martes, 25 de febrero de 2014

Noticia. Declaración Política de la Cumbre Agraria, Étnica y Popular del Valle

Aspecto de la sesión final de la Cumbre Campesina realizada el sábado 22 de febrero en la Universidad del Valle. (Foto: Comunicaciones de Marcha Patriótica). 
Es el tiempo de la unidad, del renacer del movimiento popular colombiano

Rechazamos el pacto nacional agrario del gobierno de Juan Manuel Santos, porque no solo no soluciona las exigencias de los pliegos por los cuales se movilizaron cientos de miles de colombianos,  sino también por que convierte a las organizaciones en correa de transmisión de una nefasta política agraria que ha llevado a la miseria a millones de habitantes del campo y la ciudad

Cerca de 500 participantes pertenecientes a más de un centenar de procesos y organizaciones sociales, políticas y populares, muchas de ellas agrupadas en las plataformas como Congreso de los Pueblos, la Organización  Regional Indígena del Valle del Cauca - ORIVAC, Movimiento Social de Unidad Étnica y Popular, Marcha Patriótica y el Concejo Regional Indígena  del Cauca – CRIC, reunidos los días 21 y 22 de febrero en las instalaciones de la Universidad del Valle sede Meléndez, sesionamos en un ambiente de fraternidad y unidad.  Nos encontramos para discutir en 5 mesas de trabajo y una plenaria final que hizo posible llegar a los siguientes acuerdos:


1. Impulsamos y reconocemos esta Cumbre departamental como parte de la dinámica de construcción del gran paro nacional agrario, obrero, urbano, étnico, campesino y popular, que surge  desde las experiencias y aprendizajes de todas las organizaciones que han participado en este espacio. La agenda de paro y movilización debe ser acordada desde las bases, por lo cual todos los sectores y comisiones de trabajo debemos organizarlo, teniendo en cuenta los errores y experiencias de anteriores jornadas.

2. Las conclusiones de las mesas de trabajo son mandatos para los pueblos, a su vez serán insumo para la construcción de un pliego nacional unificado, que se acordará en la gran Cumbre Nacional a realizarse en Bogotá entre el 15 y 17 de marzo de 2014. Dicha construcción parte del reconocimiento de la diversidad y los elementos comunes en nuestras luchas, que son muestra de la vocación unitaria de los procesos y plataformas que hoy nos encontramos.

3. Reconocemos que las importantes luchas hasta ahora realizadas, aun carecen del grueso de la población empobrecida e inconforme de nuestra nación. El pliego que se construya, es una herramienta política y pedagógica para continuar cultivando la unidad de acción y programática, tanto en nuestros procesos y plataformas, y fundamentalmente con los sectores no organizados que también sufren las consecuencias de un modelo de violencia y despojo.

4. Nos comprometemos a continuar gestando y labrando escenarios que propendan por la búsqueda de la paz con justicia social, democracia y soberanía, en tal sentido, respaldamos la iniciativa de instalación de una mesa de dialogo con el Ejercito de Liberación Nacional - ELN y con el Ejercito Popular de Liberación - EPL, así mismo el mantenimiento de la mesa de dialogo con las FARC-EP. Exhortamos al gobierno colombiano y sus fuerzas de influencia a las insurgencias a un cese al fuego bilateral e indefinido como gesto de paz entre las partes. Recabamos en la necesaria participación del pueblo y sus organizaciones legitimas en todas las mesas de dialogo, por cuanto la paz compromete a toda la nación colombiana. De esta manera seguiremos participando en todos los espacios que se vienen construyendo tales como: el Clamor Nacional por la Paz, la Ruta Social Común para la Paz, el Dialogo Nacional por la Paz y las Asambleas Constituyentes por la Paz.

5. La diversidad étnica  y cultural de las organizaciones y plataformas, las formas de manejo y gobierno de los territorios son un baluarte de nuestras luchas, por lo cual deben ser ejercicios de construcción y aprendizaje en todos las zonas y espacios donde se expresen nuestras organizaciones. Por tanto, consideramos fundamentales los resguardos indígenas, los concejos comunitarios, las zonas de abastecimiento agroalimentario, las zonas de reserva campesinas, los territorios agro-mineros  y las recuperaciones de tierras urbanas y rurales.

6.  Nos solidarizamos con las comunidades campesinas e indígenas que nuevamente sufren la represión de un Estado guerrerista. Denunciamos la agresión que sufrió la guardia indígena de Jambaló integrantes del Concejo regional Indígena del Cauca – CRIC, en una zona de alta presencia militar, en la que – compañeros indígenas sufrieron heridas de gravedad causados por el Ejercito Nacional. Así mismo, denunciamos la persecución que viven los pueblos por la militarización de sus territorios , como sucedió el día 21 de febrero en los corregimientos de Cocorna-Piedritas y Puerto Frasadas, en la que se detuvo arbitrariamente a 9 compañeros integrantes de la MIA – Marcha Patriótica.

7. Las profundos desequilibrios generados por el modelo neoliberal, que derivo en la desindustrialización de las ciudades capitales e intermedias, que trajeron como consecuencia desempleo y altos índices de pobreza y marginalidad, por ende, descomposición y ruptura del tejido social. Luego es imperativo continuar la integración y participación de los sectores urbanos en la búsqueda de trabajo, acceso a la vivienda, servicios públicos, salud, educación, recreación y espacio publico, en general condiciones dignas de habitar y construir la ciudad. Convocamos a los sectores sociales, barriales y populares a participar del Foro Alternativo Urbano y Popular a realizarse en la ciudad de Medellín del 5 al 7 de Abril. 

8. Exigimos la derogación de la normatividad anti popular como el código minero, la resolución 970 y aquellas que regulan la producción y comercialización de productos agropecuarios de pequeños productores, así como la derogación de los tratados de libre comercio pactados con Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Corea del Sur y la Alianza del Pacífico. Mandatamos la desobediencia civil contra dicha normatividad y la construcción de una legislación popular y la integración de Colombia con en la Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA y en el Banco del Sur y las plataformas de integración desde los movimientos y pueblos de América.

9. Rechazamos el pacto nacional agrario del gobierno de Juan Manuel Santos, porque no solo no soluciona las exigencias de los pliegos por los cuales se movilizaron cientos de miles de colombianos,  sino también por que convierte a las organizaciones en correa de transmisión de una nefasta política agraria que ha llevado a la miseria a millones de habitantes del campo y la ciudad. Entrando los territorios y los mercados a las transnacionales. Rechazamos de igual manera las locomotoras minero energética, agro industrial y de infraestructura, que siembran la muerte en los territorios.

10. Exigimos la libertad inmediata de los presos políticos, el descongestionamiento de la población carcelaria y el trato digno y humano a presos políticos y comunes. Exigimos en particular la libertad de los compañeros detenidos en el marco del pasado paro agrario como también Hubert Ballesteros y Francisco Javier Tolosa. 

11. La cumbre departamental agraria, campesina, étnica y popular hace un llamado a la solidaridad del pueblo colombiano para hacer un frente común internacionalista contra el intento golpista del fascismo en Venezuela, expresándonos en diversas formas de lucha y movilización. Hacemos un llamado al gobierno colombiano en sostenerse en el principio de no injerencia y autodeterminación de los pueblos. Así mismo, hacemos un llamado a los diferentes escenarios de integración latinoamericana, como el Alba de los movimientos sociales, la Unasur, la Celac y la comunidad Alba de naciones, a respaldar el gobierno democrático del presidente Nicolás Maduro.

Es el tiempo de la unidad, del renacer del movimiento popular colombiano

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