sábado, 16 de marzo de 2024
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viernes, 15 de marzo de 2024
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lunes, 11 de marzo de 2024
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sábado, 9 de marzo de 2024
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sábado, 2 de marzo de 2024
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jueves, 29 de febrero de 2024
José Alberto Tejada, en Periodismo Libre, el 26 de mayo de 2022
“ESPERAMOS QUE EL RÉGIMEN DE DUQUE RESPETE LA VOLUNTAD DEMOCRÁTICA”
A un año del levantamiento popular de 2021, el representante a la Cámara por el Pacto Histórico del Valle, José Alberto Tejada, testimonió cómo fue su experiencia comunicacional alternativa en la divulgación de la verdad al lado de los jóvenes, y analizó con Luis Alfonso Mena S., de Periodismo Libre, el trascendental momento que vivió Colombia por las expectativas de triunfo de Gustavo Petro y Francia Márquez el 29 de mayo de 2022, enfrentados a una extrema derecha que pretendía desconocer los resultados de los comicios.
En el siguiente enlace, la entrevista, en PERIODISMO LIBRE:
https://www.youtube.com/watch?v=lCanZialWvE&ab_channel=PeriodismoLibre
Foto captada por Santiago José Mena Cárdenas, el 26 de mayo de 2022, luego de la entrevista con José Alberto Tejada Echeverri para Periodismo Libre, Cali.
miércoles, 28 de febrero de 2024
PERIODISMO LIBRE
Expreso mi más profundo pesar por la partida de José Alberto Tejada, ocurrida este miércoles 28 de febrero de 2024, afectado por una grave enfermedad.
Líder gremial, ex dirigente sindical, empresario, periodista, se comprometió con estoicismo con las intensas luchas sociales en el levantamiento popular de 2021 en Cali y el Valle del Cauca.
Se desempeñaba actualmente como representante a la Cámara por el Pacto Histórico, al ser elegido por el Valle del Cauca como cabeza de lista.
Va mi mensaje de solidaridad para toda su querida familia, para los compañeros del Canal 2, su gran obra de años, y para todos quienes lucharon a su lado por los cambios sociales progresistas en Colombia.
José Alberto deja un legado de esfuerzo y compromiso con las causas nobles de Cali y el departamento.
Valoraremos siempre el ejemplo que dio de periodismo ético y profundamente social en la lucha contra la brutal represión ejercida por el régimen oligárquico en 2021, y su incansable labor por el respeto a los derechos humanos.
José Alberto seguirá presente en el corazón del pueblo colombiano.
Luis Alfonso Mena, Periodismo Libre Cali.
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Foto captada por Santiago José Mena Cárdenas, el 26 de mayo de 2022, luego de una entrevista con José Alberto Tejada Echeverri para Periodismo Libre, Cali.
miércoles, 14 de febrero de 2024
Análisis
domingo, 11 de febrero de 2024
La dictadura de la prensa de la derecha en Colombia
INFIERNO MEDIÁTICO
A
las cuatro de la mañana comienzan los bombardeos desde las estaciones de radio contra
las mentes de la población. A esa hora, con sus noticieros y sus ‘hashtag’
envenenados, ya varios espacios del dial en manos de Caracol, la W, RCN, etc.
inician los disparos directos para adocenar, moldear o torcer la conciencia de
los colombianos, que, según estadísticas, estamos entre los habitantes más
madrugadores del planeta.
A las cinco a.m. les llegan a esas cadenas los refuerzos de Blu Radio, La FM y demás deplorables redes del amarillismo radial, ramplón y vulgar, como Tropicana y sus similares, que explotan el atraso político y hurgan en las bajas pasiones.
Precedidas por el himno nacional, a las seis de cada mañana, con bombos y platillos, todas las cadenas de radio redoblan sus descargas con largas filas de titulares de miedo y violencia editorial, subliminal o abiertamente incitadores del odio contra el Gobierno del Cambio, en la voz de los jefes de las emisoras, que obran como dioses de la mentira impune disfrazada de verdad.
