martes, 22 de febrero de 2011

EDICIÓN No. 30



Se fue el rector de la Santiago

A las 4:30 de la tarde del miércoles 23 de febrero de 2011 se oficializó la renuncia de Hebert Celín Navas a la rectoría de la Universidad Santiago de Cali, USC.
La misma fue pactada mediante un controvertido acuerdo aprobado por mayoría en el Consejo Superior de la institución, organismo que escuchó al saliente funcionario en una larga y acalorada sesión que generó expectativa durante todo el día en el establecimiento educativo.
Se considera la salida de Celín Navas como un triunfo de los estudiantes y profesores que durante tres días la exigieron en una asamblea permanente.
La protesta de los alumnos fue pacífica y organizada, aunque el lunes 21 de febrero se suscitó una refriega en la entrada sur del alma máter, cuando la Policía quiso ingresar a ella.
Esta circunstancia fue rápidamente superada. La foto fue captada de manera oportuna por José Julián Mena Rivera, estudiante de Comunicación Social de la USC.

ÍNDICE

1. Análisis. La crisis en la Usaca

Urge la refundación de la Santiago

2. Noticia. Así fue la protesta universitaria

Renunció Celín, pero el debate sigue

3.- Análisis. El norte de África y el Medio Oriente
Las  rebeliones blancas

4. Ensayo. Economía y sociedad (II)
Capitalismo y desarrollo sostenible

5.- Opinión. La perversión de la política regional
La amenaza del clientelismo


1. Análisis. La crisis en la Usaca

Urge la refundación de la Santiago

* El nuevo rector no debe ser una continuación del saliente ni un emisario del partido de la U, el PIN, el liberalismo o el conservatismo…
* La Universidad Santiago de Cali necesita reformar su paquidérmico Consejo Superior, órgano sumiso a los dictados de los poderes establecidos.
* Se requiere la convocatoria a elecciones con un reglamento que garantice pluralismo y que acabe con la feria de los millones en ellas.
* Ante la deslegitimación del Consejo Superior, resulta pertinente la realización de una gran asamblea de estudiantes, profesores y egresados que discuta el futuro de la universidad.

Por Luis Alfonso Mena S. (*)
La crisis de la Universidad Santiago de Cali, USC, requiere decisiones de fondo, no maquillajes ni nuevas repartijas burocráticas y de poder, de esas que simulan cambios, pero que dejan todo igual.

No es suficiente la renuncia del rector, Hebert Celín Navas, ocurrida el miércoles 23 de febrero como consecuencia de la protesta de estudiantes y docentes que señalan el fracaso de su gestión y reclaman claridad sobre las irregularidades denunciadas en la institución.

Urge un juicio de responsabilidades sobre él y su equipo de dirección, así como también sobre el Consejo Superior, cuyos miembros, con muy pocas excepciones, han estado sumisos a sus dictámenes.

En la Santiago hay un statu quo, un establecimiento plagado de vicios, politiquería, clientelismo y desgreño que debe ser transformado con la participación de toda la comunidad universitaria.

Quien ocupe ahora la Rectoría en propiedad no puede ser una cara nueva con vicios viejos. Ya se alzan aspiraciones desde los sectores politiqueros: el uribismo, el santismo, el partido de la U, el PIN, el conservatismo, el liberalismo… O desde continuadores de Celín Navas.

Para ello se esgrimen sofismas y justificaciones de parte de los numerosos grupos en que está fracturada la vida universitaria. Cada feudo busca pactos o señala adversarios: impera la política pequeña de la oportunidad, no la política de la democracia plena.

Los clientelistas hacen cálculos a través de sus representantes, dentro y fuera de la Universidad. Las ansias de poder son evidentes. Pero la Santiago requiere de una rectoría con legitimidad a toda prueba.

Docentes y empleados se debaten entre el temor, la inconformidad y la confusión. En las directivas, de las que hacen parte no pocos profesores, crece la pugna por el poder ante la renuncia del rector.

