SEDIENTOS
DE SANGRE...
Por
Luis Alfonso Mena S.
Los sedientos de sangre en
Colombia, entre ellos no pocos medios de comunicación de la clase dirigente, no
saben cómo más tratar de desacreditar el proceso de paz con las Farc-EP.
Unas veces mienten y repiten la
mentira, a pesar de que ésta sea desvirtuada una y mil veces, como cuando, en
la Navidad de 2016, familiares de los insurgentes visitaron a sus hijos o
esposos en una zona de preagrupamiento y los medios tergiversaron de manera
infame este hecho de elemental humanidad haciéndo eco a una malévola versión
del gobernador de Antioquia, archienemigo de la paz (caso de Yondó, Antioquia).
Otras veces arman escándalos
inmensos porque los guerrilleros fraternizan con agentes de la Policía o con
veedores de la ONU en la celebración por la llegada del año 2017 (caso de
Conejo, municipio de Fonseca, La Guajira).
Todas estas son patadas de ahogado:
no pudieron impedir el Acuerdo de Paz y menos ahora, con "argumentos"
pueriles, lo van a echar atrás...
En vez de sus ríos de sangre,
Colombia requiere mares de reconciliación.
Episodios como los de los últimos
días se repetirán a medida que la nueva fuerza política surgida de la dejación
de armas se abra paso, porque la mezquindad de la oligarquía colombiana no
tiene límites.
A los vampiros de la guerra los
enloquece la construcción de la paz.
Jamundí, martes 3 de enero de 2017.
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