La quema de la caña constituye un atentado contra la salud de las poblaciones cercanas a los cultivos. |
Campaña y
firmas contra quema de caña en el Valle del Cauca
En el Valle del Cauca crece el rechazo a la práctica
de la quema de la caña que realizan los ingenios azucareros del departamento,
hecho que ocasiona enormes daños a la salud de amplios conglomerados sociales y
de trabajadores, y grave deterioro al medio ambiente.
Uno de los pronunciamientos conocidos en los últimos
días es el del Colectivo Ecosocialista de Tuluá, que está proponiendo una
campaña contra tal práctica, iniciativa en la que coincide con otras voces que
desde diferentes sectores se han pronunciado en tal sentido.
“Como una manera de acercarnos a una acción que
detenga la quema de la caña, proponemos que se discuta sobre la construcción de
un movimiento de los pobladores de los municipios afectados que busque detener
la práctica de la quema”, dice el pronunciamiento, que ha circulado en redes
sociales y en algunos medios independientes.
Según el Colectivo, la quema de la caña “se encuentra
asociada a la utilización de glifosato como madurante para lograr cosechar más
rápidamente y obtener y acrecentar las ganancias de los ingenios azucareros,
práctica que también debe revertirse por sus efectos cancerígenos en la población,
como ya lo ha reconocido el gobierno de (Juan Manuel) Santos”.
De acuerdo con el pronunciamiento, la “campaña estaría
dirigida preferentemente a los trabajadores, a los profesores y maestros de la
región, a los trabajadores de la salud, a los trabajadores de las empresas de
aseo, a los sindicatos, a los empleados de las administraciones municipales, a
los empleados bancarios, a los trabajadores de las industrias”
Sostiene, igualmente, que la campaña abarcaría, de
forma preferente, “un mensaje dirigido a los jóvenes de los colegios y a las
mujeres presentes en los barrios populares y a los pobladores de los
corregimientos de las ciudades de Palmira, Candelaria, Florida, Pradera, San
Pedro, Tuluá, Buga, Guacarí y El Cerrito”, que son de los municipios del Valle
del Cauca más directamente afectados por la quema.
Agrega el Colectivo que “también buscaríamos
asociarnos a organizaciones que han venido luchando contra la quema, como son
las de Risaralda, y buscar contactos con los pobladores de Puerto Tejada,
Villarrica, Guachené, Corinto, Miranda y Caloto”, municipios del norte del
Cauca afectados por el procedimiento de los ingenios.
“Igualmente, sería muy importante buscar la
participación de los indígenas y de las comunidades afrodescendientes de los municipios,
principalmente del Cauca”, manifiesta.
El impacto
social de la quema
Al analizar el impacto de la quema de la caña en el
valle geográfico del río Cauca, el Colectivo Ecosocialista sostiene que ella es
la que más daño causa al medio ambiente de forma permanente y explica que esto
contribuyen “a acelerar los procesos de desertificación que el monocultivo de
la caña de azúcar de por sí genera en el mediano plazo para la región”.
El Colectivo recuerda que según estudios realizados
por investigadores, en el año 2002 la quema se realizaba aproximadamente en el
80% de la caña cosechada, “es decir, unas 155.000 hectáreas de las 195.000 que
para ese año se cosechaban”.
Añade que la quema en los últimos años, en promedio,
puede llegar a 165 hectáreas que equivalen al 70% del área total cosechada, que
para el año 2013 era de 235.000 hectáreas”, y concluye: “Esto en términos
prácticos significa una quema diaria de 500 hectáreas”.
De igual manera, en su convocatoria el Colectivo
Ecosocialista sostiene que “la producción de CO2 para el Valle se calcula entre
12 y 20 toneladas, lo que significa que se está aportando al calentamiento
global de la región una carga de entre 6.000 y 10.000 toneladas diarias de CO2
a la atmósfera”.
Explica que esto conduce a “la producción de una gran
cantidad de efectos en la atmosfera, como el incremento de los niveles de
material particulado (PM 10), por encima de lo permitido”.
Afirma también que
“esta situación ha generado la pérdida de luminosidad, retardando el
proceso de la fotosíntesis en las plantas, que afecta principalmente a la
vegetación de las montañas de la cordillera central en el Valle geográfico”.
“Adicionalmente –afirma el Colectivo--, los efectos de
la quema de la caña llevan a la difusión en la atmósfera de la “pavesa” en las
ciudades y centros poblados de los municipios, que como lo sabe y lo percibe la
población que lo sufre, afecta su bienestar y deteriora no solamente las
fuentes de agua, si no que ataca con enfermedades como las infecciones
respiratorias agudas”.
Esta contaminación, subraya, “preferencialmente incide
en las personas más vulnerables de la población, como son los niños y los
ancianos, así como también daña los techos de las viviendas, deteriora la ropa
y produce enfermedades pulmonares en la población trabajadora como son los
corteros de caña”.
Reclamo a
Santos
A propósito de la campaña,
defensores del medio ambiente se dirigieron a la Cumbre del Clima de París solicitando que en ella se debatiera el fenómeno de la quema de la
caña en el Valle del Cauca, “que tanto daño le está haciendo al medio ambiente,
contribuyendo aceleradamente al calentamiento global”.
De igual
forma, solicitan al presidente Juan Manuel Santos “que suspenda las
autorizaciones de las quemas y se comprometa ante el mundo en cumplirle a
la comunidad afectada”.
Según su
planteamiento, las autorizaciones de las quemas “vienen desde gobiernos
anteriores y son violatorias de la Ley 99 de 1993del Medio Ambiente y de
los pactos internacionales que ha
suscrito el país en las diferentes cumbres de la Tierra de Naciones las Unidas".
Firmas
contra la quema
En el marco de la campaña se inició la recolección de
firmas contra la quema de caña, a través de la página a la que pueden acceder
quienes se muestren solidarios con la población y los trabajadores afectados y
defiendan la conservación del medio ambiente.
El enlace respectivo es el siguiente:
Cali, lunes
30 de noviembre de 2015.
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