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lunes, 13 de junio de 2016

Testimonio y fotorreportaje. “Lo único que les importa es sacar a los negros, pobres, indios del poder”

Agustín Otxotorena, en una de las surtidas tienda del Éste adinerado de Caracas. (Foto: muro en Facebook de Agustin Otxotorena),

AGUSTÍN OTXOTORENA DESNUDA LA FARSA DE LA OLIGARQUÍA VENEZOLANA

Por Agustín Otxotorena (*)
Un amigo me ha pedido una explicación por privado de las razones que hacen que unas tiendas tengan de todo y otras no. Esta es mi explicación y la comparto:

Las grandes cadenas de distribución venezolanas (Macro, Excelsior Gama, Plaza's, etcétera...) tienen sus propias organizaciones y departamentos internos para importar.

Importan ellos directamente y trabajan con los importadores privados más fuertes.


Eso sí, su referencia es el dólar y sus productos están dolarizados a la venta.


Por eso hay productos de lujo para aburrir. Porque no están sujetos a regulación.


Los productos que el Gobierno dictamina que son básicos (canasta básica) están regulados en bolívares a precios muy bajos. Accesibles para la clase trabajadora.

Hasta ahora, mientras el precio del petróleo ha aguantado, el Gobierno traía a mansalva estos productos comprando y pagando en dólares a los importadores privados y los vendía al público a precios populares (muy bajos) en bolívares. Subvencionaba los alimentos.

Se estima que el 40% de esos productos los contrabandistas colombianos, en combinación con los apátridas venezolanos, los sacaban fuera del país, a Colombia, por ejemplo.

La mitad de Colombia vivía de estos productos que las mafias se llevaban, y vendían con sobreprecio, pero inferior a lo que cuestan en Colombia. 

Por un dólar podías comprar en Venezuela 16.666 litros de gasolina. Así, como suena.

La llevabas a Colombia y vendías el litro a un dólar o más...

Negocio redondo.

Con los alimentos era similar.

A los paramilitares colombianos el contrabando de productos venezolanos les daba más dinero que la producción y comercialización de la cocaína.

Ahí y así se crearon y multiplicaron las organizaciones mafiosas trufadas de paramilitares colombianos de extrema derecha, que se enriquecían brutalmente a cambio de desangrar Venezuela y quitarle la comida a la gente.

Mientras el precio del petróleo aguantó, el Gobierno venezolano trajo y trajo comida y de todo, y dio dólares a los importadores que básicamente estafaban al Gobierno poniendo sobreprecios en dólares y de mil formas y maneras, corrompiendo a los funcionarios para que certificasen que, por ejemplo, habían traído tres contenedores de repuestos de automóviles... cuando solo habían traído uno y lo habían pasado tres veces por la aduana. 

Es un ejemplo que se traslada a todos los rubros e importaciones.

Miles y miles de millones de dólares se fueron así, en corrupción.

Funcionarios corruptos y oligarcas corruptores, los de siempre, los de toda la vida, blanquitos y rubios, los que tenían experiencia histórica en el manejo de cuentas en paraísos fiscales, triangulación y manejo bancario internacional, y los contactos con las empresas suministradoras.

Décadas de experiencia en estas lides, verdadero deporte nacional en Venezuela en todo el siglo XX, facultaban a la elite venezolana a seguir controlando el comercio de importación. 

Pegaban uno, tres, cinco o veinte pelotazos y se llevaban 1, 5, 100 o 500 millones de dólares al extranjero. Si, si, habéis leído bien las cifras.

Como mucho, cuando la cosa se ponía gris marengo porque les pillaban o les iban a pillar, se iban a Miami o Madrid tranquilamente a disfrutar del botín, tan ricamente...

Cuando el Gobierno venezolano, con la oposición en contra, cerró la frontera con Colombia el año pasado, los bachaqueros se giraron y empezaron a acaparar los productos básicos para vendérselos a los venezolanos...

El 90 por ciento de los bachaqueros que hacen cola son inmigrantes colombianos que se dedican profesionalmente a esto.

Cinco millones de colombianos han llegado a Venezuela en estos íltimos quince años.

Venezuela en el 2002 tenía 22 millones de habitantes.

Estos bachaqueros, están dirigidos y controlados por organizaciones colombianas, con la complacencia de la oposición, que ha llegado a definir como "trabajadores por cuenta propia" o "emprendedores" a esta plaga maligna.

No es broma, podéis googlear y veréis las declaraciones de estos "líderes de la oposición ", en fin.

Las tiendas normales recurren a los mayoristas, a los pequeños importadores, a lo que el Gobierno distribuye ahora, que es menos por la escasez de dólares y la bajada del petróleo... y sobre todo se surte del producto nacional (hortalizas, frutas...) que no es mucho, porque en muchos casos los empresarios dejan de producir hasta que el Gobierno les sube los precios.

Y en esa guerra está el pueblo venezolano, tratado con simpleza por unos medios internacionales que alientan estos comportamientos golpistas y criminales, que no soportarían ni aguantarían ni en la décima parte si estos comportamientos se produjesen en sus países. 

Todo vale para tumbar al Chavismo.

Como sea, lo que sea, cuando sea...

Lo único que les importa, así quede el país destrozado, es sacar a los negros, pobres, indios, a la "gente fea" o "tierruos" del poder.

Son muy racistas y muy clasistas... lamentablemente...

Por eso, básicamente, unas tiendas tienen de todo y otras no.

Unos tienen de todo y otros no.

(*) Ciudadano vasco radicado en Caracas.


Vea también la entrevista hecha por Ernesto Villegas a Agustín Otxotorena en su espacio Siete preguntas, por Telesur: https://www.youtube.com/watch?v=gfNb5qEbGIc


Las cómodas y muy bien surtidas tiendas de la élite caraqueña mostradas por Otxotorena, en su sencillo trabajo de documentación de la realidad de la burguesía en Venezuela. (Foto: Agustín Otxotorena en su muro en Facebook).
Otxotorena también muestra que en las calles de Caracas continúan funcionando miles de ventas como éstas, con evidente surtido popular. (Foto: muro de Agustín Otxotorena en Facebook).
El fenomenal surtido para el disfrute de los ricos, en sus exclusivos abastos del éste de Caracas. (Foto: Agustín Otxotorena en su muro en  Facebook). 
Supermercado en Sabana Grande, Caracas. (Foto: Agustín Otxotorena en su muro de Facebook).
La página censurada por el diario ABC: donde inicialmente reseñaron las denuncias de Agustín Otxotorena, dos horas después no aparecía nada. Los dueños de la prensa española aplican la mordaza a sus periodistas.

Otxotorena denuncia al pulpo empresarial Polar y la forma como esquilma al Estado venezolano. (Foto: Web de Misión Verdad).


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