Estudiantes y profesores han venido poniendo los dedos en las crecientes llagas de la institución, realizaron protestas desde el lunes 21 de febrero y generaron un hecho político de gran repercusión en la USC. Y a todas estas, el Consejo Superior aparece abyecto al statu quo, sin autonomía, a los pies del mando de turno.

Ejemplo claro y patético de ello fue la sesión del miércoles 26 de enero de 2011, cuando una aplastante mayoría de sus 121 miembros hizo oídos sordos a los justos reclamos de profesores hora/cátedra, a quienes un acuerdo les rebajó el sueldo en un 21,5%.

El mencionado organismo se burló del reclamo de los profesores que exigían que el valor de la hora/cátedra retornara al que existía en 2010 ($39.247) y se derogara la decisión de rebajarlo a $30.800. La gran “solución” fue subirlo ¡en $700!
Elecciones transparentes
Hay que recordar las circunstancias que caracterizaron las elecciones de este y otros organismos de “cogobierno” el 9 de septiembre de 2009.

Esos comicios ocurrieron en medio de un inconcebible despliegue de campañas costosas, en las que primaron el licor y la rumba (como lo evidencian las fotos anexas a este artículo, tomadas en la mañana del 10 de septiembre de 2009).

Ese despliegue de gastos millonarios no compagina para nada con el ambiente de discreción y sobriedad que debe identificar unos comicios universitarios.

Por ello, la convocatoria a elecciones anticipadas que se debe hacer para la reforma estatutaria que requiere la Santiago tendría que estar precedida de un reglamento de la campaña que establezca límites a los gastos y certifique al milímetro su transparencia.

Es una de las formas de garantizar, en alguna medida, que se produzca la elección de personas representativas, con liderazgo y propuestas, no de simples mandaderos de determinados intereses que asisten a las reuniones del Consejo a almorzar y a votar lo que les ordenan.

La reducción del Consejo Superior, que hoy padece de una macrocefalia derivada de los cálculos politiqueros, no es suficiente.

Se requiere el rescate del espíritu de los órganos de cogobierno: la crítica, el control y las decisiones democráticas al servicio de toda la comunidad universitaria y no de los grupos de poder, que los pervirtieron y convirtieron en centros de negocios.

En las actuales circunstancias, ante la profunda deslegitimación del Consejo Superior, la Universidad necesita su refundación.

La realización urgente de una gran asamblea triestamentaria de profesores, estudiantes y egresados que discuta a fondo el futuro de la institución sería el primero de muchos pasos en esa dirección.

Los diversos actores y sectores con asiento en la cotidianidad del alma máter tienen la palabra.

(*) Director de la revista virtual ¡Periodismo Libre! y del periódico universitario Paréntesis. Profesor de la Universidad Santiago de Cali.





Gráficas como éstas, captadas en el parqueadero principal de la Universidad Santiago de Cali en la mañana siguiente a las elecciones de los órganos de cogobierno realizadas el 9 de septiembre de 2009, son reflejo del manejo que se da a las campañas dentro de la institución. Un manejo no caracterizado propiamente por la sobriedad, como corresponde al ámbito académico, sino a imagen y semejanza de las jornadas políticas nacionales, realizadas a costos millonarios y en las que cunden el licor y la parranda. Estos comportamientos deben desaparecer del alma máter. (Fotos: Luis Alfonso Mena S.)

2. Noticia. Así fue la protesta universitaria

Renunció Celín, pero el debate sigue


¡PERIODISMO LIBRE! estuvo presente durante los tres días de las protestas de estudiantes y docentes en la Universidad Santiago de Cali en las que se exigió la renuncia del rector de la institución. El reportaje gráfico que acompaña esta noticia constituye un seguimiento paso a paso de lo ocurrido.

Texto y fotos: José Julián Mena Rivera (*)
Tras 60 horas de movilización estudiantil, en la Universidad Santiago de Cali, USC, se decretó la normalidad académica una vez el rector del alma máter, Hebert Celín Navas, renunció, como lo exigían mayoritariamente alumnos y docentes.

El desbloqueo del edificio financiero, tomado por estudiantes de medicina y derecho que reclamaban solución a problemas de sus facultades, fue uno de los últimos desarrollos de la protesta, iniciada el lunes 21 de febrero.

