Imelda Daza Cotes, cuando concedía la entrevista al editor de PARÉNTESIS, en Cali. (Foto: Mauricio Villegas).
“TERCAMENTE
INSISTO EN QUE LA PAZ ES POSIBLE”
|
Por Luis Alfonso Mena
S. (*)
Ingresó
al salón donde estaba programada su intervención en Cali con un saludo
sencillo, pero caluroso como la tarde vallecaucana. “Hola, soy Imelda Daza
Cotes: ¿cómo están, compañeros?”, se presentó, con un sonoro acento costeño.
Luego conversó con quienes se encontraban esperándola y tenían noticias de ella
por su historia como una de las líderes de la Unión Patriótica supérstites del
holocausto que este movimiento político sufrió en los años ochenta y noventa
del Siglo XX. De siete concejales y un diputado elegidos por la UP en 1986 en
Valledupar, solo sobrevivió ella, en el exilio.
“Tengo
dos apellidos muy guajiros, aunque nací en el Cesar. Soy economista de
profesión y desde mi época de universitaria me comprometí con la lucha de los
sectores populares en este país por lograr las transformaciones que Colombia
requiere y la solución de las necesidades no atendidas para la mayoría de la
población colombiana”, dice al comenzar su diálogo.