domingo, 26 de mayo de 2024

Documento central de la Asamblea contra la amenza golpista

DECLARACIÓN POLÍTICA DE LA ASAMBLEA POPULAR DE CALI POR LA PAZ, LA DEMOCRACIA Y LAS REFORMAS SOCIALES

Los movimientos y organizaciones sociales, los colectivos políticos, las ciudadanías libres, los líderes y lideresas que hacen parte del Colectivo de Unidad Popular de Cali, después de trabajar durante meses para debatir, propiciar la organización y la  formación política del constituyente primario, presentan al pueblo la siguiente declaración:

1.- Rechazar el golpe blando y apoyar al Presidente y al gobierno del cambio. Ante el avance del cambio social e institucional en Colombia, encabezado por el Presidente Gustavo Petro y las fuerzas del progresismo aglutinadas en torno al Pacto Histórico, e impulsados con el apoyo fervoroso e incontenible del pueblo; la respuesta de la oligarquía tradicional y las élites corruptas de viejo y nuevo cuño se ha dirigido a  crear un ambiente de incertidumbre y zozobra orientado a desestabilizar el equilibrio de poderes, deslegitimar el gobierno progresista y resquebrajar la gobernabilidad democrática establecida por el primer gobierno popular de la historia del país. Con ello se espera propiciar el clima necesario para poner en práctica un golpe de mano que impida progresar en los cambios necesarios en pos de la justicia social y de la profundización de la democracia.

En Latinoamérica la ultraderecha populista puso de moda esta estrategia. En Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil, Honduras, Guatemala y ahora Colombia, las acciones desestabilizadoras, con el apoyo de los medios masivos de comunicación, en manos de grandes corporaciones, y mediante el uso de verdades prefabricadas, de mentiras magnificadas y mil veces repetidas producen noticias falsas que desvirtúan los avances realizados, desconocen el apoyo hacia el gobierno y crean un descontento ficticio contra el Presidente y sus políticas. Todo ello orientado a movilizar a los sectores políticamente más atrasados de la población para apoyar la persecución judicial que, mediante el manejo abusivo de las leyes, desencadenan contra funcionarios, congresistas  y el mismo Presidente de la República, con  la complicidad de organismos de control, como la Procuraduría y la anterior Fiscalía, y  magistrados corruptos de las altas cortes.

Por ello, es preciso avanzar de manera decidida en el impulso de acciones organizadas del constituyente primario, ratificando la voluntad de ganar la calle, de llenar las plazas para decir no al golpe de mano, blando o cruento, y ratificar de manera contundente el apoyo al gobierno y a la construcción de poder popular y ciudadano. En este sentido, es necesario aunar esfuerzos en el desarrollo de estrategias de concertación, de establecimiento de alianzas con propósitos comunes que favorezcan la puesta en práctica de procesos de unidad de acción que desemboquen en la construcción de una gran unidad popular por el cambio. Aquí cobra fuerza la puesta en práctica de estrategias alternativas y populares de comunicación que no sólo utilicen las redes sociales de manera organizada y sistemática sino que propicien el trabajo mancomunado de grupos de comunicación popular que desarrollen formas creativas para contrarrestar la propaganda de los grandes medios, apoyando el ejercicio del periodismo libre.

2.- Apoyar la paz total en el territorio nacional. En cumplimiento de sus propuestas de campaña y con la responsabilidad histórica de profundizar la resolución del conflicto armado en Colombia y hacer realidad la paz en el país, el Presidente Petro, acompañado por las fuerzas progresistas y democráticas ha promovido una consigna que debe convertirse en un propósito general: alcanzar la paz total en el territorio nacional. Luego de avanzar con dificultad en hacer realidad el proceso de paz con las FARC, se adelantan las negociaciones con otros grupos armadas que  no sólo se oponen al gobierno sino que causan zozobra entre la población.

La paz total como idea movilizadora se hace realidad si al mismo tiempo que se realizan las negociaciones con los grupos alzados en armas y se propicia el desarme y la rendición de las bandas criminales se convoca al constituyente primario para que desde los territorios participe de manera protagónica en la construcción de acciones de paz. Y ello sólo se logra si el Estado y sus instituciones despliegan su capacidad para proteger a los líderes y lideresas brindando la seguridad necesaria para que puedan desarrollar sus actividades sin el temor de ver amenazada su vida y la tranquilidad de sus familias. Es preciso recalcar que sin la presencia del  Estado, movilizando las instituciones en torno a la búsqueda del interés general de las comunidades, a través de la ejecución de programas y proyectos que favorezcan el desarrollo social, cultural y productivo de las mismas, no es posible adelantar procesos locales que contribuyan a arraigar la paz y la concordia en los territorios de la nación. Finalmente, hacemos un llamado al ELN, a la Segunda Marquetalia y demás fuerzas insurgentes a que demuestren su voluntad de paz permaneciendo en las mesas de negociación, a que abandonen las agresiones a la población y persistan en la búsqueda de soluciones a los conflictos que han desangrado al país durante décadas.

