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martes, 6 de noviembre de 2012

Edición 50. Opinión. El pueblo marchó contra el Gobierno de Santos

La alegría en las movilizaciones fue el común denominador del Paro Cívico del 12 de octrubre en todo el país. (Foto: Luis Alfonso Mena S.).
Las lecciones de la Semana de la Indignación

Las jornadas de protesta cumplidas entre el 4 y el 12 de octubre demuestran que el pueblo colombiano requiere de nuevos y dinámicos ejes articuladores de la protesta social, que rompan con prácticas burocráticas enquistadas en sectores que inmovilizan en vez de construir, en la acción, la unidad necesaria. Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos y Comosoc demostraron nuevo liderazgos de organización y acción.
                                                   

Por Santiago Mena Cárdenas (*)
Del 4 al 12 de octubre se llevó a cabo la Semana de la Indignación en todo el territorio nacional, convocada por Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos y la Coalición de Movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia, Comosoc, durante la cual se realizaron diversos foros y movilizaciones sobre la problemática social que afronta Colombia y el 12 de octubre finalizó con la jornada de paro nacional.

Los colombianos se expresaron exigiendo un sistema de salud como derecho fundamental, que se pueda acceder a este de manera efectiva y con calidad, que no sea más un negocio como lo ha sido durante años con la Ley 100 de 1993.


El estudiantado también hizo presencia exigiendo educación pública gratuita y de calidad, que sea tomada la propuesta de Ley Alternativa de Educación que realiza la Mesa Amplia Nacional Estudiantil y que no se les siga haciendo ‘conejo’ con este tema.

La problemática del transporte masivo en las ciudades colombianas fue ampliamente debatida durante la Semana de la Indignación. El Masivo Integrado de Transporte, MIO, va a sacar todas las rutas de buses urbanos para agrupar todo el transporte público de Cali en este sistema.

Pero para nadie es un secreto que el MIO no está en condiciones para tomar todas las rutas, pues la flotilla que existe actualmente no alcanza para cubrir gran parte de la ciudad, además de que la frecuencia de buses es escasa.

A esto se le suma también que no se les ha dado una solución a los transportadores urbanos, quienes exigen por parte del alcalde Rodrigo Guerrero que se les garantice el derecho al trabajo, pues al salir sus rutas de circulación serán parte del alto índice de desempleo de Colombia.

Paz con justicia social fue la consigna principal durante toda la Semana de la Indignación, pues mientras el gobierno siga destinando billones de pesos del presupuesto nacional en guerra, la salud, la educación, la vivienda, el empleo seguirán siendo asuntos de menor trascendencia para el Ejecutivo.

Lamentablemente la represión por parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, en todo el país fue la nota negativa, pues con violencia intentaron dispersar todas las ideas y clamores que más de 300.000 personas en todo el país expresaron durante la jornada.

Y también los medios masivos de comunicación se hicieron los de la vista gorda, todo el cubrimiento del día 12 de octubre fue para la selección Colombia. Eso no es lo malo, lo negativo es que todo lo que se llame protesta social no tiene cabida en estos espacios como siempre ha sido la característica.

En suma, las jornadas de protesta cumplidas entre el 4 y el 12 de octubre demuestran que el pueblo colombiano requiere de nuevos y dinámicos ejes articuladores de la protesta social, que rompan con prácticas burocráticas enquistadas en sectores que inmovilizan en vez de construir, en la acción, la unidad necesaria.

Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos y Comosoc demostraron nuevo liderazgos de organización y acción.

(*) Estudiante de derecho de la Usaca. @SantiMena94

Marcha de estudiantes del Sena de Bogotá. (Foto: Luis Alfonso Mena S.).
El Sena con la consigna de la Mane: Soberanía, Democracia y Paz. (Foto: Luis Alfonso Mena S.).

Aspecto de la marcha en el marco del Paro Cívico Nacional del 12 de octubre. (Foto: Luis Alfonso Mena S.).
El Esmad y su respuesta violenta ante la movilización de los estudiantes. (Foto: Luis Alfonso Mena S.).
Fachada de un centro bancario "protegida" ante posibles ataques. (Foto: Luis Alfonso Mena S.).

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