Resistencia
campesina en el Catatumbo
Lo
que sigue ahora es la más grande solidaridad con los campesinos del Catatumbo y
la denuncia contundente y masiva contra las ejecuciones extrajudiciales
cometidas por las fuerzas represivas del Estado, exigiendo que los asesinatos
de los cuatro campesinos de la región no queden impunes, los responsables de
los mismos paguen política y judicialmente y se soluciones los problemas
históricos de la población de la región.
Por
Santiago Mena Cárdenas (*)
Los campesinos de la zona del
Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, llevan tres semanas
resistiendo a la represión implacable y criminal por parte del Escuadrón Móvil
Antidisturbios y del Ejército Nacional.
Tres semanas en las cuales sus
peticiones y reclamos no han sido tomados en cuenta de manera veraz por el
Gobierno Nacional. La única respuesta que se ha recibido es el ya acostumbrado
señalamiento, la represión y el asesinato de cuatro labriegos.
Los campesinos de la zona del
Catatumbo, integrada por los municipios de Tibú, Ocaña, Convención, Teorama, El
Tarra, San Calixto, El Carmen y Hacarí, todos ubicados al nororiente del país,
exigen la creación de la Zona de Reserva Campesina del Catatumbo como mecanismo que les permita avanzar en
diversas formas de producción y vida.
Los labriegos exigen que el
Gobierno se comprometa, antes de una reunión con el presidente Santos, a
responder exigencias preliminares de los campesinos (ver comunicado, es espacio
siguiente de esta edición) para que entre las comisiones del campesinado y del
Gobierno se pueda materializar el reconocimiento de la ZRC del Catatumbo.
Esto conllevaría a brindar además
una solución al problema de los cultivos de coca a través de un Plan de
Desarrollo Sostenible que brindaría
una alternativa para la sustitución concertada y gradual de estos cultivos y
reparando a los finqueros y cultivadores afectados por esta medida.
Además de esto, en el pliego de
peticiones se plantea la “Suspensión de los proyectos de la locomotora minera y
la política del plan de consolidación en el territorio de la Zona de Reserva
Campesina. Reconocimiento del derecho constitucional de las comunidades
campesinas a ser consultadas y a participar en todas las decisiones que
puedan afectarles.”
El Gobierno Nacional encargó a
Luis Eduardo Garzón liderar, junto al gobernador de Norte de Santander, Edgar
Díaz, las negociaciones con los campesinos del Catatumbo con miras a instalar
la Mesa de Interlocución y Acuerdo, MIA.
El Gobierno no ha atendido con
certeza y veracidad las propuestas campesinas y ha buscado lavarse las manos
exponiendo las “inversiones” que ha realizado en los municipios de la región
del Catatumbo, desconociendo las malas condiciones económicas y sociales de la
zona y no atendiendo la propuesta de la ZRC.
Tuvieron que ocurrir sendas
violaciones a los derechos humanos para que el Gobierno Nacional se dignara
sentarse con los campesinos, en una reunión cumplida en Ocaña, que se suspendió
ante la falta de capacidad de decisión de la delegación del Ejecutivo.
Muestra de la respuesta a balazos
dada por el Gobierno son Diomar Humberto Angarita, Diermides Palacios, Leonel
Jácome y Edison Franco, campesinos asesinados por disparos de fusil de la Fuerza
Pública y alrededor de 20 heridos, hechos muy graves que no han tenido
repercusión ni importancia para el Gobierno, que así pareciera estar estrenando
la ampliación del fuero penal militar, que otorga impunidad a los crímenes
cometidos por las Fuerzas Armadas (Policía, a través de su tenebroso Esmad, y
Ejército Nacional).
¿Y
los medios de comunicación?
Como tradicionalmente suele
suceder con los medios masivos de comunicación como RCN y Caracol, éstos se
vuelven en replicadores del Gobierno, tergiversadores de la información, creadores
de una matriz falaz sobre las protestas, lo que lamentablemente termina siendo
absorbido por muchos colombianos.
Han sido los medios alternativos
los encargados de mostrar la realidad de lo que acontece. Telesur, Prensa Rural,
Independencia TV han sido algunos de los medios que han tomado la batuta de la
veracidad, y han mostrado y denunciado en las diversas plataformas de
comunicación la barbarie que se está cometiendo en el Catatumbo.
Además, las redes sociales se han
convertido en una trinchera de comunicación muy relevante e importante en la
réplica de información y denuncia. A través de la etiqueta #CatatumboResiste
miles de colombianos y personas de todo el globo terráqueo han mostrado su
indignación con el actuar represivo del Estado colombiano.
Expresiones de solidaridad se han
presentado en el país, plantones rechazando la ola represiva de Juan Manuel
Santos y convocando al diálogo con los campesinos han sido las principales
consignas que tienen que multiplicarse en el país, pues no se puede seguir
siendo indolente ante el atropelló del que son víctimas los campesinos, así
como lo han sido los indígenas, los estudiantes y los trabajadores durante años
en Colombia.
Lo que sigue ahora es la más
grande solidaridad con los campesinos del Catatumbo y la denuncia contundente y
masiva contra las ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas
represivas del Estado, exigiendo que los asesinatos de los cuatro campesinos de
la región no queden impunes, los responsables de los mismos paguen política y
judicialmente y se soluciones los problemas históricos de la población de la
región.
(*)
Editor de PARÉNTESIS.
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