El modelo económico neoliberal existente en Colombia impacta en el empleo, que está cada vez más deteriorado en el país. (Foto: www.elespectador.com). |
EL
GRAN RETO PARA LOS MOVIMIENTOS SOCIALES UNA VEZ SE FIRMEN LOS ACUERDOS EN LA
HABANA
Por Holbein Giraldo
Paredes (*)
El momento actual que vive la sociedad colombiana es decisivo para poner fin a una guerra de
más de cinco décadas entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, Farc. Es muy importante que los colombianos tengan unas expectativas
muy realistas frente a lo que se está firmando en La Habana: en esos
acuerdos no se está firmando la paz,
lo que se está firmando es el fin
de la guerra con uno de los actores del conflicto político armado, como lo son
las Farc-EP. Queda por resolver el problema de la violencia con otros actores
como el ELN, los grupos paramilitares, el narcotráfico y la delincuencia organizada en las
ciudades.
El gran reto para los movimientos sociales una vez firmados
los acuerdos de fin de la guerra en La
Habana entre el Estado colombiano y las Farc-EP, para iniciar un proceso de construcción de paz, es
adelantar una agenda que proponga la discusión del modelo económico neoliberal
que se implementó en el país desde la
década de los años noventa del siglo
pasado en el gobierno
del entonces presidente César Gaviria Trujillo, con la conocida “apertura
económica” y que desde entonces se ha mantenido por todos los gobiernos que han
pasado a los largo de estos veinte años. Los movimientos sociales deben adelantar una discusión profunda sobre el impacto de este modelo económico en
la sociedad colombiana. Se deberá
abordar la discusión de preguntas como:
1. ¿El
impacto del neoliberalismo en el
sector agrario colombiano, en la salud, en la educación, en la calidad
del empleo de los colombianos?
2. ¿El impacto del modelo económico neoliberal
sobre el sector empresarial de las Mipymes?
3. ¿El impacto del modelo económico
neoliberal sobre el medio ambiente en el país?
4. ¿Cuál
ha sido la relación entre neoliberalismo
y corrupción en Colombia?
Revisar los
niveles de pobreza y desigualdad
social que el modelo económico ha generado en las dos últimas décadas. No es
posible pensar en la construcción
de una paz perdurable en el tiempo, si no se desmonta un
modelo económico que ha generado inequidad, y que ha convertido
a la sociedad colombiana en el segundo país de mayor desigualdad social en
América Latina después de Haití.
Se hace necesario revisar el impacto del modelo
económico neoliberal en la crisis de la salud
que se vive hoy en el país, analizar la problemática de la red
hospitalaria en los departamentos
y proponer el desmonte de las políticas neoliberales que lo llevaron a la actual crisis.
La educación
es otro bastión importante en la construcción de una paz
perdurable en el tiempo. Se hace necesario discutir y resolver los
problemas más urgentes que históricamente ha presentado el sistema educativo
colombiano como son: la cobertura educativa y la calidad de la educación. Esto
solo se logrará con el desmonte de las políticas neoliberales en la educación.
No es posible hablar de paz sin un empleo digno y de
calidad, condición que el neoliberalismo fracturó hace veinte años
con la promulgación de la Ley 50, que
flexibilizó, desregularizó y precarizó el empleo en Colombia, acabando
con los empleos de calidad.
Como lo
plantea el economista Eduardo Sarmiento
Palacios haciendo referencia a la salud y la educación en el contexto neoliberal colombiano: “La aplicación de las
fórmulas de mercado en las áreas de salud y educación está expuesta a grandes
dificultades por tratarse de sectores plenos de externalidades y elementos de
bienes públicos. En primer lugar, el mercado no garantiza la eficiencia; la
libertad de matrícula lleva a desplazar a los estudiantes más capaces de menos
ingresos por los menos capaces de mayores ingresos. Por lo demás, contribuye a
ampliar las diferencias económicas, las regiones y los grupos de mayores
ingresos tendrían acceso a educación de mejor calidad, lo que acentuaría las diferencias
económicas y sociales”. (Sarmiento, 2000).
De la anterior afirmación se puede deducir que es urgente una revisión del
modelo económico actual, si lo que se busca es iniciar un proceso de
construcción de paz perdurable en el tiempo: Pero dicha tarea no será parte de
la agenda de las elites económicas y
políticas de este país, quienes ya han demostrado que no les interesa la
discusión de estos temas tan importantes. La tarea será de todos los
movimientos sociales: estudiantes,
indígenas, obreros, maestros, campesinos, quienes tienen la
responsabilidad histórica de trasformar la sociedad colombiana y de resolver las causas
estructurales de la
violencia en el país.
(*) Licenciado en Historia, especialista
en teorías, métodos y técnicas de investigación social, magister en filosofía. Profesor jornada completa de la Facultad de
Derecho, Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Libre, jefe del Área
de Ciencias Sociales. Profesor catedrático Universidad del Valles, sede de
Palmira.
Cali,
sábado 26 de marzo de 2016.
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