miércoles, 23 de septiembre de 2015

Crónica. El ritual de ascender al cerro tutelar de Cali cada domingo

Este es uno de los cerros tutelares de Cali, las Tres Cruces. (Foto: Rubén Darío Taborda).
La pasión por las Tres Cruces

Por Rubén Darío Taborda (*)
Mientras en otra época los colombianos recorrían zonas montañosas en  busca de unas tierras aptas para la agricultura que les brindara el sustento y les permitiera sacar  beneficio monetario en  pro de su familia muchos caleños comienzan a aparecer  por la Avenida Cuarta Oeste, frente al edificio Cascadas de Normandía, para ascender al Cerro de Las Tres Cruces. Los que llegan en carro estacionan sus vehículos en el parqueadero con capacidad para 30 Autos, que administra doña Inés Agredo. Otras personas  estacionan su  carro frente a la Iglesia de San Carlos Borromeo.

Juan Carlos Paz es un joven de 25 años, perteneciente a la Liga Vallecaucana de Natación con aletas que  ha tenido que incluir en su rutina de  entrenamiento el ascenso a este lugar. Este deportista que nos ha  representado  en  ciudades como Barcelona España, sube al cerro cuatro veces a la semana con otros compañeros debido a que no puede entrenar en las piscinas Alberto Galindo ya que no se encuentran  en funcionamiento.

Press Runner, en  un grupo integrado por periodistas de la ciudad que deja  los fines de semana su actividad informativa para dedicar tiempo al deporte.  Este equipo cuenta  con reporteros como Raúl Lara de RCN Radio, Gildardo Arango, director del informativo radial La U FM, de Univalle Estereo  y Eduardo Manzano de un importante  noticiero de televisión nacional.  Jaime García,  perteneciente a este  conjunto afirma  que  le regala un pedazo de domingo  a su salud, cosa que no puede brindar la rumba.

Luís Burbano sube tres o cuatro veces a la semana y  se demora de 40 a 45 minutos. Él  usa botas un pantalón de manga corta y chaqueta térmica. Cuando sube consume  bebidas hidratantes o suplementos vitamínicos y le gusta  oír  heavy metal.  Carlos Giménez  también le mete música a esta rutina pues  le gusta escuchar canciones como ‘50 Ways to Say Goodbye que es una especie de ranchera mezclada  con rock’,  de la banda Train.

Preparación para afrontar la actividad
Si usted tuvo clase de educación física recordara que no podía iniciar ningún deporte antes de  hacer  un calentamiento.  El atleta Antonio Orejuela de la Selección Valle  en pruebas de velocidad  de 1500 metros y entrenador de Press Runner señala  que las personas deben  venir  en pantaloneta, con una camiseta inteligente con tela específica para la comodidad del atleta que maneje el sudor y le de frescura al cuerpo a pesar de la temperatura ambiente. A parte de eso dice que es necesario  llevar   un reloj con la función de monitorear el ritmo cardiaco del deportista. Julián   Muños, ingeniero electrónico señala que cuando viene al cerro procura alimentarse sanamente. Juan Carlos Paz sostiene que consume  mucha fruta. Y Antonio manifiesta que una dieta ideal, para quienes practican  esta actividad  deportiva, debe contar con una buena hidratación, consumo de frutas y verdura; y hacer un  consumo adecuado de proteínas y carbohidratos.

La otra zona de alimentación
Al iniciar el recorrido  usted puede encontrar casetas  para comer helados, tomar gaseosa, consumir empanadas o pasa bocas que se pueden adquirir en  tiendas administradas por vecinos del sector.  Otros habitantes ofrecen bebidas a  base de aloe o frutas.

 -La agüita, güita, el gatorade, el banano  y el jugo de naranja, -manifiesta  Germán Escobar un  señor negro de cabellera plateada que ven estos  alimentos a los visitantes desde hace tres años. Entretanto Milton Cortez, quien vive en el barrio Altos de Normandía  compra piña, naranjas, mandarinas y bananos para ofrecer en una caseta con techo elaborado en estopa y sostenido por cuatro guaduas.

Un espacio para la sana diversión
Kender Cuellar y Duván Díaz hacen parte de los 20 guardas bachilleres que velan porque no suban personas con algún grado de alicoramiento,  vigilan que los visitantes  que llevan  perros cumplan con las  medidas de seguridad que se exigen, están pendientes de  que no se cometan hurtos y brindan  ayuda a las personas que sufran algún accidente al ascender al cerro.

Ramón Ruiz es un venezolano del municipio de Mérida, sube al cerro vistiendo una camisa  negra con la bandera de su  tierra, es un técnico dental que se encuentra en una ciudad lejana  a la región de Colombia donde  tenemos problemas limítrofes  bastante maduros. Ruíz señala que  le agrada  esta zona de Cali y que  en su ciudad de origen  sube a un sitio conocido como El Cerro del Indio.

Eladio Andrade es un pastor chocoano que  sube a este sector aledaño a Cali por hobbie. Manifiesta que  no es un sector con la flora de su región pero  le permite  aislarse del estrés de la ciudad. Y dice  que hacer este recorrido  es un símil de la vida: un camino con dificultades  para  llegar a la meta final  que sana  el alma  cuando se llega a la cima.

Y por último
Jair Sanchez un caleño experto en asuntos de logística señala que este espacio donde se somete  al cuerpo a cierto grado de  destreza ve en los visitante una voluntad de ayudar al que desfallece en el intento de llegar a la cima del cerro. Sin embargo  critica la ausencia de personas representantes de  la Defensa Civil y el cerro necesita de una señalización con sentido ecológico que  respete la poca flora de la zona y que evite congestión en los senderos  aledaños al cerro debido  a que las personas emplean los camino  para llegar y salir del cerro de Las Tres Cruces.

 (*) Periodista independiente.

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