El 25 de marzo de 2010 se cumplieron dos décadas de la histórica marcha que acompañó a la tumba al líder de la Unión Patriótica Bernardo Jaramillo, asesinado por la oligarquía. Siendo reportero de El País cubrí la noticia, que transcribo como un homenaje al hombre que hasta el 22 de marzo de 1990 significó otra esperanza del pueblo atravesada a balazos por las élites colombianas.
Por Luis Alfonso Mena,
Enviado especial
Manizales, Marzo 25.- Una enorme multitud que desafió las inclemencias del tiempo y un recorrido prolongado acompañó ayer hasta su morada definitiva al candidato presidencial de la Unión Patriótica, Bernardo Jaramillo Ossa, asesinado el jueves de la semana pasada.
La multitud, calculada en más de 50.000 personas, partió de la Catedral Basílica de Manizales a las 11:00 horas, una vez concluidas las honras fúnebres, y llegó al cementerio pasadas las 3:00 de la tarde.
Aunque inicialmente las autoridades dispusieron el traslado inmediato del féretro al camposanto La Esperanza a bordo de una carroza fúnebre, los asistentes al sepelio impidieron ese hecho y decidieron trasladar a pie el cadáver del líder fallecido.
Largo camino
A lo largo de los diez kilómetros que separan la catedral del cementerio, y en medio de un torrencial aguacero, los manizalitas condujeron el féretro lanzando constantes acusaciones al Gobierno Nacional por la muerte de centenares de dirigentes y activistas de la UP.
Delegaciones procedentes de todo el país engrosaron el cortejo fúnebre, que transcurrió sin que se presentaran alteraciones del orden.
Bernardo Jaramillo Ríos y Nidia Ossa de Jaramillo, padres del dirigente inmolado, acompañaron de cerca el féretro, que fue cargado por hombres y mujeres.
El mismo recorrido hecho este domingo por los simpatizantes de la Unión Patriótica, el M-19 y otros movimientos de izquierda se había cumplido el sábado, cuando el cadáver de Jaramillo Ossa había sido traído desde la capital de la República y llevado a pie desde el aeropuerto por miles de personas hasta la Universidad de Caldas y posteriormente a la Asamblea Departamental.
En ese recinto permaneció hasta las 10:30 horas del domingo, cuando fue sacado a hombros de sus seguidores hacia la catedral. Por primera vez en la historia de Manizales, según dijeron pobladores de la ciudad, una multitud tan grande colmó la iglesia.
Un enorme retrato de Bernardo Jaramillo fue colocado en el altar de la iglesia catedral, donde se ubicaron muchos fieles y acompañantes de la familia.
En el camposanto La Esperanza miles de hombres y mujeres de todas las condiciones políticas y sociales se concentraron desde tempranas horas a la espera de la llegada del cortejo fúnebre, mientras éste avanzaba lentamente por la céntrica Calle 23 y luego por la carretera que conduce al aeropuerto.
Cadena humana
Desde un automóvil, el padre de Bernardo Jaramillo se veía extenuado, pero agradecido por las interminables expresiones de solidaridad recibidas no sólo de los manizalitas sino de todos los colombianos.
Madres con sus pequeños hijos en los brazos, jóvenes estudiantes con grandes pancartas de repudio al crimen de su dirigente, ancianos, obreros, empleados y gentes procedentes de Urabá, el Valle del Cauca, Cundinamarca, Quindío y Risaralda formaron una cadena humana a lo largo de la carretera montañosa, mientras se turnaban en comisiones para cargar el ataúd.
Un poco más atrás de éste, los máximos dirigentes de la UP y el M-19 desfilaban cogidos de los brazos.
El ingreso del féretro al cementerio significó un momento de confusión parecido al vivido al término de la misa en la catedral, debido a la actitud de la gente que quería tocarlo y estar cerca de la tumba.