A las siete de la mañana entran en escena los duopolios de la televisión colombiana, Caracol y RCN, acompañados por sus copias en los canales regionales de tv, que dejan la programación de brujos y negociantes de las creencias religiosas en la noche, para sumarse a la ofensiva mediática en las primeras horas del día siguiente.
El campesino que es el primero en estar en pie cada día, el pensionado que duerme poco, la madre que prepara el desayuno para que sus niños vayan temprano a la escuela, el trabajador que se desplaza en bus o en servicio pirata de transporte camino a la fábrica o al rebusque, la profesional que va en su auto a la oficina… a todos impacta el bombardeo de la radio colombiana con un discurso único y directo a sus cerebros: el relato periodístico falaz, con la dosis de odio de cada día contra el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Colombia es un país radial. ¿Quién no oye radio en las mañanas, en el inicio de cada jornada? Los incondicionales de la Internet responderán que ya muchos no la escuchan. Sin embargo, resulta que gran parte de los contenidos de Twitter, Facebook, Instagram y, preponderantemente, de WhatsApp son alimentados por los ejércitos de la radio comercial.
Los ataques continúan. No hay que dejar que el público objeto del bombardeo se pueda guarecer. Al mediodía llega la carga pesada, arriban los meganoticieros de Caracol y RCN en la televisión: tres horas de fuego incesante, de misiles fabricados con desinformación, verdades a medias, mentiras completas y manipulación. Toman el relevo de sus batallones hermanos de la radio.
Se meten en la sopa de millones que van a la mesa con un ojo en la cuchara y otro en el aparato de televisión instalado en el restaurante de almuerzos “ejecutivos”, frente al comedor de la casa o a un lado de la cafetería de la oficina.
Zumban los disparos a diestra y siniestra, a esa hora ya reforzados por las granadas recalzadas con intrigas, espionaje y más veneno lanzado por El Tiempo, El Colombiano, Semana y otros libelos que hegemonizan YouTube y portales Web, con grandes equipos e inversiones multimillonarias, y por los periódicos, impresos o virtuales, que copan la Internet.
El periódico El Tiempo, el edecán de la prensa de la oligarquía santafereña, santanderista y paradigma de la red de poder mediático de los gobiernos del establecimiento liberal-conservador a lo largo de la historia, se jacta de estar en el primer lugar de las estadísticas de lectura de páginas Web, incluso por encima de Semana y otras publicaciones sumadas a la gavilla contra las reformas sociales del presidente Petro.
La comunicación de hoy es transversal y casi ninguna empresa periodística se dedica al vertimiento de sus contenidos a través de solo un medio: impera ahora la producción multimedial.
Para no ir muy lejos, miremos los emporios RCN y El Tiempo, con redes no sólo en Internet (como todos ahora), sino en radio, tv, impresos múltiples, empresas editoriales, rotativas y todo el campo de la industria editorial, comunicacional y del entretenimiento. Verdaderos pulpos.
El día avanza y el embate mediático no da tregua: llega a los programas deportivos de la una de la tarde en adelante, en los que la ignorancia campea y, como la ignorancia es atrevida –dicen los abuelos–, pues los ‘periodistas’ del divertimiento también meten baza para no dejar terreno libre a la verdad.
En la tarde los programas de la radio vuelven a ser trinchera de la derecha, con la burla ordinaria, el racismo y la mentira impune disfrazados de “humor” en Luciérnagas y otras yerbas, hasta que arriba la noche con una nueva andanada, esta vez vestida de opinión, en espacios sesgados, desequilibrados y clasistas con traje de “analistas” en la Hora 20, Nocturna y otras oscuridades.
La noche avanza con más noticieros de televisión al servicio del empresariado y la politiquería, no solo los de Caracol y RCN, sino CM& y los mediocres informativos de la tv regional, hasta la medianoche, que aparece con más boletines en las horas de las tinieblas.
Unas horitas de sueño, y a las cuatro a.m. del día siguiente vuelve y juega el círculo del dial infernal.
