Foto tomada de www.tercerainformacion.es |
¡No
más quemas de la caña: paz sin pavesas!
Por Luis Alfonso Mena
S.
En Cali se están dando los primeros pasos de un colectivo de defensores del medio ambiente, que tiene entre sus tareas iniciales la lucha contra la quema de la caña de azúcar en los departamentos del Valle del Cauca, el Cauca y Risaralda.
La
quema de la caña es un procedimiento utilizado de tiempo atrás por los grandes
ingenios azucareros de la región, como mecanismo para la recolección del producto
agrícola que, de acuerdo con estudiosos del fenómeno, hace un daño enorme en materia
de salud a los obreros y a la población que habita los municipios adyacentes a
los cultivos, como lo reveló la película La
tierra y la sombra.
El
colectivo ya tuvo una primera reunión, que se cumplió el 13 de enero de 2016 en
instalaciones de la Universidad Libre de Cali y contó con asistencia de
ambientalistas, abogados, activistas sociales y sindicales, quienes hicieron
una discusión amplia sobre la práctica de la quema de la caña, lo mismo que
sobre otros problemas.
Dentro
de las temáticas que motivaron el debate estuvieron el cambio climático, el
fenómeno de El Niño, la defensa del agua y la soberanía alimentaria, en una
región como el Valle del Cauca sometida a un monocultivo que ha tenido graves
consecuencias para la economía y el desarrollo agrícola de la zona.
En
el encuentro se acordó la redacción de un documento base para la definición de
puntos de acuerdo, en la perspectiva de que el colectivo sirva de canal para la
denuncia de los problemas que afectan el medio ambiente en la región,
comenzando por el de la quema de la caña de azúcar, y de mecanismo de acción
para enfrentarlos y buscar soluciones.
La
realización de un foro sobre este tópico figura en la agenda de actividades que
serán definidas en la nueva reunión convocada para este miércoles 27 de enero,
a la que pueden asistir todos los interesados en la defensa del medio ambiente
y en participar de esta iniciativa.
Aportes a la discusión
El
ambientalista Armando Palau Aldana, abogado
que ha liderado numerosas acciones legales por atentados contra el medio
ambiente en la región, hizo un recorrido a lo largo de los efectos dañinos de
la quema de la caña, y advirtió además sobre el hecho de que los grandes
ingenios se han adueñado del agua y han desecado centenares de hectáreas de las
mejores tierras del Valle del Cauca.
Alexander Carrillo,
integrante del grupo Ecosocialistas (anteriormente Presentes por el Socialismo)
dio a conocer su experiencia en la lucha frente al Ingenio San Carlos y
denunció las maniobras de los emporios azucareros, que “cuando ven que sus
quemas se salen de control por el cambio de dirección de los vientos inventan
denuncias y hablan de ‘manos criminales’”.
Por
su parte, Carlos Junca, quien
asesoró a los corteros de la caña en sus luchas de 2005 y 2008 e impulsa una
editorial independiente sobre temas ambientales, propuso la realización de una
campaña de recolección de miles de firmas contra la quema de la caña y una
amplia denuncia sobre los efectos nocivos de ese procedimiento en la salud de
los pobladores de las zonas cercanas a los cultivos.
Según
Álvaro Marmolejo, otro de los
participantes en la reunión, vinculado al Grupo Ciudad y Región, la quema de
caña es una forma de agresión al campo y al proletario, pues un cortero, luego
de ese procedimiento, pierde entre tres y cuatro litros de líquido y padece
tetania (espasmos musculares dolorosos). “Han agredido al proletariado, esta es
una burguesía voraz y criminal”, enfatizó.
El
abogado y catedrático universitario Daniel
Libreros, estudioso de las problemáticas del medio ambiente en el mundo de
hoy, se mostró partidario de desarrollar una campaña ligada al proceso de
diálogo del Gobierno con la insurgencia, y sostuvo que urge “una paz sin
pavesa, sin contaminación”.
Jorge Luis Vallejo,
sociólogo vinculado Ecosocialistas, destacó la importancia del aporte de los
obreros a la campaña contra la quema de la caña, alertó sobre posiciones
equivocadas existentes en la orientación de varios de los sindicatos de
corteros de la región, y sostuvo que hay que ganar su adhesión.
El
dirigente social Juan Pablo Ochoa,
amplio conocedor del fenómeno y quien acompañó a los proletarios del azúcar en
sus luchas de 2008, también se refirió al tema, señaló que la precarización laboral
de los obreros ha aumentado y aseveró que debido a directrices trazadas por un
determinado sector político en los sindicatos de corteros se presenta ahora un
estado de “desilusión”, frente a lo cual urgió “un serio trabajo pedagógico”.
Jesús Darío González,
coordinador del Observatorio de Realidades Sociales de la Arquidiócesis de
Cali, manifestó que es preciso saber “qué está pensando la oligarquía cañera,
cómo están el cuerpo popular y los cuerpos de investigación”, e indicó que “no
se pueden soslayar el escenario de paz, los modelos de paz y la escasez de agua
en los ríos”. Podría haber “una triada de debate: agua, cambio climático y paz”,
puntualizó.
En
desarrollo del encuentro del 13 de enero también participaron Alberto Giraldo Gallego, líder de la
Comuna 8 de Cali, y el jurista y defensor de derechos humanos Danilo Guarín, quienes expresaron su
decidido respaldo a las iniciativas surgidas de este encuentro.
En
el Valle del Cauca se ha iniciado la búsqueda de acciones contra los graves
problemas medioambientales y sociales que la aquejan, y el de la quema de la
caña de azúcar que afecta la salud y la vida de miles de pobladores del
departamento es el punto de partida.
Cali, domingo 24 de
enero de 2016.
Aspecto de la reunión de defensores del medio ambiente, realizada el miércoles 13 de enero en la Universidad Libre de Cali. (Foto: Luis Alfonso Mena S.). |
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