Ante la multitud que no cesaba de gritar “Bernardo, amigo, el pueblo está contigo”, hicieron uso de la palabra el presidente de la UP, Diego Montaña Cuellar, y la esposa del líder desaparecido, Mariela Barragán de Jaramillo.
En tono emocionado, Montaña Cuéllar trazó una imagen brillante de Bernardo Jaramillo, y dijo que “convertido en el Aquiles de la Unión Patriótica estaba conquistando todo el territorio nacional”.
“Con estas extraordinarias manifestaciones de Bogotá, el Urabá, Segovia, Manizales, como un Cid Campeador, Bernardo ha ganado una gran batalla después de muerto”, expresó.
Montaña Cuéllar enfatizó que, antes que el aplazamiento de las elecciones presidenciales, lo que más interesa a su movimiento es la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente que abra posibilidades de cambios profundos en el país.
“No desfallecer”
Por su parte, la esposa del dirigente de la UP asesinado renovó su llamamiento a los colombianos para que no olviden los ideales de paz y democracia por los que luchó Bernardo Jaramillo.
“Él nos enseñó a no desfallecer, a no rendirnos, a no sentirnos arrinconados en la brega por la paz y la democracia real, y a ese legado debemos ser fieles de ahora en adelante”, dijo Mariela Barragán, la viuda.
Hicieron uso de la palabra también el miembro del Comité Central del Partido Comunista Manuel Cepeda Vargas; el presidente de la UP de Caldas, Isaías Gil Henao, y el dirigente del Movimiento 19 de Abril, Carlos Pizarro.
Los dispositivos programados con motivo del sepelio de Bernardo Jaramillo se cumplieron a cabalidad, según un balance preliminar entregado por las autoridades.
El gobernador Germán Cardona Gutiérrez se mostró satisfecho por lo que calificó como “ejemplar comportamiento de los manizalitas”, y destacó el cumplimiento de lo acordado entre la Dirección de la UP y el Gobierno seccional para el desarrollo sin contratiempos de las exequias.
[1] Noticia publicada en el diario El País. Cali, lunes 26 de marzo de 1990, pp. 1 y 2.
La historia gráfica
Las fotos reproducidas en esta secuencia fueron tomadas del semanario Voz, ediciones 1.582, del 23 de marzo de 1990 (especial), y 1.583, del 29 de marzo de 1990.
La gráfica superior corresponde a la gran multitud que se congregó en el camposanto La Esperanza de Manizales para despedir a Bernardo Jaramillo. Fue captada en el momento en que intervenía Manuel Cepeda, líder de la UP, asesinado luego por el paramilitarismo.
Las fotos en blanco y negro:
1.- Simpatizantes de la Unión Patriótica fueron perseguidos por la Policía en la noche del 22 de marzo de 1990, cuando intentaban ingresar al Capitolio a rendir homenaje a Bernardo Jaramillo.
2.- El mismo día del crimen se produjeron manifestaciones de protesta en todo el país. Esta imagen corresponde a Bogotá.
3.- La guardia de honor ante el catafalco con los restos mortales de Bernardo Jaramillo. Entre otros se observa a Diego Montaña Cuéllar, presidente en la época de la Unión Patriótica.
4.- Más de 50.000 personas parten con el cadáver de Bernardo Jaramillo desde la catedral de Manizales camino al camposanto.
5.- La larga marcha de los caldenses con los despojos mortales de Bernardo Jaramillo por las calles de Manizales.
6.- Protesta en la Carrera Séptima de Bogotá luego del crimen cometido por paramilitares.
7.- Miles de bogotanos hicieron largas filas para rendir homenaje a Jaramillo, velado en el Capitolio, sede del Congreso, en la capital de la República.
8.- Hombres y mujeres jóvenes se turnaron para llevar sobre sus hombros el féretro con los despojos mortales de Bernardo Jaramillo en Manizales, el 25 de marzo de 1990.
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