A primera hora del miércoles 23 de febrero los estudiantes se encontraron con el cierre de los bloques uno y dos. El objetivo, según declaraciones de los manifestantes, era “presionar a la administración y al profesorado para que se solidarizaran, puesto que la confrontación con algunos de ellos el día anterior los había agotado”.

Ese mismo día en las afueras del Bloque Siete, en cuyo quinto piso sesionaba el Consejo Superior, los estudiantes lograron que la reunión en la que se iba a escuchar al rector fuera difundida a toda la comunidad universitario mediante altoparlantes.

La Mesa Directiva del organismo presentó una propuesta  para dar vía libre a la salida del rector. En el segundo punto, el documento plantea “que teniendo en cuenta que en la actualidad existe un contrato de trabajo entre la Universidad y el señor Celín Navas, el cual finaliza el 31 de diciembre de 2014, como actitud propia de este centro educativo se le reconocerá y se le pagarán las prestaciones y demás derechos pactados en dicho contrato, pero únicamente hasta el 31 de diciembre de 2012”.

En su tercero y cuarto ítems manifiesta que “las partes se garantizan el acceso a la información y se comprometen a no iniciar ninguna acción legal entre sí”.

Como antesala a la votación que determinaría su salida del claustro académico, el hasta ahora rector pronunció un discurso en el que formuló toda clase de señalamientos sobre sus adversarios, a quienes dijo que perdonaba.

La votación del Consejo Superior determinó la aprobación del acuerdo formulado por la Mesa Directiva, el cual contó con la oposición de un pequeño sector del organismo que considera que en las circunstancias del retiro de Celín Navas (derivado sindicaciones por presuntas irregularidades en su administración), no tiene presentación pagarle sus altos salarios durante dos años.

Una vez aprobado el acuerdo, Celín Navas abandonó las instalaciones de la Santiago, bajo un fuerte cordón de seguridad y con el apoyo de sus seguidores, principalmente funcionarios de la institución.


La inconformidad de un sector de los estudiantes prorrogó el término de la sesión del Consejo Superior, pues manifestaban que no abandonarían el bloque administrativo si antes no se definía el derrotero a seguir para el futuro de la institución.

Se declaró en acta de la reunión que se buscará la reforma estatutaria de la Universidad y que en ella se implicará a todos los actores institucionales.

Los temas a tratar en los próximos días son la reducción de los miembros del Consejo Superior, la reforma estatutaria, elección de rector en propiedad, entre otros.

A las 6:45 de la tarde del miércoles 23 de febrero se levantó la sesión extraordinaria del Consejo Superior, sin dejar indiferentes a quienes de forma visible o audible participaron de un hecho histórico, que copó la atención de los diferentes estamentos de la Usaca, paralizada durante tres días.

La toma del alma máter respondió a la inconformidad expresada por el estudiantado que pidió la renuncia inmediata del rector, así como de los directivos y convocatoria a nuevas elecciones de Consejo Superior, un proceso transitorio que terminaría en la reforma estatutaria institucional.


Los alumnos planteaban, asimismo, que es necesario que se tramite una constituyente universitaria y que se modifique el perfil para los candidatos que aspiren a la rectoría, decanaturas y docencia.


(*) Estudiante de Comunicación Social de la Universidad Santiago de Cali.














Reportaje gráfico
* Las fotos corresponden a la jornada iniciada el lunes 21 de febrero con algunas dificultades, como las refriegas suscitadas en dos de las entradas a la universidad.

* También aparecen fotos de las reuniones cumplidas en la Plazoleta de los Sabios y frente a La Paola, sitio de encuentro tradicional en el alma máter

* De igual forma, fotos del “zapatón” cumplido el miércoles 23 de febrero a la entrada de la Santiago, de la larga espera de la renuncia de Celín Navas por parte de los estudiantes, frente al edificio donde sesionaba el Consejo Superior, y de la euforia de ellos una vez la dimisión se produjo.

* La fotografía que abre este informe corresponde al momento en que Celín Navas salía de la Santiago, fuertemente custodiado, luego de su renuncia.

