Este es uno de los cerros tutelares de Cali, las Tres Cruces. (Foto: Rubén Darío Taborda). |
La pasión por las Tres Cruces
Por Rubén Darío Taborda (*)
Mientras en otra época los colombianos recorrían zonas montañosas en busca de unas tierras aptas para la agricultura que les brindara el sustento y les permitiera sacar beneficio monetario en pro de su familia muchos caleños comienzan a aparecer por la Avenida Cuarta Oeste, frente al edificio Cascadas de Normandía, para ascender al Cerro de Las Tres Cruces. Los que llegan en carro estacionan sus vehículos en el parqueadero con capacidad para 30 Autos, que administra doña Inés Agredo. Otras personas estacionan su carro frente a la Iglesia de San Carlos Borromeo.
Juan Carlos Paz es un joven de 25 años, perteneciente a la Liga Vallecaucana de Natación con aletas que ha tenido que incluir en su rutina de entrenamiento el ascenso a este lugar. Este deportista que nos ha representado en ciudades como Barcelona España, sube al cerro cuatro veces a la semana con otros compañeros debido a que no puede entrenar en las piscinas Alberto Galindo ya que no se encuentran en funcionamiento.
Press Runner, en un grupo integrado por periodistas de la ciudad que deja los fines de semana su actividad informativa para dedicar tiempo al deporte. Este equipo cuenta con reporteros como Raúl Lara de RCN Radio, Gildardo Arango, director del informativo radial La U FM, de Univalle Estereo y Eduardo Manzano de un importante noticiero de televisión nacional. Jaime García, perteneciente a este conjunto afirma que le regala un pedazo de domingo a su salud, cosa que no puede brindar la rumba.
Luís Burbano sube tres o cuatro veces a la semana y se demora de 40 a 45 minutos. Él usa botas un pantalón de manga corta y chaqueta térmica. Cuando sube consume bebidas hidratantes o suplementos vitamínicos y le gusta oír heavy metal. Carlos Giménez también le mete música a esta rutina pues le gusta escuchar canciones como ‘50 Ways to Say Goodbye que es una especie de ranchera mezclada con rock’, de la banda Train.
Preparación para afrontar la actividad
Si usted tuvo clase de educación física recordara que no podía iniciar ningún deporte antes de hacer un calentamiento. El atleta Antonio Orejuela de la Selección Valle en pruebas de velocidad de 1500 metros y entrenador de Press Runner señala que las personas deben venir en pantaloneta, con una camiseta inteligente con tela específica para la comodidad del atleta que maneje el sudor y le de frescura al cuerpo a pesar de la temperatura ambiente. A parte de eso dice que es necesario llevar un reloj con la función de monitorear el ritmo cardiaco del deportista. Julián Muños, ingeniero electrónico señala que cuando viene al cerro procura alimentarse sanamente. Juan Carlos Paz sostiene que consume mucha fruta. Y Antonio manifiesta que una dieta ideal, para quienes practican esta actividad deportiva, debe contar con una buena hidratación, consumo de frutas y verdura; y hacer un consumo adecuado de proteínas y carbohidratos.
La otra zona de alimentación
Al iniciar el recorrido usted puede encontrar casetas para comer helados, tomar gaseosa, consumir empanadas o pasa bocas que se pueden adquirir en tiendas administradas por vecinos del sector. Otros habitantes ofrecen bebidas a base de aloe o frutas.
-La agüita, güita, el gatorade, el banano y el jugo de naranja, -manifiesta Germán Escobar un señor negro de cabellera plateada que ven estos alimentos a los visitantes desde hace tres años. Entretanto Milton Cortez, quien vive en el barrio Altos de Normandía compra piña, naranjas, mandarinas y bananos para ofrecer en una caseta con techo elaborado en estopa y sostenido por cuatro guaduas.
Un espacio para la sana diversión
Kender Cuellar y Duván Díaz hacen parte de los 20 guardas bachilleres que velan porque no suban personas con algún grado de alicoramiento, vigilan que los visitantes que llevan perros cumplan con las medidas de seguridad que se exigen, están pendientes de que no se cometan hurtos y brindan ayuda a las personas que sufran algún accidente al ascender al cerro.
Ramón Ruiz es un venezolano del municipio de Mérida, sube al cerro vistiendo una camisa negra con la bandera de su tierra, es un técnico dental que se encuentra en una ciudad lejana a la región de Colombia donde tenemos problemas limítrofes bastante maduros. Ruíz señala que le agrada esta zona de Cali y que en su ciudad de origen sube a un sitio conocido como El Cerro del Indio.
Eladio Andrade es un pastor chocoano que sube a este sector aledaño a Cali por hobbie. Manifiesta que no es un sector con la flora de su región pero le permite aislarse del estrés de la ciudad. Y dice que hacer este recorrido es un símil de la vida: un camino con dificultades para llegar a la meta final que sana el alma cuando se llega a la cima.
Y por último
Jair Sanchez un caleño experto en asuntos de logística señala que este espacio donde se somete al cuerpo a cierto grado de destreza ve en los visitante una voluntad de ayudar al que desfallece en el intento de llegar a la cima del cerro. Sin embargo critica la ausencia de personas representantes de la Defensa Civil y el cerro necesita de una señalización con sentido ecológico que respete la poca flora de la zona y que evite congestión en los senderos aledaños al cerro debido a que las personas emplean los camino para llegar y salir del cerro de Las Tres Cruces.
(*) Periodista independiente.
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