Mesa de los diálogos de paz de La Habana con los voceros de las Farc y del Gobierno Nacional. (Foto tomada de aporrea.org). |
“Con las Farc hemos pasado de las aproximaciones a los acuerdos…”, es la afirmación más novedosa e importante de la Declaración del viernes 1 de marzo de 2013 difundida y suscrita por Humberto de La Calle Lombana, jefe del equipo gubernamental en los diálogos de Paz de La Habana. La declaración pareciera cerrar no una ronda sino toda una etapa de las conversaciones que se abrieron en Oslo el 19 de noviembre de 2012.
Se trata de un documento oportuno y necesario que surge en un momento en el cual se multiplican señales de escepticismo o pesimismo en determinados sectores de la opinión pública sobre los posibles resultados de las conversaciones. Es igualmente una comunicación alentadora, en una etapa decisiva en la cual la iniciativa parece haber sido tomada por abiertos adversarios del proceso de paz. En el espíritu de esta declaración pareciera perfilarse la renuncia del gobierno colombiano a la estrategia desconcertante de buscar la paz mediante la escalada propagandística de la guerra. Sin duda, nos encontramos frente a un importante punto de quiebre y hay signos que apuntan de manera inequívoca hacia la emergencia de nuevas y sensatas interpretaciones de las causas y dinámicas del conflicto que ameritan un decidido respaldo por parte de la población colombiana.
Desde el
primer punto del acuerdo general, de La Calle Lombana avizora los capítulos que
vendrán con palabras esperanzadoras que no evaden el reconocimiento de la
disposición constructiva de las Farc para abordarlos. De esta manera, el jefe
de la delegación del gobierno interpreta cabalmente el ambiente provechoso en
que se desarrollan las conversaciones. Entre los colombianos se mantiene firme
la esperanza en que cada acuerdo vaya asociado a la humanización y superación
gradual del conflicto.
Al
manifestarnos sobre la comunicación del jefe negociador de la paz como
representante del gobierno del presidente Santos, lo hacemos a partir de la
convicción de que la paz es un viejo y caro anhelo de todos los ciudadanos de
Colombia. Compartimos la valoración del momento histórico contenida en el
documento cuando dice “estamos en un momento crucial: el de demostrar si nos
jugamos por la paz de Colombia”.
Es la razón
por la cual convocamos a los colombianos de todos los sectores, a las
organizaciones sociales y populares, a los partidos políticos, a los
trabajadores, empresarios, estudiantes, mujeres, campesinos, indígenas y a la
comunidad internacional a expresar de manera pública su voz de respaldo y
solidaridad con el proceso de diálogos de La Habana. Un momento propicio será
el 9 de abril próximo en la gran convocatoria por la paz y la convivencia.
Marzo 04 de
2013
Medófilo Medina
Francisco
Leal Buitrago
Víctor
Manuel Moncayo
Marco
Palacios Rozo
Alpher
Rojas Carvajal
Rubén
Sierra Mejía
Gabriel
Izquierdo SJ
Sergio de
Zubiría Samper
Jaime
Arocha Rodríguez
Leopoldo
Mùnera R
Rocío
Londoño B
Ángela
María Parra Lópe
Darío
Jaramillo Agudelo
William
Ospina
Ricardo
Sánchez Ángel
Adolfo
Atehortúa
Pedro
Medellín
Oscar Mejía
Quintana
Salomón
Kalmanovitz
Daniel
Samper Pizano
lfredo
Molano
Jorge
Enrique Botero Lince
Luís
Eduardo Célis
Ricardo
García Duarte
Carmen
Eugenia Ruano
Marc
Chernik
Fermín González
Ch
Ciro Roldán
Jaramillo
Rosario
Ortiz Santos
Mauricio
Rojas Rodríguez
Galo
Burbano
Julio Silva
Colmenares
Libardo
Sarmiento Anzola
Eduardo
Díaz Uribe
William
García
Jairo
Hernando Estrada
Moritz
Akerman
Álvaro
Delgado
Pedro
Santana
Jorge
Gantiva S
Carlos
Hernández
Carlos
Álvarez
Alonso
Ojeda Awad
Andrés
Felipe Villamizar
Miguel
Silva
Edgard
Martínez C
Rodrigo
Rojas
Marlene
Orjuela
Alberto
Rojas
Soledad
Valbuena (pintora)
Carlos
Villalba Bustillo
Fabio López
de la Roche
Antonio
Ramírez Caro
Gustavo
Páez Escobar
Jairo Maya
Betancourt
Luís Edgar
Cruz O
José Yesid
Sabogal
José Nodier
Solórzano
Luís
Alfonso Ramírez
Augusto
Duque Escobar.
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