3.- Análisis. El norte de África y el Medio Oriente

Las  rebeliones blancas

El proyecto iraní, de defensa soberana con la disuasión nuclear y la obtención de un mejor posicionamiento geopolítico, puede encontrar en esta coyuntura de rebelión popular transfronteriza el mejor momento para aprovechar  la furia de  las naciones y conducir las reclamaciones hacia la cohesión chiita,

Por Alberto Ramos  Garbiras (*)
Algunos medios de comunicación se refirieron a las revueltas en Túnez y Egipto con el calificativo de revoluciones blancas. Similar situación se está presentando en Argelia, Yemen, Jordania, Libia, Marruecos, Siria, Bahréin, Irán y otros  países del área. Son manifestaciones masivas de rechazo a largos gobiernos dictatoriales, donde las libertades individuales han estado coartadas, la pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades se han extendido.

No son revoluciones porque éstas implican acciones de aparatos armados que las promuevan para transformar las estructuras sociales, económicas, jurídicas y políticas de un país. En este caso del despuntar del 2011 la sociedad civil se está levantando en la zona árabe contra medidas de excepción prolongadas y por el desempleo creciente sin desafíos armados. Entonces son rebeliones populares blancas, no sangrientas, pero efectivas. No se inician con actos sangrientos y no hay actores colectivos armados conduciendo los reclamos. Los hechos de sangre son saltuarios, no son la constante y los provocan los infiltrados, los esbirros. Y lo más llamativo es la juventud árabe macartizada en occidente por sus rasgos, como terroristas, los que sin salir con armas a las plazas públicas, están propiciando los cambios sociales y políticos con una celeridad impresionante.

4. Ensayo. Economía y sociedad (II)

Capitalismo y desarrollo sostenible

La humanidad se encuentra en una encrucijada: por un lado, la amenaza del desastre ecológico y, por otro, la inflexibilidad del sistema capitalista para realizar cambios estructurales que modifiquen radicalmente la situación presente.

Por Arcadio José Guzmán Nogales (*)
El capitalismo mundializado quebranta la naturaleza y pone en peligro la existencia misma del planeta. Su desaforado crecimiento económico, el consumismo y la pobreza mundial que genera destruyen los recursos naturales y producen desechos que sobrepasan los límites de sostenibilidad de la tierra.

Las graves consecuencias ecológicas del capitalismo están a la vista. En la agricultura, las empresas transnacionales (ET) del “agrobussines”, envenenan la biodiversidad con cultivos transgénicos, fertilizantes químicos y biocidas (insecticidas, herbicidas, fungicidas); y desatan procesos de erosión y desertización irreversibles.

5.- Opinión. La perversión de la política regional

La amenaza del clientelismo

Indudablemente que en ciudades como Pereira, Armenia, Manizales, etcétera, el valor del voto se habrá encarecido ante el desempleo, la informalidad y la pobreza, un círculo vicioso que a la postre premiará a los candidatos que más estén forrados en dinero, provenga de donde provenga.

Por Carlos Alfonso Victoria M. (*)
El clientelismo ha sido la ruta que ha conducido a la destrucción de las instituciones por parte de todo tipo de mafias. La para-política es un ejemplo elocuente. Las recientes denuncias de la MOE de riesgo electoral  es una advertencia más sobre el poder de las maquinarias y asociaciones para delinquir, en las que se han convertido algunas facciones políticas. Según la Misión de Observación Electoral, 1 de cada 4 votantes conoce a alguien que ha vendido su voto. (http://www.moe.org.co/webmoe)

En el contexto regional, es un atavismo inoculado en los tuétanos de una sociedad sometida por caciques y gamonales. En el presente, por “una sociedad de capos…”, y no propiamente de dirigentes, como alguien lo ilustraba en las redes sociales.  Y es que el clientelismo es la esencia de una cultura política asociada a la caza de rentas públicas, por parte de ilustrados y plebeyos, de empresarios y peones. Es el contrato social mediado por ambiciones en el que se diluye la naturaleza pública del Estado y lo que se parezca.