martes, 23 de febrero de 2010

Análisis. La derecha mundial asedia a Venezuela


Aspecto de la masiva manifestación de jóvenes estudiantes seguidores del proceso revolucionario cumplida el 12 de febrero en Caracas.

La revolución en peligro

Análisis de tres casos, entre muchos otros, que demuestran cómo la oligarquía atiza su guerra contra la revolución: 1.-) estudiantes y un canal golpista; 2.-) la falta de lluvias y los cortes de energía; 3.-) Supermercados y la especulación con los alimentos.

Por Luis Alfonso Mena S.
Luego de la edición No. 16 de ¡PERIODISMO LIBRE! un estudiante universitario escribió solicitando nuestra opinión sobre el proceso político venezolano.

En una edición próxima entregaremos un completo análisis de lo que pasa en la hermana Venezuela y sobre la revolución que lidera el presidente Hugo Rafael Chávez.

Por lo pronto nos parece pertinente decir que se trata de un proceso genuino de cambios sociales y políticos que desarrolla transformaciones sustanciales en beneficio del pueblo.

Y que, como toda revolución verdadera, la bolivariana tiene enemigos muy poderosos en Venezuela, pues la oligarquía interna no se resigna a perder sus privilegios.

Internacionalmente también las élites del mundo capitalista se resienten porque ven que cunde el ejemplo del proceso venezolano y en consecuencia lo satanizan.

Lo cual no quiere decir que la revolución sea perfecta. No. Como todo proceso social, ella tiene altibajos y debilidades, muchas heredadas de la dominación oligárquica anterior.

El presidente Chávez es consciente de esos errores y de los problemas que afronta, y trabaja en su solución, aunque no es una tarea fácil ni exenta de incomprensiones internas.

En la búsqueda de esas soluciones entran en juego factores culturales, propios de la idiosincrasia, de las costumbres y tradiciones que no cambian de la noche a la mañana.

La construcción de una sociedad diferente a la incubada durante centenares de años de dominación de élites aristocráticas, primero, y burguesas, después, es una misión compleja.

La brega por una ética pública a toda prueba, contra la corrupción, por la eficiencia y por la defensa de los intereses colectivos sobre los particulares es diaria, pero nada fácil.

En lo fundamental, hoy asistimos a una ofensiva mundial contra la revolución y contra su líder porque la derecha busca retornar a la Asamblea Nacional en septiembre.

Resulta un objetivo clave para la oligarquía venezolana y sus aliados internacionales volver al Poder Legislativo para hacerle ingobernable el país al presidente Chávez.

Y, simultáneamente, emprender el camino de echar atrás numerosas leyes y políticas que sitúan bajo el control público líneas estratégicas de la economía venezolana.

Estudiantes, carne de cañón
Por eso los medios de comunicación de las clases dominantes en el mundo ocultan las realizaciones de Chávez y magnifican los problemas del país y de la revolución. [1]

También por eso utilizan a grupos estudiantiles como carne de cañón para que reclamen por un canal de tv-cable golpista (Rctv) que se resistía a cumplir las leyes nacionales.

(El lunes 22 de febrero ese canal por fin aceptó cumplir con las normas que rigen para todos y seguramente volverá al aire. El show terminó, por ahora).

Esos mismos medios que hoy aúpan a los estudiantes y les abren sus páginas, micrófonos y pantallas, ayer los invisibilizaban cuando protestaban y caían bajo las balas de la oligarquía.

La historia de Venezuela es prolija en casos de persecución, desaparición, tortura y asesinato de líderes estudiantiles en los gobiernos de la derecha de ese país.

Los mandatos de Acción Democrática y de Copei, los partidos de la élite venezolana, odiaban la protesta estudiantil y los medios de sus épocas obraban en consecuencia

Ahora éstos manipulan a los estudiantes y les generan escenarios con el fin de que, en cierta medida, sustituyan a la vieja politiquería desprestigiada. Es una estrategia política.

Además, esos jóvenes opositores, principalmente provenientes de las universidades privadas, tienen confesos nexos con partidos de derecha, como el de Aznar en España.

En Colombia es política editorial de los grandes medios de comunicación silenciar las protestas y movilizaciones estudiantiles, minimizar sus reclamos e ideas.

Pero en Venezuela todo aquello que contribuya a afectar al presidente Chávez es maximizado y recibe despliegues inusitados, y manipulación también.

Por ejemplo, aquí pasó casi inadvertida la información sobre la muerte a manos de opositores de dos estudiantes seguidores del presidente Chávez en Mérida.

Chávez posee gran respaldo en sectores de la juventud estudiantil y en consecuencia el panorama en Venezuela no tiene solo un horizonte, como lo presentan RCN o CNN. [2]

En la lógica perversa de los medios tradicionales, si las víctimas hubieran sido estudiantes opositores el despliegue habría sido diferente. La información desde una sola óptica.

La prensa de derecha agranda cualquier coyuntura en Venezuela, desata incendios, atiza hogueras, inflama brasas si la deflagración ayuda en la guerra contra la revolución.

Energía y alimentos
Para ella, Chávez es el culpable hasta de los fenómenos naturales (como el “del Niño”), el responsable de que no llueva y de que se sequen los embalses de las hidroeléctricas.

No informa sobre la incorporación de 4.623 megavatios de energía eléctrica al sistema energético nacional durante el actual gobierno.

Ni sobre las obras en marcha para no depender de la hidroeléctrica del Gury, que hoy genera el 60% de la electricidad venezolana.

Para la derecha mundial, el culpable de todo es Chávez, pero si se trata de Colombia, por el contrario, los responsables de los problemas son los demás, menos Álvaro Uribe.

Es la manipulación mediática, el discurso maniqueo orientado a crear un clima internacional que propicie la derrota de la revolución. La derecha no da puntada sin dedal.

Los dueños de la industria alimenticia y los comercializadores de su producción especulan con los precios y acaparan para generar escasez y malestar en la población.

Frente a ello, el señalamiento de los grandes medios de derecha, que en Venezuela siguen circulando sin censura ninguna, es endilgarle la responsabilidad al presidente Chávez.

Callan sobre los miles de tiendas, mercados y supermercados del programa Mercal, institucionalizado por el Gobierno, que venden a bajo precio la canasta familiar.

Ese programa, que beneficia a millones de venezolanos, se complementa ahora con los hipermercados Bicentenario, al ser expropiados, por especular, los almacenes Éxito. [3]

Las élites del continente armaron su propio laboratorio con tubos de ensayo gringos en Honduras cuando derrocaron al presidente Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009.

Es muy probable que pongan en práctica esta experiencia contra Venezuela en la medida en que la oposición no obtenga los resultados que espera en las elecciones legislativas.

La revolución bolivariana está en peligro, la derecha mundial ha tendido en torno de ella un cerco mediático y político que se transformará en militar si ella flaquea.

Ahí radica la importancia de 2010 para el proceso revolucionario venezolano y para todo el fenómeno de cambios en América del Sur.

El proceso revolucionario venezolano merece un estudio serio y justo, despojado de la maledicencia que caracteriza hoy la opinión desinformada y prejuiciada de la mayoría.

Notas
[1] Ver en esta edición de ¡PERIODISMO LIBRE! el reportaje gráfico titulado Lo que no nos Dejan ver de Venezuela.

[2] Ver en esta edición de ¡PERIODISMO LIBRE! el video No. 1 en la sección titulada A Viva Voz.
[3] Ver en esta edición de ¡PERIODISMO LIBRE! el video No. 2 en la sección titulada A Viva Voz.

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