La mentira dio la vuelta
olímpica en el Pascual
El total del dinero invertido en la remodelación del Pascual es de cien mil millones de pesos, muchísimo más de lo que se tenía presupuestado al inicio de la obra. Mucha gente ve como escandalosa la cifra, ya que esta misma podría ser de más utilidad para proyectos sociales que necesita Cali con urgencia.
Por Santiago Mena Cárdenas (*)
El estadio Pascual Guerrero, monumento de los caleños y vallecaucanos que ha visto a sus dos equipos, Deportivo Cali y América, dar 21 vueltas olímpicas y ha sido escenario de seis finales de Copa Libertadores, entre otros grandes acontecimientos, hoy se encuentra, después de dos años de iniciada, con su remodelación inconclusa.
La administración saliente de Jorge Iván Ospina dijo a los caleños que la obra sería terminada en su totalidad en el mes de diciembre de 2011, que ya estarían puesta la pista atlética y concluidos los palcos y el techo de la tribuna oriental.
La cifra que dijeron se había invertido es de 83 mil 500 millones de pesos, cantidad que, en comparación con lo que se invirtió en los otros estadios del país, representa una diferencia abismal, con el agravante de que en los otros estadios ya concluyeron las remodelaciones.
Sin embargo, el 28 de diciembre de 2011 el exalcalde Ospina dejó firmada un acta con la cual aprobada una suma de dinero adicional para la culminación del estadio, pero, además, dejaba una deuda aproximada de 5 mil 500 millones de pesos.
Así, el total de dinero invertido en la remodelación del Pascual es de cien mil millones de pesos, muchísimo más de lo que se tenía presupuestado al inicio de la obra. Mucha gente ve como escandalosa esta cifra ya que esta misma podría ser de más utilidad para proyectos sociales que necesita Cali con urgencia.
Por si no fuera suficiente, la Secretaría de Deportes de Cali anunció que para terminar en su totalidad el estadio serán necesarios cuatro mil o cinco mil millones de pesos más. Un despilfarro de dinero, todo por la mala contratación y la falta de planeación.
Anteriormente se habían detectado problemas con la silletería del estadio por su sobrecosto, también con la pantalla traída desde China en 2009 con un valor de mil cien millones de pesos y guardada durante dos años en una bodega.
El Pascual Guerrero quedaría terminado en junio, según la Alcaldía. Ojala no sea otra falsa expectativa para toda la afición deportiva caleña y vallecaucana, que ya no soporta más la falta de eficiencia en las obras, no solo en está sino en muchas otras.
El viernes 27 de enero regresó el fútbol al Pascual, con un América en la segunda división después de su derrota en la promoción contra el Patriotas de Boyacá, y con un Deportivo Cali que empezó muy mal el torneo al perder 4-0 ante Nacional de Medellín.
Ojala al Pascual regresen también las finales, los eventos importantes, que recupere su denominación de principal escenario de la Capital Deportiva de América, la cual perdió hace mucho tiempo por las malas campañas y resultados de los equipos de la ciudad y por el desgreño de las administraciones en el manejo de otras disciplinas deportivas y de sus escenarios.
(*) Estudiante de Derecho de la Usaca. @santimena94
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