloriosos.

No bastó con que el cuestionado acuerdo de diciembre de 2010 les arrebatara el 21,5% de los salarios a los docentes contratados en esa modalidad, que son casi el 70% de los 1.200 profesores de la Usaca, sino que los hora/cátedra deben esperar hasta mes y medio para que les abonen sus menguados estipendios. Están recibiendo un trato de segunda.

¿Qué responden ante esto no sólo los directivos de la Usaca sino los diferentes cuerpos gremiales existentes en el alma máter?

Seguirán en la tónica del compás de espera, de la “comprensión” al nuevo rector.
Por eso insistimos, señores directivos: ¿cuáles son las gestiones reales, no virtuales, orientadas a garantizar el pago oportuno de la salud, las pensiones, las cesantías, los salarios y demás obligaciones contempladas en la Convención Colectiva de Trabajadores vigente?

Lo que sí hay ya es llamamientos a descargos y la amenaza de una oleada represiva contra profesores críticos, que no tragan entero, que reclaman, que no se quedan callados, que, por lo mismo, se han vuelto incómodos para el statu quo. 

No les pidan más sacrificios a los servidores de la Universidad, que bastantes han hecho. Es hora de que respondan y dejen de decir que están esperando los pagos del Icetex…

Excusas como éstas ya se desgastaron. Los estamentos profesoral y de empleados reclaman acciones efectivas para que se garanticen sus derechos.

Ellos no tienen por qué seguir pagando los platos que el celinismo rompió.

(Este texto fue publicado originalmente en el periódico Paréntesis, edición No. 15, mayo-junio de 2011, pág. 2. luismena7@gmail.com).

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