lunes, 25 de octubre de 2010

5. Reseña. Recorrido En Busca de Bolívar

Tres géneros en un solo libro

En muchos apartes tiene tono de novela histórica, en otros de biografía y en otros de ensayo político y/o literario. La obra de William Ospina es una sumatoria de tres géneros: la novela, la biografía y el ensayo, pero subrayada por la prosa poética.

Por Alberto Ramos G. (*)
La última obra de William Ospina se puede leer como una novela histórica con tono poético, es un compendio de todas las biografías leídas (Gerar Masur, Emil Ludwig, Indalecio Liévano, David Lynch, etcétera); adornando los pasajes, los hechos y exornando los momentos más importantes vividos por el Libertador.

 La obra se siente como una sinfonía porque permite una lectura armoniosa. Es la visión e interpretación de un intelectual formado en las ciencias sociales. No es una novela histórica con un orden cronológico en lo puntual, como El General en su laberinto de García Márquez, sobre los últimos seis meses de su vida; en esta nueva obra se da el desarrollo de la vida a grandes pasos, aludiendo a los sucesos históricos que le permitieron a Bolívar formarse como filósofo para transmutarse en estadista.

La misma Editorial Norma elude en la presentación de la obra la afirmación sobre el género. En la contracarátula la llama pieza literaria y libro. En los boletines de la promoción comercial anuncian que se trata de un ensayo literario.

Tampoco es únicamente una biografía porque el estilo es diferente, no hay bibliografía, ni anexos documentales, ni el tono del relato es ese. Creo que, de todas las biografías que consultó, la más asimilada por el tono y los datos consignados es la de Emil Ludwig.

Es el súmmum de múltiples lecturas sobre la gesta emancipadora de Simón Bolívar lo que le proporciona a William Ospina describir la etapa pre-independentista en el Virreinato de la Nueva Granada y los primeros nueve años de la vida republicana.

Destaca a Bolívar como un visionario y lo ubica en el sitio exacto de la ebullición armada, alentada por el inconformismo en la Colonia, por el desgano acumulado contra las autoridades españolas. Bolívar catalizó esa desesperanza y supo enrutar las fuerzas rebeldes que él reclutó, más las que se fueron sumando.

El autor utiliza calificativos rimbombantes para referirse  a las personalidades de la época: Francisco de Miranda, Napoleón, Humboldt, etcétera, esa es la forma de englobar trozos de vida y estampar sintéticamente su conocimiento.

Describe sitios, parajes y localidades como en su obra Ursúa, o en El país de la canela, con exuberancia, detalles y ampulosidad: entre el realismo mágico y metáforas históricas. Acude a las exageraciones como plasmar que llega a Cartagena con solo un manifiesto en las manos que más bien parece la carta de un náufrago; cuando ese documento  es una pieza política de análisis sobre el orden territorial y esclarecedor documento sobre la coyuntura histórica vivida en el virreinato en 1812.

Ospina describe a Bolívar como una persona hiperactiva que producía ideas y acciones con una vitalidad sorprendente y enjundia incontenible, por eso “pocos seres humanos llegaron a ser de tal manera referente de todas las políticas y base de todas las doctrinas”.

Y agrega, aunque la política intentó convertirlo en estatua, detenerlo en el mármol, su leyenda se fue extendiendo por la historia, por el arte y por la literatura.

Por tratarse de una novela no hay citas a pie de página ni bibliografía relacionada al final como en los ensayos, las monografías o en las investigaciones documentales. Pero sí hay frases citadas entre las páginas que permiten vivificar varios momentos importantes donde Bolívar compartió con personalidades, y aparecen referencias de autores e investigadores.

Comprime de manera lacónica varios años y va opinando, narrando sobre los datos biográficos: describe todo con la destreza de un historiador. Un historiador que novela, formado en la investigación con los métodos sintético y comparativo, utilizando el enfoque marxista.

Así como en las novelas mencionadas, y en Las Auroras de sangre, describió el horror que significó la Conquista de América con los actos depredadores, vesania y órdenes desalmadas, para este libro, En busca de Bolívar, investigó y logró estampar el cuadro social y convulsionado de la etapa pre-republicana.

En algunas páginas amalgama disímiles momentos no secuenciales en la realidad, para poder exaltar la grandeza del Libertador como sucede en las páginas 77 y 78. Toma frases del epistolario y los documentos bolivarianos para apoyar su narración y avanzar hacia otros momentos.

Las páginas 93, 94 y 95 son un mosaico sobre la guerra y la crueldad que conlleva: se explican la razón de la venganza, los odios encontrados, la crueldad de los contrincantes y los atisbos sobre acuerdos humanitarios.

Ospina va sacando conclusiones de cada etapa de la vida de Simón Bolívar y así va armando su visión de biógrafo.

Se desprende de la prosa y descripciones de Ospina un claro entendimiento de la época y sus circunstancias, lo que le permite dinamizar al personaje central, Bolívar, que nace poco después de la guerra de independencia norteamericana y un poco antes de la Revolución Francesa, y crece en medio del malestar de la época por el agobio impositivo colonial que se traduce en el magma popular antimonárquico, en contexto del primer constitucionalismo pre-republicano latinoamericano. Y una comprensión de la historia y de la ciencia política que le permite entender las coyunturas históricas, como aquella descripción de la página 37 donde explica porque Napoleón, a pesar de convertirse en Emperador, era fruto de la Revolución que había acabado con el poder sucesoral de origen divino.

Es una obra literaria donde se da la licencia de reinventar ciertos pasajes y que entrecruza la realidad con los adornos literarios para aligerar la narración. En algunos momentos brota la pluma del ensayista y el analista político para explicar los contextos históricos y las acciones, y luego surge otra vez, la pluma del novelista para, con ditirambos y florituras, explicar los pasajes que aborda.

En muchos apartes tiene tono de novela histórica, en otros de biografía y en otros de ensayo político y/o literario. La obra de William Ospina es una sumatoria de tres géneros: la novela, la biografía y el ensayo, pero subrayada por la prosa poética.

(*) Magister en Ciencia Política de la Universidad Javeriana, PhD en Derecho Público de la Universidad Nacional Uned de Madrid, España, autor del libro Bolívar y el Constitucionalismo.

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