¿QUÉ
ES LA HEGEMONÍA?
¿Cómo se llama todo ese recorrido que acabamos de hacer, grosso modo, por el universo de la prensa colombiana, de los medios del sistema?
Se llama hegemonía, es decir, la imposición de un poder preponderante, el dominio a lo largo de mucho tiempo, basado en un soporte económico multimillonario aplastante, caracterizado por su gran incidencia (no solo influencia) en millones de personas de todas las clases sociales y procedencias económicas, con un fin supremo: el mantenimiento del ‘statu quo’, de un establecimiento de élites oligárquicas, del sistema político y económico bicentenario.
¿Cuál es la misión de las hegemonías mediáticas en la actualidad en Colombia? Destruir el proceso de cambios sociales y políticos iniciado en el Gobierno del presidente Gustavo Petro, para lo cual no se paran en posiciones éticas ni en el respeto a la tan fementida “objetividad periodística” con la que hacen gárgaras.
Por el contrario, generan matrices de desinformación diarias, crean escándalos, compiten entre sus componentes para “descubrir” nuevos hechos que puedan enlodar al gobierno y a los partidos que lo respaldan, para desestabilizarlo, hacer inmanejable el país. Fungen como parte de la conspiración, dentro del golpe que prepara la extrema derecha.
En este marco, hablamos no sólo de la comunicación alternativa, sino de periodismo contrahegemónico, esto es, el que hace frente a ese universo de imposición, de dictadura mediática que todos los días bombardea –desde su posición de preeminencia y poder económico, ideológico y político–, las ideas y las acciones del cambio, el periodismo que hace frente a esa dominación que inocula con sus dardos envenenados las mente de millones de colombianos sobre los que tiene influencia e incidencia y a los que procura someter con un discurso único.
Los medios hegemónicos, aparatos ideológicos del Estado, medios del viejo régimen, operan como cancerberos de los privilegios de las élites empresariales y latifundistas, y, en el abuso total, pretenden que no se les contradiga ni se develen sus falacias, so pena de lanzar sobre quienes lo hagan el haz de la venganza inquisidora.
La hegemonía que debemos enfrentar es la dictadura de los medios del ‘statu quo’, la prensa del sistema, como la llamó en su momento la revista Alternativa.
Es pertinente tener en cuenta que el concepto de “alternativo” es en la actualidad bastante manoseado desde distintos ámbitos que se autodenominan de esta forma sin serlo, pues no confrontan las hegemonías, como efectivamente debe hacerlo un verdadero periodismo alternativo.
(A propósito, la revista Alternativa, de la que hicieron parte, entre otros, Gabriel García Márquez, Orlando Fals Borda, Jorge Villegas Arango, Antonio Caballero y Enrique Santos Calderón, cumplirá el 15 de febrero cincuenta años de haber sido fundada.
Alternativa circuló entre 1974 y 1980 y constituyó un medio de información y debate del campo obrero y popular de enorme importancia para visibilizar las ideas de la oposición y las luchas de la izquierda en una época conflictiva, en la que fue perseguida por el establecimiento representado en el oscuro régimen de Julio César Turbay Ayala, el del Estatuto de Seguridad, las torturas y los consejos verbales de guerra para los civiles).
LOS
COMPONENTES DE LA HEGEMONÍA
Vivimos tiempos de cambios que imponen a todos los actores y colectivos sociales comprometidos con las transformaciones estructurales en Colombia atender una vena esencial para que el proceso iniciado el 7 de agosto de 2022 avance: la vena comunicacional.
El viejo régimen, ese que se resiste a aceptar las decisiones de la “democracia” de la que se ufana, lleva un año y medio lanzando alaridos desde sus micrófonos y su prensa contra el mandato popular iniciado por el presidente Petro.
El diagnóstico de la coyuntura está hecho: durante las últimas semanas el bombardeo se ha recrudecido contra el Gobierno del Cambio desde todos los flancos del sistema para impedir las reformas sociales en salud, derechos laborales y pensionales, paz total, entrega de tierras, igualdad y medio ambiente. Y para evitar que la Corte Suprema de Justicia elija la fiscal que reemplace al nefasto Francisco Barbosa, uno de los líderes de la sedición, del golpe blando y de la lawfare (guerra jurídica) en marcha.
