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martes, 28 de junio de 2016

Análisis. Las desigualdades que atentan contra la paz en Colombia

Una sesión de la Cámara de Representantes de Colombia. (Foto: NoticiasdeColombia.com.co).

EL MILLONARIO SUELDO DE LOS CONGRESISTAS VUELVE A SUBIR: AHORA ES DE CASI $28.000.000 MENSUALES

Por Luis Alfonso Mena S. (*)
Mientras la inmensa mayoría de los trabajadores colombianos se tienen que conformar con un salario mínimo de $689.954, que no alcanza ni para pagar el arriendo de un apartamento digno, los congresistas, que sólo "laboran" tres días a la semana durante ocho meses al año, porque tienen cuatro de vacaciones, reciben sueldos multimillonarios, con incrementos periódicos, como el que acaba de decretar el Gobierno del 7,77%, superior al del resto de los connacionales con empleo, que fue del 7%.

En lo sucesivo, y con retroactividad a enero de 2016, devengarán casi $28.000.000 mensuales ($27.929.064, para ser exactos), aparte de millonarios presupuestos para sus equipos legislativos (en gran medida destinados a pagar favores políticos disfrazados de asesores) y de prebendas personales, como viajes, vehículos blindados, subsidios de vivienda costosos, atención médica privilegiada, etcétera.


De esta forma, mientras en 2016 el incremento para los parlamentarios en términos absolutos fue de más de dos millones de pesos ($2.013.629), casi tres salarios mínimos, el de los trabajadores colombianos fue de solo $45.105. Hasta el 31 de diciembre de 2015, los congresistas recibían un sueldo mensual de casi 26 millones de pesos ($25.915.435).

En dólares, el salario de los parlamentarios colombianos es equivalente a más de nueve mil dólares mensuales (US$9.309), por solo asistir a sesiones de martes a jueves (las cuales comienzan pasadas las 10:00 a.m.), si es que van, porque el ausentismo campea, y aunque nunca presenten proyectos de ley, promuevan debates de control político, intervengan en las deliberaciones, formulen propuestas o participen activamente en comisiones.

Pero, en contraste, el equivalente en dólares del salario mínimo de los colombianos es de US$230, para atender no solo los gastos de vivienda, sino la canasta familiar (disparada hoy en día), educación, recreación y salud, sometida esta última a un deplorable sistema que degrada la condición humana.

Durante los cuatros años para los que son elegidos, cada congresista (102 senadores y 166 representantes a la Cámara) devenga la bobadita de $1.340.595.072, cifra que representa en dólares un total de US$446.865.

Un grupo de parlamentarios avergonzados frente a sus compatriotas propuso bajarse el sueldo, pero el proyecto de ley respectivo fue saboteado por la bancada de la extrema derecha uribista, que se hizo la de la vista gorda y no rindió la ponencia que le habían encomendado.

De esta forma, un nuevo e indignante episodio de desigualdad salarial hace su aparición en el espectro laboral del país, donde altos funcionarios del Gobierno, como el presidente de la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol, devenga un salario mensual de más de $60.000.000.

El grupo de escasos seis congresistas que ha venido insistiendo en bajar el monto del sueldo de 40 salarios mínimos a 30 (que sigue siendo alto), dice que propondrá una reforma del Artículo 187 de la Constitución, que asimila la asignación de los parlamentarios “al promedio ponderado de los cambios ocurridos en la remuneración de los funcionarios de la administración central” del Estado, lo cual se calcula le ahorraría al erario $35.000 millones anuales.

Sin embargo, todo indica que será otra tarea infructuosa, no solo porque implica una reforma constitucional, y consecuencialmente un trámite doble (ocho debates), sino porque la voluntad política de la mayoría de los congresistas en esta materia es cero.
Sus voraces apetitos no les permiten tener un gesto de dignidad frente a sus millones de electores.

(*) Editor de los portales PARÉNTESIS y ¡PERIODISMO LIBRE!


Jamundí, martes 28 de junio de 2016.

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