Mensaje claro por parte de los marchantes en Cali el pasado jueves 9 de abril: se necesita un cese bilateral del fuego ya. |
De
abril a octubre
Por Luis Alfonso Mena
S.
Las
grandes marchas del pasado jueves 9 de abril en todo el país constituyeron una contundente
respuesta política a los sectores de ultra derecha que buscan el fracaso del
proceso de paz y la prolongación de la guerra en Colombia, al tiempo que evidenci aron
que la unidad amplia de la izquierda es posible, a pesar de las sectas
divisionistas que se quedarán viajando en el vagón de cola de la “burguesía
nacional”.
Aunque
el Gobierno de Santos se montó a última hora en la jornada y trató de desviar
la atención de los grandes medios, lo cierto es que el eje fundamental de las
manifestaciones estuvo en las calles de Bogotá, Cali, Medellín, Neiva y otras
ciudades capitales del país definidas de manera previa por los organizadores
como epicentros de las demostraciones masivas de respaldo a los diálogos entre
las Farc-EP y el Gobierno Nacional.
Se
trató de una demostración de unidad de fuerzas de la izquierda social y
política reunidas en el Frente Amplio por la Paz, que debe continuar y
fortalecerse con miras a su participación coaligada en las elecciones
regionales de octubre de 2015, que permita empezar a cambiar el espectro
político nacional y a generar poder local.
Particularmente
importante fue la participación del Movimiento Social y Político Marcha
Patriótica, que movilizó a miles de sus integrantes desde múltiples zonas de la
geografía campesina y urbana hasta las ciudades donde se realizaron las manifestaciones.
Quedó
demostrado, de nuevo, su capacidad de convocatoria ya vista en la jornada
nacional cumplida el 9 de abril de 2013 y en el paro agrario, étnico y popular
del mismo año, y dejó en claro que Marcha Patriótica es ya un sujeto político
decisivo a la hora de las soluciones de fondo que urge el país.
El
Frente Amplio por la Paz congrega, además de Marcha Patriótica, al Partido
Comunista, la Unión Patriótica, a sectores de Alianza Verde, de Progresistas y
del Polo Democrático, así como a los movimientos Mais, Poder Ciudadano, Fuerza
Común, Poder y Unidad Popular, Congreso de los Pueblos, Clamor Social por la
Paz y organizaciones sociales y sindicales nacionales.
La
exigencia de un cese el fuego bilateral, de la apertura de conversaciones con
el ELN y de la realización de una asamblea nacional constituyente, que asuma el
diseño de cambios sustanciales en materia económica, social, cultural y
política como culminación de los diálogos con las Farc-EP, fueron consignas que
se escucharon a lo largo y ancho de la nación, a pesar de las maniobras del
Gobierno y de la desinformación de los medios de comunicación de la burguesía,
que querían restringir los alcances de la jornada a la conmemoración del Día de
las Víctimas del conflicto en Colombia.
Especialmente
destacadas fueron las movilizaciones realizadas en Cali, una desde el sur y
otra desde el norte, en las que participaron obreros, campesinos, estudiantes,
desempleados, activistas sociales procedentes del Cauca y de municipios del
Valle, en un ambiente de combatividad que finalmente congregó a más de 30.000
hombres y mujeres del pueblo.
La
persistencia en dar vida al Frente Amplio por la Paz ha demostrado que es la
política correcta para la coyuntura, la cual requiere de una masiva
movilización de la izquierda social y política para la defensa del proceso
histórico de La Habana en marcha, ante la arremetida cada vez más virulenta de
la extrema derecha uribista, militar y mediática que se palpa en Colombia a
medida que avanzan las conversaciones en Cuba.
Ahora
se requiere la profundización estratégica de los pasos dados en materia de unidad,
que se recojan las experiencias históricas, las de las épocas de Camilo (Frente
Unido), de Gerardo Molina y Firmes (Frente Democrático) y del Frente por la
Defensa de los Derechos Humanos (contra el autoritarismo de Turbay) hasta ejercicios
similares más recientes, y se proyecten en procura de un salto cualitativo de
la luchas sociales por poder político en las regiones.
Es
la hora de la coherencia en las fuerzas mayoritarias en la izquierda, de su
unidad de acción en procura de la consolidación de un bloque histórico contra
la hegemonía de la oligarquía y en pos de democracia y cambios sociales en octubre.
Cali, lunes 13 de abril
de 2014.
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