miércoles, 30 de mayo de 2012

Entrevista. Carlos Julio Hincapié, del Sindicato de Federacafé



Carlos Julio Hincapié, de Sintrafe, en díalogo con PARÉNTESIS. (Foto: Alex Franco).
 Café con aroma antisindical

Por Luis Alfonso Mena S. (*)
Por la importancia histórica del café para economía nacional, la Federación Nacional de Cafeteros ha sido vista siempre como uno de los emporios clave del país, una visión reforzada por la exposición mediática de sus símbolos.

Pero lo que muchos no conocen es que en su interior ejercer el derecho constitucional y legal a organizarse sindicalmente es un acto casi heroico, por las persecuciones que se sufre por parte de los directivos de esta institución, hasta el punto de que desde hace trece años  el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, Sintrafe, no ha podido volver a presentar un pliego de peticiones.


Estas y otras denuncias fueron presentadas en el Tribunal Mundial de Libertad Sindical llevado a cabo entre el 22 y el 25 de mayo en Bogotá por Carlos Julio Hincapié, primer vicepresidente de la Junta Directiva Nacional de Sintrafe.

De tres mil trabajadores y empleados de las numerosas seccionales de la Federación, Sintrafe agrupa a unos 250, afiliados que se podría considerar como unos héroes de la lucha sindical, que arriesgan sus empleos y hasta su tranquilidad, pues por denunciar despidos y persecución la empresa les instauró denuncia penal a varios de ellos. PARÉNTESIS habló con Carlos Julio Hincapié.

--Usted ha hechos unas denuncias muy graves sobre la persecución antisindical que se desarrolla por parte de la Federación Nacional de Cafeteros. Resumamos estas denuncias para el periódico PARÉNTESIS.
--Estamos denunciando la violación a los puntos convencionales firmados entre la Federación Nacional de Cafeteros y Sintrafe, que son hechos ciertos para las partes. Primero que todo, estamos denunciando la violación a derechos de sindicalización y al derecho a negociación, derechos de sindicalización porque cuando un trabajador de la empresa se afilia al sindicato, la empresa inmediatamente toma represalias y es despedido. Derecho de negociación, porque nosotros en el año 2000 tuvimos el último pliego de peticiones en la etapa de arreglo directo, no hubo acuerdo y hasta este momento no hemos vuelto a presentar pliegos de peticiones por la inseguridad jurídica que tenemos en el país.

--¿Trece años sin poder presentar un pliego de peticiones?
--Llevamos 13 años que no presentamos pliego de peticiones. Dentro del pliego tenemos un punto convencional y es que el aumento salarial no debe ser inferior al 4,03% en el futuro. La empresa en 2011 nos aumentó el 3,17% y en el año 2012, el 3,73%, violando la convención colectiva de trabajo. Tenemos problemas con los permisos permanentes. Nosotros tenemos por convención siete permisos permanentes para los directivos nacionales. Hoy la empresa no quiere que nosotros seamos autónomos de estos permisos, sino que quiere que los rotemos prácticamente que condicionados a los que la empresa quiere que salgan. Otro punto convencional es el de las capacitaciones para los trabajadores, con cursos trimestrales. La empresa no nos está otorgando estos cinco permisos para los cursos trimestrales aduciendo que le tenemos que entregar el horario, los profesores, dónde va a ser la capacitación, cuando la convención colectiva lo único que dice es que con el solo hecho de notificar a la empresa para estos permisos se entiende el notificado.

--Revelaba usted que incluso por haber elaborado un audiovisual sobre el significado de esta empresa y la forma como ella reprime a los trabajadores fueron denunciados penalmente…
--En el año 2007 fueron despedidos 26 compañeros trabajadores de Buencafé y trabajadores del Comité Departamental de Cafeteros del Huila que hacían uso de un punto convencional según el cual, cuando una persona tiene contrato a término fijo superior a un año, este contrato se transforma a término indefinido. Los compañeros se sindicalizaron y fueron despedidos. Nosotros elaboramos un video de denuncia que repartimos a la prensa hablada y escrita. Por este video, por esta denuncia, nosotros hoy afrontamos una denuncia penal ante la Fiscalía en Bogotá donde nos están acusando. Hasta ahora no ha podido surtir efecto lo que la empresa ha pretendido con esta denuncia.

--Ustedes también han hecho una serie de demandas por ataques sufridos al ejercer el derecho constitucional y legal de organizarse sindicalmente ¿Cuál ha sido la respuesta de la empresa y cuál ha sido la actitud del Estado?
--La respuesta de la empresa es la normal de todos los empresarios de este país: cuando uno denuncia se vienen los ataques contra los directivos, contra las personas que manejan las organizaciones, propuestas de arreglos, despidos, cambios de puestos de trabajo y la persecución que ellos siempre han sabido hacer. Y de parte del Gobierno colombiano, ninguna, porque estamos peleando contra un estado dentro del Estado como lo es la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, donde los dirigentes de la empresa salen de los cargos de ella y son contratados en los más altos cargos públicos. Como ejemplo tenemos a Juan Manuel Santos, quien fue empleado de la Federación, hoy Presidente de Colombia; Sandra Moreli, ex empleada de la Federación, hoy contralora general. Los asesores jurídicos que ha tenido la Federación salen para la Corte Suprema de Justicia, para la Corte Constitucional, salen para los tribunales. Entonces es difícil para los trabajadores pelear contra este sistema que tienen montado la Federación y el Gobierno Nacional contra los trabajadores colombianos.

--Ustedes también denunciaban cómo la Federación ha querido acabar con el sindicato, que hay alrededor de tres mil trabajadores y a ustedes los han perseguido tanto que en este momento solo hay cerca de 300. ¿Cómo enfrentan esta situación, como hacen para acercar la organización sindical a sus compañeros?
--Pese a la persecución antisindical hay compañeros que tienen el valor y toman la decisión de sindicalizarse, pese a la arremetida empresarial. En la empresa son alrededor de tres mil trabajadores con contrato a termino indefinido y solamente 250 somos sindicalizados, pero con la misma persecución, con el agravante de que la empresa a la gran mayoría le aplica la convención colectiva y no le hacen los descuentos para la organización sindical, esto hace que cada día nosotros económicamente estemos mermados y no tengamos con qué afrontar tantos procesos y tantas demandas que tendríamos que meter, porque la empresa no descuenta las cuotas sindicales de ley y solamente nosotros trabajamos con los aportes de los compañeros sindicalizados.

--O sea que desarrollar la actividad sindical en la Federación Nacional de Cafeteros es casi un acto quijotesco.
--Es un acto heroico porque representar el número de trabajadores que tiene la Federación en donde todos se benefician de una convención colectiva, pero no trabajamos sino las 250 personas que estamos sindicalizadas, es un acto más que heroico y valedero para uno sentar su posición donde quiera que asistamos en estos grandes eventos.

(*) Director del periódico PARÉNTESIS, de Cali, Colombia.

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