YUMBO: 24 HORAS DE TERROR POLICIAL
Por Luis Alfonso
Mena S.*
Durante todo el
Paro Nacional, que el lunes 17 de mayo llegó a su vigésimo primer día, el
pueblo del municipio de Yumbo ha sido ejemplo de resistencia pacífica y masiva
y de respaldo consciente a la protesta, con la parálisis de la zona industrial.
Pero el éxito del
paro en Yumbo puso furioso al régimen de Iván Duque que desató desde la
medianoche del domingo 16 de mayo y las primeras horas del lunes 17 una feroz
represión con su policía contra diversos puntos de la resistencia popular,
principalmente en los sectores de La Estancia y Comfandi, represión que luego
se expandió a toda la ciudad.
La violencia
oficial se prolongó durante 24 horas, pues llegada la medianoche del martes 18
de mayo se seguía experimentando el terror policial, que dejó tres jóvenes
asesinados a balazos, 30 heridos, la mayoría con armas de fuego, y numerosos
detenidos.
Durante todo el
día y la noche se produjo un incesante asedio y ataque de la policía que obraba
como fuerza de ocupación en avenidas y barrios contra la población, incluso con
francotiradores desde la llamada Mega Estación, a pesar de lo cual la comunidad
movilizada no cedió, siguió en las calles y se enfrentó a las fuerzas
coercitivas del Establecimiento,
Las personas
asesinadas fueron identificadas como Maicol López Cano, de 32 años de edad; Michael
Joan Vargas López, de 23 años, con heridas de bala en la cabeza, y Jhon
Alexander Yotengo Chagüendo, de 21 años.
Rodrigo Vargas,
defensor de derechos humanos de Yumbo, quien fue víctima de la represión y fue lesionado
también por la policía, reveló el siguiente primer listado de heridos en las
primeras horas del lunes: Reinaldo Manzano, Alejandro Cárdenas, José Wilmer
Valencia y Andrés Cerón.
Luego, el
Hospital La Buena Esperanza confirmó que allí fueron atendidos con heridas causadas
con armas de fuego las siguientes personas: Héctor Manuel Vargas, Néstor Julián
Bermúdez, Jarry Alejandro Bermúdez, Nicolás Peñuela Salazar, Sebastián
Mosquera, Ronald Alexis Llantés Sánchez, Johanson David Preciado, Harold Yesid
Medina Borrero, Daniel Andrés Ramos Domínguez, Aníbal Armando Solarte Méndez, Nicolás
Arroyo Moreno y Cristian Andrés Muñoz Rendón.
En video
difundido desde la entrada al hospital de Yumbo en horas de la madrugada del
lunes Armando Solarte dijo que fue herido por la policía frente a su propia casa.
Heridos con arma
blanca fueron atendidos en el Hospital La Buena Esperanza los ciudadanos Jaime
Ángel Cabal, Víctor Manuel Rodríguez, Jean Carlos Villanueva Mesa, Brayan
Alexander Guzmán y Steven Lenis.
Intoxicados con
gases lacrimógenos llegaron al hospital Lesly Yulieth López, Angie Tatiana
Vasco Arango y Cristhian David Acevedo.
Otras personas
heridas fueron Jorge Alberto López, Óscar Payán y Miguel Amézquita.
El Equipo
Jurídico y Humanitario 21 N informó que nueve jóvenes que habían sido detenidos
en horas de la mañana del lunes fueron dejados en libertad luego de sus
gestiones ante instancias judiciales.
Defensores de
derechos humanos denunciaron que el joven Brayan Sti Parra, de 19 años de edad,
fue detenido por la policía en el sector de Ecopetrol y se encontraba
desaparecido.
REPRESIÓN Y MANIOBRA JUDICIAL
La brutal
agresión de este lunes se enmarca en la fracasada estrategia del régimen de Iván
Duque de levantar a sangre y fuego los plantones pacíficos de resistencia en el
municipio, en correspondencia con los intereses de los grandes comerciantes de
combustibles empresarios de la zona.
Estos
interpusieron una acción judicial en tal sentido ante el Tribunal Contencioso
Administrativo del Valle, que decretó unas medidas cautelares que están siendo
utilizadas como telón de fondo por los represores.
Sin embargo, el
pueblo de Yumbo, organizado en el Comité Municipal del Paro y en varios
colectivos en cada uno de los puntos de resistencia juvenil y popular, continúa
en la protesta, a pesar de la agresión policial.
Y en medio de
esta oleada represiva que en el Valle del Cauca deja ya 33 personas asesinadas,
la mayoría por balas oficiales, según documentación de defensores de derechos
humanos y juristas, renunció al cargo de comandante de la Policía de Cali,
general Juan Carlos Rodríguez Acosta.
La renuncia,
aparentemente sorpresiva, puede tener detrás el fracaso de Rodríguez Acosta,
derrotado por la juventud caleña, que en estos 20 días del paro ha multiplicado
los puntos de resistencia en los barrios populares de Cali.
EN EL RESTO DEL VALLE DEL CAUCA
En otras ciudades
del departamento del Valle del Cauca, como Buga y Tuluá, la juventud, con respaldo
de amas de casa, personas mayores, sindicatos y otras expresiones de la lucha
popular, ha venido desarrollando una resistencia persistente para evitar que los
plantones pacíficos sobre las vías de destino al puerto de Buenaventura sean
despejados por la policía y el ejército, que procuran romper el paro.
En desarrollo de
ese objetivo, por el que pugnan los dueños del multimillonario comercio
internacional colombiano, el Esmad de la policía, respaldado por el ejército,
ha estado a lo largo los días del paro reprimiendo de todas las formas a la
comunidad de Buga, de manera especial a la ubicada en inmediaciones de las carreteras
que conducen a Cali y Buenaventura.
Más de cien
jóvenes han sido heridos en los actos de represión en el punto de Aures, puente
del Sena.
En Tuluá, Cartago
y otros municipios del Valle del Cauca han seguido el ejemplo de resistencia de
Cali y Yumbo, y en varios persisten también los plantones juveniles, a pesar de
la represión y la brutalidad policial.
Por eso, también
derrotado por la perseverancia del pueblo, Duque ordenó en la noche del lunes
17 de mayo más represión, militarización de Yumbo y demás puntos neurálgicos
del departamento.
Como complemente
de la violencia oficial, continúan operando las bandas de paramilitares,
mezclados con policías de civil y delincuentes contratados por “la gente de
bien” para que disparen desde motocicletas y camionetas Toyota blancas contra
los puntos de concentración de los jóvenes y el pueblo.
Está en marcha la
venganza del régimen uribista de Duque contra las comunidades, y por eso ordenó
despejar plantones ciudadanos a sangre y fuego, como quiso hacer en Yumbo.
Pero no contaba
con la valerosa resistencia del pueblo, que lo único que tiene para perder es
el miedo, y por eso continúa en calles y carreteras.
El Paro Nacional
pica y se extiende. Hoy llega a su vigésimo primer día.
Cali, martes 18
de mayo de 2021.
*PERIODISMO
LIBRE.*
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