El nuevo poder político en formación liderado por el presidente Petro y la vicepresidenta Francia Márquez enfrenta una gavilla brutal, cuyos componentes constituyen, ni más ni menos, el poder hegemónico de larga y violenta historia en Colombia: grandes empresarios, latifundistas y paramilitares, voceros de los gremios patronales, partidos políticos de la derecha, la extrema derecha, el “centro”, las altas y burocratizadas cortes judiciales, los corruptos, los paramilitares y demás bandas criminales, los politiqueros y las mafias regionales, los y las viudas del poder, el viejo régimen uribista, decadente y derrotado, aupados y respaldados todos por los medios masivos, convertidos, como ha sido la experiencia histórica en Latinoamérica, en instigadores del odio en busca de destruir el proceso político en construcción.
LA
ESTRATEGIA CONTRAHEGEMÓNICA
Para hacer frente a ese poder, a esa hegemonía debemos proponernos construir un camino alternativo, avanzar en la búsqueda de la verdad (la veracidad) y la autogestión en procura de la liberación de la palabra, de levantar a los insumisos contra la dictadura de los medios de las élites.
Debemos proponernos estudiar, debatir y construir colectivamente métodos, caminos, estrategias contra las hegemonías que configuran el establecimiento económico, político y social oligárquico, empezando por la hegemonía mediática que le da soporte ideológico y propagandístico a las clases dirigentes.
El cuestionamiento de las hegemonías no solo debe desenmascarar a los agentes internos de ella, sino a los internacionales, pues las redes sociales, que muchos asumen como el escenario ideal y casi único para el ejercicio comunicacional, están sometidas también a la dictadura internacional de los monopolios dueños de Google, Facebook, Twitter, WhatsApp, etc., que a la hora de censurar las voces alternativas no lo dudan: Telesur, RT, Sputnik y tantos otros medios alternativos mundiales ya han padecido la censura.
La lucha contrahegemónica es mundial contra el imperio comunicacional mediático planetario y sus adláteres en Colombia.
Cali, domingo 11 de febrero de 2024.
NOTA: Este artículo es una actualización de otro ya publicado el lunes 27 de marzo de 2023.
PERIODISMO LIBRE, CALI
viernes, 9 de febrero de 2024
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viernes, 17 de noviembre de 2023
Panamericanos, Juegos Nacionales y Eliminatorias Fifa
Por Luis Alfonso Mena
En la conspiración contra el presidente Gustavo Petro, y contra las esperanzas de cambio del pueblo colombiano, las derechas de los diferentes pelambres agreden en todos los escenarios, y ahora lo hacen en los estadios.
No les basta con las multimillonarias estructuras mediáticas que tienen a su servicio, desde las que bombardean a diario, con mentiras y calumnias, las mentes de las audiencias, secuestradas por la manipulación.
Ni el despiadado y delincuencial sabotaje a las reformas sociales que los senadores y representantes de los partidos del establecimiento oligárquico se niegan a discutir, en vulgar filibusterismo parlamentario: no asisten a las sesiones, pero eso sí, cobran puntualmente sus gigantescos sueldos de 43 millones de pesos mensuales, que salen del bolsillo del pueblo colombiano. Ladrones de cuello blanco.
Tampoco les son suficientes las calles a las que recurren cada vez que les da la gana para incitar al odio, quemar imágenes del Presidente y llamar, impunemente, al magnicidio.
En su bestial campaña de desestabilización recurren ahora a los estadios, como sucedió en Pereira y en Barranquilla.
COBARDES EN BARRANQUILLA
Este jueves 16 de noviembre utilizaron la casa del nefasto clan Char, los dueños del equipo Atlético Junior, al que usan como trapo electorero engaña hinchas para perpetuarse en el poder en Barranquilla. Allí, un grupúsculo de extremistas fachos montó un show grotesco contra el Presidente y agredieron de manera cobarde a su hija menor, una niña de 15 años de edad que asistía al Estadio Metropolitano a observar el partido de la Selección Colombia frente a la de Brasil.
