martes, 3 de junio de 2014

Crítica. A propósito de la columna del escritor colombiano

Caricatura de Vladdo.

Carta de José Zuleta a William Ospina

"No querido William, estás muy equivocado, y algo peor, estas confundiendo a mucha gente. Entre los dos males que se ciernen sobre el futuro de Colombia el peor es Uribe. De eso no te quepa la menor duda".

Te recuerdo un texto de mi padre (a quién tanto citas) sobre la Guerra:
“Si alguien me objetara que el reconocimiento de los conflictos y las diferencias, de su inevitabilidad y su conveniencia, paralizaría en nosotros la decisión y el entusiasmo en la lucha por una sociedad más justa, organizada y racional, yo le replicaría que para mí una sociedad mejor es una sociedad capaz de mejores conflictos. De reconocerlos y de contenerlos. De vivir no a pesar de ellos, sino productiva e inteligentemente en ellos. Que solo un pueblo escéptico sobre la fiesta de la guerra, maduro para el conflicto, es un pueblo maduro para la paz”. Estanislao Zuleta

Por José Zuleta Ortiz
Querido William


Siempre he pensado que los intelectuales deben actuar, y que más allá de la retórica ideológica de sus ideas, un intelectual, incluso un pensador, debe asumir acciones políticas. Lo aprendí en casa; en 1958 mi padre y mi madre se fueron a vivir al páramo de Sumapaz con la intención de ayudar a formar a los campesinos que se organizaban bajo el liderazgo de Juan De La Cruz Varela. Allí vivieron hasta que el advenimiento de mi hermana mayor los obligó a regresar. Muchos años después, entre 1985 y 1989 mi padre estuvo trabajando como consultor de paz para las Naciones Unidas y viajó varias veces a los campamentos guerrilleros del M19, para convencerlos de que entre dos males: la guerra o nuestra democracia, era preferible, con todas sus inequidades y miserias, nuestra democracia. Hoy los ex guerrilleros de esa agrupación aseveran que sus ideas y su argumentación, fueron muy importantes para que El M19 decidiera desmovilizarse.

Ayer leí aterrado tu columna (y confieso que no te volveré a leer para no volver a sentir el espanto y la tristeza que me produjo su lectura) en ella dices entre otras cosas que: “considero a Zuluaga el menor de los dos males.”(…) “una paz sin Uribe es como una mesa de dos patas.” Uribe y Zuluaga representan ya a otro sector de la sociedad.

Sé que no representan a los pobres ni a los excluidos, sé que cada vez necesitamos con más urgencia la Franja Amarilla, pero ya no representan a esa vieja élite clasista, racista, que gobernó al país por muchas décadas y nunca supo qué país era este”.

La verdad William me tocó releer, frotarme los ojos, para saber si era verdad que decías lo que decías. Sabes que muchas personas en Colombia te consideraban un pensador de nuestra sociedad, creían en ti, leyeron tus libros tratando de encontrar en ellos una hebra de luz sobre la penumbra de nuestra realidad. Hoy siento que has decepcionado a mucha gente. Y tengo la sensación de que en tu escrito hay una vanidad que te enceguece. Quiero creer que es eso, tu vanidad, y no tus ideas lo que te llevó a hacer tales afirmaciones. Digo que tu
vanidad porque detrás de tus argumentos gravita un “sé”, “sé”, “sé”: yo sé más que todos y veo más lejos.

No querido William, estás muy equivocado, y algo peor, estas confundiendo a mucha gente. Entre los dos males que se ciernen sobre el futuro de Colombia el peor es Uribe. De eso no te quepa la menor duda.

Te recuerdo un texto de mi padre (a quién tanto citas) sobre la Guerra:

“Si alguien me objetara que el reconocimiento de los conflictos y las diferencias, de su inevitabilidad y su conveniencia, paralizaría en nosotros la decisión y el entusiasmo en la lucha por una sociedad más justa, organizada y racional, yo le replicaría que para mí una sociedad mejor es una sociedad capaz de mejores conflictos. De reconocerlos y de contenerlos. De vivir no a pesar de ellos, sino productiva e inteligentemente en ellos. Que solo un pueblo escéptico sobre la fiesta de la guerra, maduro para el conflicto, es un pueblo
maduro para la paz”. Estanislao Zuleta

Tu amigo José Zuleta.

Cali, Junio 2, 2014.


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