3.- Fortalecer la lucha por las reformas sociales. Este gobierno ha emprendido el difícil camino de llevar adelante las Reformas Sociales necesarias para avanzar en la concreción del Estado Social de Derecho, que hoy permanece como  promesa incumplida de la Constitución Política de 1991. Los funcionarios del gobierno y la bancada del Pacto Histórico han hecho las tareas  encaminadas a presentar y aprobar las leyes y demás instrumentos legales que permiten poner en funcionamiento el entramado institucional necesario para ejecutar las reformas, todas ellas orientadas a resolver los problemas de inequidad y desigualdad que existen en la sociedad, así como a restaurar los derechos sociales, laborales y pensionales conculcados o no reconocidos durante décadas. Sin embargo, la oposición obcecada de los partidos tradicionales y de sus nuevos socios del centro del espectro político ha entorpecido la marcha adecuada de la agenda legislativa. Con el uso de trapisondas y leguleyadas, con la disolución ilegal del quorum, en cada caso, han impedido que surtan el trámite respectivo los proyectos de reforma.

Todo esto nos muestra la necesidad de fortalecer el apoyo al gobierno del cambio y de profundizar en la organización de la resistencia a las acciones de la ultraderecha, pero también nos exige la concreción de iniciativas de construcción de poder popular y ciudadano con el fin de producir las transformaciones políticas, sociales y culturales necesarias en favor de la justicia social y ambiental y de la búsqueda de la paz.

Ello es posible con la expresión protagónica del constituyente primario, el pueblo organizado, a través de  la realización de asambleas populares comunitarias, barriales, comunales y veredales hacia la concreción de cabildos abiertos; de la ejecución de veedurías ciudadanas y comunitarias de la gestión pública en todos los niveles; también al exigir la ejecución de los programas y proyectos de los Planes de Desarrollo con participación de las comunidades; finalmente, propiciando la unidad popular en favor de una apuesta política que garantice la continuidad del gobierno progresista.

Esta situación nos llama a tomar conciencia de la necesidad de elegir no sólo un Presidente, sino que nos señala la urgencia de comprender que sin una bancada de las fuerzas alternativas y progresistas en el congreso, fuerte, organizada y mayoritaria se hace más difícil avanzar en la aprobación de ls reformas sociales y de las leyes que el cambio institucional y social requiere.

4- Avanzar en la organización unitaria popular en la nación y en los territorios. La coyuntura política actual nos ha demostrado que es indispensable alcanzar una unidad y cohesión organizativa y política de las fuerzas de izquierda, progresistas, democráticas en aras de profundizar la democracia construyendo poder popular y ciudadano, para así avanzar en la concreción de las reformas que benefician al conjunto de la población. La única forma es consolidar una bloque contrahegemónico que dé al traste con la hegemonía de la oligarquía y de las élites corruptas, y que a su vez propicie la consolidación del poder popular y ciudadano en el camino de hacer realidad los sueños de paz, democracia y vida digna es configurar una fuerza unificada que lidere una gobernanza basada en la búsqueda del interés general y en la defensa de los derechos ciudadanos. Para ello es preciso superar la dispersión de las fuerzas progresistas en multitud de partidos y organizaciones, algunos convertidos más en pequeñas empresas electorales, o en organizaciones que responden a grupos de interés particular. En un régimen democrático, los partidos políticos son fundamentales para interpretar y agregar los intereses diversos de las comunidades. Pero debe haber una relación estrecha entre esos partidos y la representación que hace de esos intereses con el reconocimiento de los liderazgos locales y comunitarios que se expresan a través de los movimientos sociales y las organizaciones populares. Creemos que la dirigencia de los partidos ha sido inferior al compromiso adquirido por ellos con el constituyente primario, es decir, con quienes los eligieron.