Para esa agresión trataron de usar todo lo que rodeó el repudiable secuestro del papá del futbolista Luis Díaz, secuestro infame que estaba dirigido por sus perpetradores y por quienes los utilizaron a joder el Gobierno del presidente Petro. Ese era el objetivo de fondo, en plena campaña electoral.
Ahora muchos no reconocen que gracias al Gobierno y a su política de paz, Manuel Díaz fue liberado sano y salvo por los criminales que cometieron el hecho. Incendiarios de la ultraderecha difundieron incluso mensajes que revelaban perversos deseos de que ocurriera una tragedia.
La oligarquía y sus mensajeros tratan de capitalizar todo en el marco del golpe de Estado que urden día a día: fascistas despiadados dispuestos a todas las formas de violencia.
Y para ello no dudan en usurpar los espacios del deporte, por las pasiones que éste genera en multitudes, aunque una parte de él –como ocurre con el fútbol profesional, varios equipos de la Liga Colombiana y la Fifa–, es manejado por negociantes voraces y corruptos.
En el partido que le ganó Colombia a Brasil 2 a 1, los ignorantes y mediocres que fungen como “comentaristas” de tv y emisoras de radio estaban en la línea de meter cizaña, en consonancia con los corifeos del uribismo en el Metropolitano.
¡Pretenden imponer la vulgaridad vociferante de la lumpen burguesía neo paraca colombiana, varios de cuyos más lamentables especímenes se paseaban por el estadio muy orondos!
DE SANTIAGO A PEREIRA
En los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, culminados el 5 de noviembre, hacían fuerza para que nuestro país no superara la actuación alcanzada en los Juegos celebradas en Lima en 2019, y hablaban de “debacle”, también para joder al Gobierno Petro.
Pero en Santiago se quedaron con los crespos hechos, porque allí finalmente Colombia tuvo una participación histórica, que superó la de Lima, con 29 medallas de oro y 101 en total, la más alta en unos Panamericanos. Ocupó el sexto lugar en la tabla general, al lado de las potencias olímpicas del continente.
Y ni qué decir del grotesco show que montaron contra la ministra del Deporte, Astrid Rodríguez, en la jornada inaugural de los Juegos Atléticos Nacionales en el Estadio Hernán Ramírez de Pereira, el sábado 11 de noviembre.
Allí usaron el sabotaje con el sonido que distorsionó terriblemente su voz al hablar en la inauguración del certamen, y quisieron presentarla como si ella estuviera ebria, cuando en realidad la funcionaria ni fuma ni bebe licores.
(El respaldo del Gobierno, a través del Ministerio del Deporte, al evento ha sido determinante y fundamental. Lo mismo que su compromiso de financiación de los Panamericanos que se cumplirán en Colombia en el año 2027).
Todo lo tratarán de usar en lo sucesivo contra el Gobierno del Cambio. Saben de la importancia del deporte para las multitudes y de los elementos simbólicos que lo rodean.
Además, insistimos, buscan proteger los negocios multimillonarios que se mueven detrás del deporte, especialmente del fútbol profesional, ante la lucha a fondo contra la corrupción y las mafias en todos los ámbitos declarada por la Presidencia de la República.
Así que tenemos que salirle al paso a la guerra que nos han declarado la derecha y la extrema derecha, el uribismo fascista, sus mandaderos y cómplices de múltiples pelajes. Todos, a defender, sin ambages ni mezquindades, el Gobierno que elegimos en 2022.
Y a éste, lo llamamos a la difusión masiva de todo lo positivo que viene haciendo, con el viraje hacia una información alternativa eficaz y oportuna. En ello venimos insistiendo de tiempo atrás, porque el cambio también debe ser comunicacional.
Cali, viernes 17 de noviembre de 2023.
PERIODISMO LIBRE