UNA
HIPÓTESIS DE TRABAJO: TERMINA EL CONFLICTO, ESTALLA EL POSCONFLICTO
Por
Carlos Arturo Velandia Jagua (*)
Luego de más de 1.100 días de diálogos
ininterrumpidos entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP, en el propósito de
poner punto final a la guerra, y dejar sentadas las bases para la ampliación y
profundización de la democracia; como punto de partida para que la sociedad,
sin exclusiones, construya la justicia social y la sostenibilidad de la paz,
que garantice que nunca más el ejercicio de la política esté acompañada por la
violencia; éste proceso ha alcanzado su madurez, pasando su punto de no retorno
y encaminándose hacia su recta final, que será coronada con la firma del
acuerdo de final del conflicto.
Pero frente a esta posibilidad que se vislumbra, se
cierne sobre ella una inmensa sombra de incertidumbre, generada por el estado
de empantanamiento e inmovilidad del proceso de exploración del Gobierno con la
guerrilla del ELN, el cual no ha sido posible concluir, para que de inmediato
se instale la Mesa de Diálogos en fase pública y así enrutarse hacia la
terminación definitiva de la guerra, en el marco de un proceso de paz único y
nacional.
Honda preocupación genera en la sociedad, que
mientras el Gobierno y las FARC-EP han desescalado la confrontación militar al
punto de cero histórico, el Gobierno y el ELN han escalado progresivamente la
confrontación a máximos históricos, llenando de razones a la sociedad para
dudar de la real voluntad de paz de las partes (Gobierno y ELN), que más se
esfuerzan en distanciarse, en momentos en que se requiere el cierre definitivo
del conflicto armado.
Hoy podemos decir que estamos en un escenario hacia
la paz definitiva con las FARC-EP, lo que no necesariamente significaría la paz
en la totalidad del territorio nacional, por cuanto un actor como el ELN, tan
relevante en el conflicto como en la construcción de la paz, se está quedando
inmerso en la guerra.
Es por ello, deber de los colombianos desarrollar
una estrategia que combine tres presiones positivas sobre las partes, para que
de una vez por todas definan el escenario de una paz con todos, que pueda ser implementada y construida en
todos los territorios de la nación; porque la oportunidad de paz que está en
curso, no solo es una oportunidad para las partes del conflicto, es por sobre
todo una oportunidad para que el país pueda superar, de manera definitiva, el conflicto
armado interno que tantas desgarraduras, dolor y atraso ha producido a Colombia
y sus gentes.
Estas tres presiones positivas son:
·
Primera:
La sociedad colombiana conmina al Gobierno y al ELN a destrabar el diálogo y a
concluir la fase exploratoria, en un único ciclo de conversaciones, para dar
paso de inmediato a la instalación de la Mesa de Diálogos en fase pública.
·
Segunda:
La Comunidad Internacional, y de manera específica, los países de la región
invitan a las partes a instalar la Mesa de Diálogos, con la advertencia de que
Colombia recibirá todo la solidaridad y apoyo para hacer la paz, pero tendrá
cero apoyo para hacer la guerra; habida cuenta que la paz es una necesidad para
la seguridad y la convivencia con los países fronterizos, además de ser soporte
fundamental para la seguridad de las naciones, la sostenibilidad democrática y
hacer de la UNASUR una Zona de Paz.
·
Tercera:
Nuevos acuerdos de la Mesa de La Habana,
por si mismos generarán una presión positiva, los cuales actuarán como estímulo
para desatrancar los diálogos y para imprimir más dinamismo en un proceso entre
el Gobierno Nacional y el ELN.
El anterior análisis resulta incompleto si no
prevemos potenciales escenarios, en el, desarrollo de los diálogos y del
conflicto, para evitar sorpresas y para valorar la necesidad de cuidar los
espacios de paz que se construyen y para corregir caminos mal emprendidos en la
dinámica de buscar la paz dialogada.