La tarea de urgencia hoy se dirige a trazar una hoja de ruta para construir la organización unitaria nacional que el pueblo necesita, una organización que responda en su estructura y funcionamiento a las realidades regionales y a la diversidad poblacional; una organización que sea construida con la participación protagónica de los movimientos sociales, las organizaciones sindicales, las organizaciones populares y ciudadanas que son su sustento en los territorios; con un carácter pluralista, democrático, progresista que respete las diferencias y que asuma sus decisiones mediante procesos transparentes y participativos; una organización capaz de orientar las luchas de las comunidades, pero también con la capacidad para actuar como gobierno desde las instituciones del Estado, interpretando y tramitando las demandas del pueblo.

La construcción de esa organización unitaria debe basarse en la presencia protagónica de los liderazgos sociales y comunitarios surgidos de las luchas cotidianas de las comunidades, de los distintos sectores sociales y colectivos poblacionales; de la misma manera, debe  responder a la diversidad social y humana y a las diferentes dinámicas territoriales.

En tal sentido, y como muestra de la relación que debe existir entre representantes y representados exigimos a los congresistas y miembros de las corporaciones públicas (en especial a aquellos que elegimos, los del Pacto Histórico) que rindan cuentas de su gestión en concordancia con sus competencias y responsabilidades.  

5.- Solidaridad con el pueblo palestino. El genocidio del pueblo Palestino llevado a cabo por el régimen sionista de Israel pone en entredicho la concepción misma de humanidad y deja maltrecha la concepción de civilización que hoy enarbolamos como signo  de progreso. De igual manera, muestra en toda su crudeza  a inutilidad de los organismos multilaterales para abordar la solución de los conflictos de alta intensidad. De entrada, aclaramos que no hay una guerra entre dos ejércitos.  El régimen sionista de Israel, copiando la fórmula de  la solución final del nazismo al problema del pueblo judío, cuando pretendió exterminarlos durante la Segunda Guerra Mundial, ha declarado de manera tajante que el pueblo palestino debe desaparecer de la faz de la tierra, después de décadas de ocupación, despojo, expoliación, humillación y masacres repetidas.

El Gobierno del Presidente Petro ha condenado el genocidio y, en consecuencia, ha roto relaciones con el gobierno de Israel. El llamado del Presidente Petro, sumándose a la condena liderada por Sudáfrica, enfatiza en la necesidad de respetar el Derecho Internacional, parar el genocidio y defender el derecho del pueblo palestino a construir su Estado en el territorio ancestral. Ese gesto de dignidad y solidaridad ha sido resaltado por movimientos populares y gobiernos que lo reivindican como una acción valiente que nos pone en el lado correcto de la historia. Hoy, ratificando la justeza de esa actitud, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional ha solicitado la orden de arresto contra el primer ministro Israelí, Netanyahuy su Ministro de Defensa, Joav Galant, por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El pueblo colombiano y, en particular, los movimientos populares que hacen parte del Colectivo de Unidad Popular, ratifican el rechazo a la política de muerte y destrucción del régimen Sionista Israelí, que cuentan con apoyo irrestricto de Estados Unidos y las grandes potencias de Occidente. Con la muerte sistemática y cruel de más de 35.500 palestinos (la mitad de ellos, niños), la muerte de 150 periodistas y con el cerco de hambre que se ha extendido alrededor de Gaza se ponen en cuestión los valores de la democracia occidental y de la humanidad misma. Sólo poniendo en práctica la solidaridad internacional desde la perspectiva de un humanismo internacionalista basado en el respeto irrenunciable a los derechos de todos los pueblos, es posible superar esta crisis humanitaria. La solución se halla lejos de las imposiciones del Imperio norteamericano y del régimen sionista: el pueblo palestino debe construir libremente su destino. Por una Palestina libre, democrática y soberana. 

VIVA LA UNIDAD POPULAR

A CONSTRUIR PODER POPULAR Y CIUDADANO

Cali, sábado 25 de mayo de 2024.

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Imagen superior: Mesa Directiva y voceros de diversas organizaciones sociales, en el hemiciclo del Concejo de Cali, el sábado 25 de mayo de 2024, en la Asamblea Popular de Cali contra el golpe que urde la extrema derecha y en defensa del gobierno del presidente Petro. (Foto: Ana Susen Cárdneas/Periodismo Libre). 

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Aspecto de la Asalmblea Popular contra el golpe que urde la extrema derecha, cumplida en el Concejo de Cali, el sábado 25 de mayo. (Foto: Luis A. Mena/Periodismo Libre).





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