Humberto Solás Borrego, fundador del Festival Internacional del Cine Pobre de Gibara. (Fuente: www.elcineescortar.com) |
Aclaremos los malos entendidos
Una gradual
desalienación del público sólo será fecunda si los diferentes gobiernos
implantan acciones legales que apoyen la producción y la distribución de sus
obras cinematográficas autóctonas. Entonces el cine habrá salido,
definitivamente, de la era de la barbarie.
Por Humberto Solás Borrego (*)
Cine pobre no quiere decir cine carente de ideas o de calidad
artística, sino que se refiere a un cine de restringida economía que se ejecuta
tanto en los países de menos desarrollo o periféricos, así como también en el
seno de las sociedades rectoras a nivel económico-cultural, ya sea dentro de
programas de producción oficiales, ya sea a través del cine independiente o
alternativo:
1.- El intento de globalización acentúa el abismo entre el
cine pobre y un cine rico. Ello comporta, definitivamente, el peligro de la
implantación de un modelo único de pensamiento, sacrificando a su paso la
diversidad y la legitimidad del resto de las identidades nacionales y
culturales.
2.- Hoy día es la revolución tecnológica en el cine la
portadora de eficaces medios de resistencia a este proyecto despersonalizador,
al consolidarse progresivamente nuevas posibilidades técnicas que, como en el
caso del video digital y su ulterior ampliación a 35mm, reducen notablemente
los procesos económicos de la producción cinematográfica.
3.- Ello repercute en una gradual democratización de la
profesión, al desequilibrar el carácter elitista que ha caracterizado a este
arte vinculado inexorablemente a la industria.
4.- Aprovechar y estimular esta reducción de costos de
producción significará en un futuro inmediato la inserción en la cinematografía
de grupos sociales y de comunidades que nunca antes habían tenido acceso al
ejercicio de la producción del cine, a la vez que dará perdurabilidad a las
incipientes cinematografías nacionales.
5.- Ello será el baluarte fundamental para escapar de un
sentimiento de indefensión ante el vandalismo globalizador y permitirá
legitimar, de una vez y por todas, la polivalencia de estilos, legados y
propósitos de un arte que no será patrimonio de un solo país ni de una sola e
impositiva concepción del mundo.
6.- Para que esto ocurra eficazmente, habrá que derribar el
muro del control de la distribución cinematográfica por un solo grupo de
mayores o transnacionales, que genera la alienación del público, al no tener
éste acceso a las obras de sus autores nacionales.
7.- Ello nos permitirá luchar contra el espectáculo de la
violencia gratuita cinematográfica, que envilece a las audiencias y
especialmente a los espectadores más jóvenes.
8.- Una gradual desalienación del público sólo será fecunda
si los diferentes gobiernos implantan acciones legales que apoyen la producción
y la distribución de sus obras cinematográficas autóctonas.
9.- Entonces el cine habrá salido, definitivamente, de la era
de la barbarie.
(*) Nacido en La
Habana en 1941. Fallecido también en La Habana, en 2008. Figura
emblemática del cine cubano y de la cinematografía de habla hispana. Director de cine. Fundador del movimiento del Nuevo Cine
Latinoamericano. En 1968dirige su primer largometraje, Lucía, considerada por la crítica mundial como una de las diez películas más
importantes de la historia del Cine Iberoamericano. Fue el gestor,
fundador y presidente del Festival Internacional de Cine
Pobre de Gibara, nombrado hoy, luego de su
desaparición física y como póstumo homenaje a su fundador Festival
Internacional de Cine Pobre "Humberto Solás". En el año 2005 recibió el Premio Nacional de Cine.
La Habana, jueves
28 de abril de 2016
FUENTES:
El Cine es Cortar.Com
Ecured.cu
http://www.ecured.cu/Humberto_Sol%C3%A1s_Borrego
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