miércoles, 30 de mayo de 2012

Pronunciamiento. Comisión Vida, Justicia y Paz de Palmira


Foto tomada de www.colarte.com

 Todo cristiano tiene 
que defender la vida

“Es indignante lo que está sucediendo, especialmente en el sector de Las Delicias, y la indiferencia social a lo que sucede: porque los muertos son pobres, porque son jóvenes… Hacemos un llamado a quienes están comprometidos en la guerra que se está librando dentro de la ciudad a recapacitar y encontrar caminos distintos a matarse mutuamente para resolver sus conflictos”, dice el comunicado de la Comisión Vida Justicia y Paz de la Diócesis de Palmira.
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Es tan dolorosa la situación que estamos viviendo  respecto al respeto a la vida que corremos todos el peligro de caer en el silencio como mecanismo de defensa que pretende ignorar lo que existe para no sufrir. ¡Pero no! Callar sería ser cómplices con la violencia reinante y resignarnos con la cultura de la muerte, cosa inadmisible en discípulos de Jesús, por eso volvemos a clamar por el respeto a la vida y por un compromiso mayor de la sociedad y de nuestra Iglesia con la defensa de la vida humana.


Una vez más, y a tiempo y a destiempo, proclamamos e invitamos a todos a decirlo en voz muy alta: la vida humana es sagrada. Nadie tiene derecho a arrebatarle la vida a otro ser humano. El derecho a la vida es absoluto y nadie pierde ese derecho fundamental en ninguna circunstancia. El Dios de la vida no quiere ni admite jamás que se le arrebate la vida a un ser humano. Todo cristiano tiene que amar la vida, defender la vida, venerar la vida.

Es indignante lo que está sucediendo, especialmente en el sector de Las Delicias, y la indiferencia social a lo que sucede: porque los muertos son pobres, porque son jóvenes, o personas en situaciones a las que les arrastra la misma situación social, no podemos permanecer callados, o decir con cinismo “que se están acabando entre ellos”, o que “por algo sería”. Todos tenemos que sentirnos responsables con lo que está sucediendo y sentir que todos los muertos son nuestros muertos.

Creemos que lo que sucede no se resuelve aumentando el número de policías, sino revisando con responsabilidad si la autoridad está obrando acertadamente y si las medidas apuntan a donde deben apuntar. Por otra parte es necesario que la sociedad entera se comprometa en acciones educativas. Creemos que es urgente que quienes gobiernan la ciudad asuman como una verdadera emergencia social la situación de violencia de la ciudad y que sobre todo las familias, las instituciones educativas y las Iglesias se decidan a trabajar en serio y en procesos permanentes de educación para que sobre todo jóvenes y niños aprendan a amar y respetar la vida humana.

Hacemos un llamado a quienes están comprometidos en la guerra que se está librando dentro de la ciudad a recapacitar y encontrar caminos distintos a matarse mutuamente para resolver sus conflictos. Miren el dolor de las madres y familiares de los asesinados, a todos les duele igual no le hagan a otro lo que no quieren les gana a ustedes. Les invitamos a enamorarse de la vida, no nacimos para morir sino para vivir y si nacimos para ser semillas de vida y de Felicidad. En nombre del Dios de la vida ayudemos todos a salvar a Palmira del dominio de la cultura de la muerte. Cristianos seamos de verdad, no de palabra sino con obras, el pueblo de la vida.

Finalmente un llamado a los periodistas, comunicadores sociales y medios de comunicación, a cubrir la noticia con respeto a las personas, los asesinados no son un espectáculo para vender prensa, no promuevan el morbo por la sangre con descripciones macabras de los crímenes. Necesitamos medios de comunicación que promuevan la vida y el respeto a los derechos humanos, no medios que promuevan la muerte y el gusto por la violencia siempre latente en los humanos.

Comisión Vida, Justicia y Paz de Palmira.

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