DECLARACIÓN POLÍTICA DE LA ASAMBLEA
POPULAR DE CALI POR LA PAZ, LA DEMOCRACIA Y LAS REFORMAS SOCIALES
Los
movimientos y organizaciones sociales, los colectivos políticos, las
ciudadanías libres, los líderes y lideresas que hacen parte del Colectivo de
Unidad Popular de Cali, después de trabajar durante meses para debatir,
propiciar la organización y la formación
política del constituyente primario, presentan al pueblo la siguiente
declaración:
1.- Rechazar el golpe blando y apoyar al
Presidente y al gobierno del cambio. Ante el avance del
cambio social e institucional en Colombia, encabezado por el Presidente Gustavo
Petro y las fuerzas del progresismo aglutinadas en torno al Pacto Histórico, e
impulsados con el apoyo fervoroso e incontenible del pueblo; la respuesta de la
oligarquía tradicional y las élites corruptas de viejo y nuevo cuño se ha
dirigido a crear un ambiente de
incertidumbre y zozobra orientado a desestabilizar el equilibrio de poderes,
deslegitimar el gobierno progresista y resquebrajar la gobernabilidad
democrática establecida por el primer gobierno popular de la historia del país.
Con ello se espera propiciar el clima necesario para poner en práctica un golpe
de mano que impida progresar en los cambios necesarios en pos de la justicia
social y de la profundización de la democracia.
En
Latinoamérica la ultraderecha populista puso de moda esta estrategia. En Perú,
Ecuador, Bolivia, Brasil, Honduras, Guatemala y ahora Colombia, las acciones
desestabilizadoras, con el apoyo de los medios masivos de comunicación, en
manos de grandes corporaciones, y mediante el uso de verdades prefabricadas, de
mentiras magnificadas y mil veces repetidas producen noticias falsas que
desvirtúan los avances realizados, desconocen el apoyo hacia el gobierno y
crean un descontento ficticio contra el Presidente y sus políticas. Todo ello
orientado a movilizar a los sectores políticamente más atrasados de la
población para apoyar la persecución judicial que, mediante el manejo abusivo
de las leyes, desencadenan contra funcionarios, congresistas y el mismo Presidente de la República,
con la complicidad de organismos de
control, como la Procuraduría y la anterior Fiscalía, y magistrados corruptos de las altas cortes.
Por
ello, es preciso avanzar de manera decidida en el impulso de acciones
organizadas del constituyente primario, ratificando la voluntad de ganar la
calle, de llenar las plazas para decir no al golpe de mano, blando o cruento, y
ratificar de manera contundente el apoyo al gobierno y a la construcción de
poder popular y ciudadano. En este sentido, es necesario aunar esfuerzos en el
desarrollo de estrategias de concertación, de establecimiento de alianzas con
propósitos comunes que favorezcan la puesta en práctica de procesos de unidad
de acción que desemboquen en la construcción de una gran unidad popular por el
cambio. Aquí cobra fuerza la puesta en práctica de estrategias alternativas y
populares de comunicación que no sólo utilicen las redes sociales de manera
organizada y sistemática sino que propicien el trabajo mancomunado de grupos de
comunicación popular que desarrollen formas creativas para contrarrestar la
propaganda de los grandes medios, apoyando el ejercicio del periodismo libre.
2.- Apoyar la paz total en el territorio
nacional. En cumplimiento de sus propuestas de campaña y con la
responsabilidad histórica de profundizar la resolución del conflicto armado en
Colombia y hacer realidad la paz en el país, el Presidente Petro, acompañado
por las fuerzas progresistas y democráticas ha promovido una consigna que debe
convertirse en un propósito general: alcanzar la paz total en el territorio
nacional. Luego de avanzar con dificultad en hacer realidad el proceso de paz
con las FARC, se adelantan las negociaciones con otros grupos armadas que no sólo se oponen al gobierno sino que causan
zozobra entre la población.
La
paz total como idea movilizadora se hace realidad si al mismo tiempo que se
realizan las negociaciones con los grupos alzados en armas y se propicia el
desarme y la rendición de las bandas criminales se convoca al constituyente
primario para que desde los territorios participe de manera protagónica en la
construcción de acciones de paz. Y ello sólo se logra si el Estado y sus
instituciones despliegan su capacidad para proteger a los líderes y lideresas
brindando la seguridad necesaria para que puedan desarrollar sus actividades
sin el temor de ver amenazada su vida y la tranquilidad de sus familias. Es
preciso recalcar que sin la presencia del
Estado, movilizando las instituciones en torno a la búsqueda del interés
general de las comunidades, a través de la ejecución de programas y proyectos
que favorezcan el desarrollo social, cultural y productivo de las mismas, no es
posible adelantar procesos locales que contribuyan a arraigar la paz y la
concordia en los territorios de la nación. Finalmente, hacemos un llamado al
ELN, a la Segunda Marquetalia y demás fuerzas insurgentes a que demuestren su
voluntad de paz permaneciendo en las mesas de negociación, a que abandonen las
agresiones a la población y persistan en la búsqueda de soluciones a los
conflictos que han desangrado al país durante décadas.
