VENEZUELA, "ACTAS" Y VERDAD
Por Luis Alfonso Mena
Desde el miércoles 8 de enero me encuentro en Caracas, por amable invitación del Canal TeleSUR, cubriendo para la audiencia de Periodismo Libre, de Cali, Colombia, los actos de posesión y juramentación del presidente Nicolás Maduro y otros eventos que han sido organizados en el marco de este acontecimiento, que ha concitado la atención mundial.
He seguido el trepidante proceso bolivariano desde sus inicios, en 1998, y a lo largo de todos estos años he podido ser testigo de la lucha frenética que sus gestores y su pueblo han tenido que dar frente a quienes, desde todos los flancos, han querido destruir de raiz este camino de construcción de una sociedad más justa, humana y equitativa.
Y lo primero que hay que entender es que el objetivo del imperio estadounidense y de sus adláteres y lacayos en América y en Europa ha sido siempre su arrasamiento, pues para ellos todo proceso revolucionario es un peligro por el ejemplo que irradia y las transformaciones que puede producir y que desvirtúan las lógicas perversas del mundo capitalista neoliberal.
Así que los enemigos de la revolución nunca han cesado en ese intento, y la actualidad no es diferente, pues, tras 25 años de gobierno bolivariano, EE.UU. y la derecha fascista en el continente redoblan el asedio violento, el bloqueo economico y la guerra comunicacional contra la República Bolivariana.
Ese es el marco de lo que ocurre hoy, cuando aparece, para completar el cuadro, la incomprensión incluso de personas que desde la izquierda se unen, de una u otra forma, a la falaz narrativa de "las actas", para tratar de deslegitimar la reelección del presidente Nicolás Maduro.
¿De cuando acá un país soberano, una nación independiente, como Venezuela, les tiene que rendir cuentas a las anti-democracias del mundo, empezando por la gringa y siguiendo con las monarquías parasitarias europeas y organismos colonialistas como la OEA?
Venezuela tiene su propia institucionalidad, que ahora buscan desconocer hasta desde sectores del progresismo.
Las famosas "actas", que no son más que miles y miles de tirillas que salen automáticamente de las máquinas de votación, fueron entregadas por el Consejo Nacional Electoral, para su estudio, a la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, por solicitud del propio presidente Maduro, cuando, luego de las elecciones del 28 de julio de 2024, la extrema derecha continental montó esa, la prédica de "las actas".
Acá en Caracas los ciudadanos con quiénes he hablado indican que el sistema electoral venezolano es absolutamente confiable y que siempre se han entregado, tras 33 elecciones en 25 años, los resultados totales.
La oposición oligárquica venezolana, que ha robado en cantidades alarmantes los recursos del Estado en el exterior y que convirtió en su negocio particular y corrupto payasear con "el retorno" para seguir devengado a montones del imperio, generó todo un montaje cibernético, multimillonario, financiado desde el exterior, para falsear la realidad, con la complicidad de la OEA, de expresidentes corrompidos y algunos gobiernos abyectos, ansiosos de hacer méritos ante sus amos del norte y sus capataces, cualquiera sea, Biden o Trump.
En el propósito de derrumbar la revolución, la derecha mundial y los fascistas tipo Milei se unen en una campaña que ha permeado incluso a sectores de izquierda, que caen redonditos ante sus falacias y terminan haciéndole el favor a golpistas como Corina Machado, ultra reaccionaria que en 2018, ante uno de sus tantos fracasos, le envió una carta al genocida israelí Benjamín Netanyahu pidiéndole que invadiera su propio país con el fin de derrocar al presidente Maduro.
Lo mismo que hizo el 10 de enero Álvaro Uribe en un famélico mitin en Cúcuta, clamando a fuerzas extranjeras que invadan a Venezuela.
Vean los resultados oficiales de las elecciones, entregados el 2 de agosto de 2024 por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela: casi 1.100.000 votos de diferencia entre el presidente Nicolás Maduro y el derrotado Edmundo González, el títere ebrio de Corina Machado.
Las cifras fueron: Maduro, 6.408.844 votos (51,95 por ciento), frente a 5.326.104 de González (43,18 por ciento). Los ocho restantes candidatos presidenciales obtuvieron guarismos ínfimos.
Esa es la realidad que algunos líderes se niegan a reconocer, de maner obcecada y ciega.
Las multitudes conscientes y alegres, maduras y juveniles, diversas y argumentadas que hemos visto a lo largo de estos días en Caracas apoyando con decisión y valentía a la revolución y a sus conductores, empezando por el presidente Maduro, son la respuesta popular irrebatible frente a quienes desde la distancia cierran los ojos y prefieren mirar a otro lado e insistir en navegar sobre el discurso de las hegemonias afines al imperio más depredador de la historia, el estadounidense.
Caracas, lunes 13 de enero de 2024.
Jajajajajajajaaja
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