“SÍ, HAY UNA REVOLUCIÓN EN MARCHA EN VENEZUELA Y LA MEJOR PRUEBA DE ELLO, LA MÁS ROTUNDA, ES QUE LAS FUERZAS DE LA CONTRARREVOLUCIÓN SE DESATARON EN ESE PAÍS CON INUSITADA INTENSIDAD”
Apartes del excelente artículo del analista político argentino Atilio Boron sobre lo que ocurre en la República Bolivariana de Venezuela y en países de América Latina, enfrentados al embate del imperialismo estadounidense y de sus oligarquías lacayas. Al final, el enlace para acceder al artículo completo.
“… la revolución es una larga construcción a lo largo del tiempo, en donde la lucha de clases se exaspera hasta lo inimaginable. Un proceso que desafía al determinismo triunfalista de los "creacionistas" y que siempre se enfrenta a un final abierto, porque toda revolución lleva en su seno las semillas de la contrarrevolución, que sólo puede ser neutralizada por la conciencia y la organización de las fuerzas revolucionarias.
Las revoluciones son procesos en donde las confrontaciones sociales adquieren singular brutalidad porque las clases instituciones que defienden el viejo orden apelan a toda clase de recursos con tal de abortar o ahogar en su cuna a los sujetos sociales portadores de la nueva sociedad. La violencia la imponen los que defienden un orden social inherentemente injusto y no los que luchan por liberarse de sus cadenas. Eso lo estamos viendo hoy en Venezuela, en Cuba y en tantos otros países de Nuestra América.
Sí, hay una revolución en marcha en Venezuela y la mejor prueba de ello, la más rotunda, es que las fuerzas de la contrarrevolución se desataron en ese país con inusitada intensidad. Una verdadera tempestad de agresiones y ataques de todo tipo, que sólo pueden comprenderse como la respuesta dialéctica a la presencia de una revolución en vías de construcción, con sus inevitables contradicciones.
“…es un proceso revolucionario que tendencialmente apunta hacia un final que es inaceptable para la derecha y el imperialismo, y por eso se lo combate con saña feroz.
En Colombia, en cambio. las fuerzas de la contrarrevolución actúan de la mano del gobierno para tratar de aplastar a la revolución en ciernes que se agita del otro lado de la frontera.
Venezuela posee la mayor reserva petrolera del planeta y es junto a México uno de los dos países más importantes del mundo para Estados Unidos, aunque sus diplomáticos y sus paniaguados de la academia y los medios rechacen con burlas este argumento.
De ahí la importancia absolutamente excepcional que tienen esos dos países, cuestión ésta incomprensiblemente subestimada aún por gentes de izquierda.
Cómo explicar los más de sesenta años de ensañamiento en contra de esta heroica isla rebelde?... Cuba, excepcional enclave geopolítico, es una vieja y enfermiza obsesión estadounidense que arranca muchísimo antes que el triunfo de la Revolución Cubana.
Pero la ofensiva contrarrevolucionaria no se detiene en los tres países arriba nombrados. También arrecia contra el gobierno de Evo Morales en Bolivia, que logró una prodigiosa transformación económica, social, cultural y política convirtiendo a uno de los tres países más pobres del hemisferio occidental (junto a Haití y Nicaragua) en uno de los más prósperos y florecientes de la región…
Y Nicaragua también está en la línea de fuego, porque por más defectos o errores que pueda tener la revolución sandinista la sola presencia de un gobierno que no esté dispuesto a ponerse de rodillas frente al Calígula americano (como hacen Macri, Bolsonaro, Duque y compañía) es más que suficiente para desatar todas las furias del infierno en contra de su gobierno.
Termino recordando una sabia frase de Fidel cuando dijo que “el principal error que cometimos en Cuba fue creer que había alguien que sabía cómo se hacía una revolución”. No hay un manual ni un recetario. Son procesos en curso. Hay que fijar la vista no sólo el momento actual, en los desconcertantes relámpagos de la coyuntura que hoy agobian a Venezuela, sino también visualizar la dirección del movimiento histórico y tener en cuenta todas sus contradicciones. Al hacer esto, no cabe duda que en Venezuela se está en medio de un convulsionado proceso revolucionario que, ojalá, y "por el bien de todos", como decía Martí, termine prevaleciendo sobre las fuerzas del imperio y la reacción. Nuestra América necesita esa victoria. Todo esfuerzo que se haga para facilitar tan feliz desenlace será poco”.
ARTÍCULO COMPLETO, EN:
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=256688
Lunes 3 de junio de 2019.
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