3.- Fortalecer la lucha por las reformas
sociales. Este gobierno ha emprendido el difícil camino de
llevar adelante las Reformas Sociales necesarias para avanzar en la concreción
del Estado Social de Derecho, que hoy permanece como promesa incumplida de la Constitución
Política de 1991. Los funcionarios del gobierno y la bancada del Pacto
Histórico han hecho las tareas
encaminadas a presentar y aprobar las leyes y demás instrumentos legales
que permiten poner en funcionamiento el entramado institucional necesario para
ejecutar las reformas, todas ellas orientadas a resolver los problemas de
inequidad y desigualdad que existen en la sociedad, así como a restaurar los
derechos sociales, laborales y pensionales conculcados o no reconocidos durante
décadas. Sin embargo, la oposición obcecada de los partidos tradicionales y de
sus nuevos socios del centro del espectro político ha entorpecido la marcha
adecuada de la agenda legislativa. Con el uso de trapisondas y leguleyadas, con
la disolución ilegal del quorum, en cada caso, han impedido que surtan el
trámite respectivo los proyectos de reforma.
Todo
esto nos muestra la necesidad de fortalecer el apoyo al gobierno del cambio y
de profundizar en la organización de la resistencia a las acciones de la
ultraderecha, pero también nos exige la concreción de iniciativas de
construcción de poder popular y ciudadano con el fin de producir las
transformaciones políticas, sociales y culturales necesarias en favor de la
justicia social y ambiental y de la búsqueda de la paz.
Ello
es posible con la expresión protagónica del constituyente primario, el pueblo
organizado, a través de la realización
de asambleas populares comunitarias, barriales, comunales y veredales hacia la
concreción de cabildos abiertos; de la ejecución de veedurías ciudadanas y
comunitarias de la gestión pública en todos los niveles; también al exigir la
ejecución de los programas y proyectos de los Planes de Desarrollo con
participación de las comunidades; finalmente, propiciando la unidad popular en
favor de una apuesta política que garantice la continuidad del gobierno
progresista.
Esta
situación nos llama a tomar conciencia de la necesidad de elegir no sólo un
Presidente, sino que nos señala la urgencia de comprender que sin una bancada
de las fuerzas alternativas y progresistas en el congreso, fuerte, organizada y
mayoritaria se hace más difícil avanzar en la aprobación de ls reformas
sociales y de las leyes que el cambio institucional y social requiere.
4- Avanzar en la organización unitaria popular
en la nación y en los territorios. La coyuntura política actual nos ha
demostrado que es indispensable alcanzar una unidad y cohesión organizativa y
política de las fuerzas de izquierda, progresistas, democráticas en aras de
profundizar la democracia construyendo poder popular y ciudadano, para así
avanzar en la concreción de las reformas que benefician al conjunto de la
población. La única forma es consolidar una bloque contrahegemónico que dé al
traste con la hegemonía de la oligarquía y de las élites corruptas, y que a su
vez propicie la consolidación del poder popular y ciudadano en el camino de
hacer realidad los sueños de paz, democracia y vida digna es configurar una
fuerza unificada que lidere una gobernanza basada en la búsqueda del interés
general y en la defensa de los derechos ciudadanos. Para ello es preciso
superar la dispersión de las fuerzas progresistas en multitud de partidos y
organizaciones, algunos convertidos más en pequeñas empresas electorales, o en
organizaciones que responden a grupos de interés particular. En un régimen
democrático, los partidos políticos son fundamentales para interpretar y
agregar los intereses diversos de las comunidades. Pero debe haber una relación
estrecha entre esos partidos y la representación que hace de esos intereses con
el reconocimiento de los liderazgos locales y comunitarios que se expresan a
través de los movimientos sociales y las organizaciones populares. Creemos que
la dirigencia de los partidos ha sido inferior al compromiso adquirido por
ellos con el constituyente primario, es decir, con quienes los eligieron.
La
tarea de urgencia hoy se dirige a trazar una hoja de ruta para construir la
organización unitaria nacional que el pueblo necesita, una organización que
responda en su estructura y funcionamiento a las realidades regionales y a la
diversidad poblacional; una organización que sea construida con la
participación protagónica de los movimientos sociales, las organizaciones
sindicales, las organizaciones populares y ciudadanas que son su sustento en
los territorios; con un carácter pluralista, democrático, progresista que
respete las diferencias y que asuma sus decisiones mediante procesos
transparentes y participativos; una organización capaz de orientar las luchas
de las comunidades, pero también con la capacidad para actuar como gobierno
desde las instituciones del Estado, interpretando y tramitando las demandas del
pueblo.
La
construcción de esa organización unitaria debe basarse en la presencia
protagónica de los liderazgos sociales y comunitarios surgidos de las luchas
cotidianas de las comunidades, de los distintos sectores sociales y colectivos
poblacionales; de la misma manera, debe
responder a la diversidad social y humana y a las diferentes dinámicas
territoriales.
En
tal sentido, y como muestra de la relación que debe existir entre
representantes y representados exigimos a los congresistas y miembros de las
corporaciones públicas (en especial a aquellos que elegimos, los del Pacto
Histórico) que rindan cuentas de su gestión en concordancia con sus
competencias y responsabilidades.
5.- Solidaridad con el pueblo palestino. El
genocidio del pueblo Palestino llevado a cabo por el régimen sionista de Israel
pone en entredicho la concepción misma de humanidad y deja maltrecha la
concepción de civilización que hoy enarbolamos como signo de progreso. De igual manera, muestra en toda
su crudeza a inutilidad de los
organismos multilaterales para abordar la solución de los conflictos de alta
intensidad. De entrada, aclaramos que no hay una guerra entre dos
ejércitos. El régimen sionista de Israel,
copiando la fórmula de la solución final
del nazismo al problema del pueblo judío, cuando pretendió exterminarlos
durante la Segunda Guerra Mundial, ha declarado de manera tajante que el pueblo
palestino debe desaparecer de la faz de la tierra, después de décadas de
ocupación, despojo, expoliación, humillación y masacres repetidas.
El
Gobierno del Presidente Petro ha condenado el genocidio y, en consecuencia, ha
roto relaciones con el gobierno de Israel. El llamado del Presidente Petro,
sumándose a la condena liderada por Sudáfrica, enfatiza en la necesidad de
respetar el Derecho Internacional, parar el genocidio y defender el derecho del
pueblo palestino a construir su Estado en el territorio ancestral. Ese gesto de
dignidad y solidaridad ha sido resaltado por movimientos populares y gobiernos
que lo reivindican como una acción valiente que nos pone en el lado correcto de
la historia. Hoy, ratificando la justeza de esa actitud, el fiscal jefe de la
Corte Penal Internacional ha solicitado la orden de arresto contra el primer
ministro Israelí, Netanyahuy su Ministro de Defensa, Joav Galant, por crímenes
de guerra y crímenes contra la humanidad. El pueblo colombiano y, en
particular, los movimientos populares que hacen parte del Colectivo de Unidad
Popular, ratifican el rechazo a la política de muerte y destrucción del régimen
Sionista Israelí, que cuentan con apoyo irrestricto de Estados Unidos y las
grandes potencias de Occidente. Con la muerte sistemática y cruel de más de
35.500 palestinos (la mitad de ellos, niños), la muerte de 150 periodistas y
con el cerco de hambre que se ha extendido alrededor de Gaza se ponen en
cuestión los valores de la democracia occidental y de la humanidad misma. Sólo
poniendo en práctica la solidaridad internacional desde la perspectiva de un
humanismo internacionalista basado en el respeto irrenunciable a los derechos
de todos los pueblos, es posible superar esta crisis humanitaria. La solución
se halla lejos de las imposiciones del Imperio norteamericano y del régimen
sionista: el pueblo palestino debe construir libremente su destino. Por una
Palestina libre, democrática y soberana.
VIVA LA UNIDAD POPULAR
A CONSTRUIR PODER POPULAR Y CIUDADANO
Cali, sábado 25 de mayo de 2024.
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Imagen superior: Mesa Directiva y voceros de diversas organizaciones sociales, en el hemiciclo del Concejo de Cali, el sábado 25 de mayo de 2024, en la Asamblea Popular de Cali contra el golpe que urde la extrema derecha y en defensa del gobierno del presidente Petro. (Foto: Ana Susen Cárdneas/Periodismo Libre).
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Aspecto de la Asalmblea Popular contra el golpe que urde la extrema derecha, cumplida en el Concejo de Cali, el sábado 25 de mayo. (Foto: Luis A. Mena/Periodismo Libre).