Es necesario advertir que la formulación de
hipótesis no son la realidad, es un recurso
académico que permite prefigurar posibles desarrollos o evoluciones de una
situación, para por anticipado prever también posibles actuaciones frente a los
mismos. Cuando la formulación de hipótesis responde a desarrollos de tendencias
lógicas, son útiles en la búsqueda de salidas, pero cuando se hace desde el
tremendismo, el fatalismo, la ingenuidad y el catastrofismo, se transita por
las sendas de la ficción y de la inutilidad.
Primer
escenario: Acuerdo de paz con las FARC-EP y no paz con el ELN
·
Acción concertada entre
las dos guerrillas para que el proceso con FARC-EP sea un tester y ELN quede en
la reserva, para un regreso por si no se dan bien las cosas. En este caso
FARC-EP apoyaría con armas, logística, y recursos económicos, antes de la
dejación de armas.
·
Acción no concertada
entre las dos guerrillas, en este caso el ELN unilateralmente decide esperar,
para observar la implementación de los acuerdos, porque para ellos la palabra
del Gobierno tiene poco valor, habida cuenta de la tradición secular de hechos
incumplidos por parte del Estado frente a los acuerdos con las comunidades. Lo
que importa son “los hechos”, más que las palabras y la firma de papeles,
reitera el ELN.
·
El ELN cuestiona los
Acuerdos de La Habana, los que califica como los resultados de “la paz de
Santos o la paz oligárquica” y decide buscar con otro gobierno un modelo de
“paz popular”.
·
El giro a la derecha en
América Latina es un escenario de amenaza para las luchas populares y
revolucionarias, que frena el ímpetu del ELN para pactar la paz.
·
El Gobierno decide
implementar y consolidar los acuerdos alcanzados con FARC-EP y presionar al ELN
por la vía militar a aceptar los Acuerdos de La Habana, porque considera que el
ELN “enreda hasta un aplauso”, la agenda es gaseosa e inasible y potencialmente
el ELN podría ser una amenaza para la paz con FARC-EP.
·
El Gobierno es
presionado por sectores empresariales y militares para mantener un frente de
guerra, que justifique continuar sosteniendo las Fuerzas Armadas y el aparato
militar sin alteraciones, combinando así el discurso de la paz con el de la
guerra en nombre de la seguridad nacional y la defensa de la democracia.
Segundo
escenario: Acuerdo de paz con FARC-EP, implementación de acuerdos y proceso con
ELN en fase pública
·
La Mesa con ELN es
retardante porque FARC-EP decide esperar acuerdos con ELN para unificar acuerdo
único.
·
Los Acuerdos de La
Habana son un acumulado para una paz única y nacional. El ELN asume los
Acuerdos de La Habana como propios, luego de introducirles matizaciones o
mejoras, se logra un diálogo ágil y dinámico y en menos de un año se tendría un
acuerdo final. Los Acuerdos con las dos insurgencias se unificarían en una Mesa
de Conciliación de Acuerdos. El Acuerdo Único será sometido a refrendación,
mediante el mecanismo que se acuerde con las dos guerrillas. Fechas probables:
23 de marzo 2016 firma de acuerdo de cese el fuego bilateral con FARC-EP; 31 de
Marzo instalación de Mesa con ELN en fase pública, e inicio de desescalamiento
hacia cese el fuego bilateral; 31 de agosto firma de acuerdo final con FARC-EP,
firma de cese el fuego bilateral con ELN, inicio de implementación de acuerdos
y pedagogía para refrendación de acuerdos. 31 de diciembre firma de acuerdo
final con ELN, inicio de implementación de acuerdos y proceso de unificación de
acuerdos; 28 de febrero acuerdo único listo para refrendación; 30 de abril
refrendación de acuerdo único.
Tercer
escenario: Paz con FARC-EP y guerra con ELN
·
Los Acuerdos de la
Habana se implementan en territorios donde solo están las FARC-EP y en
territorios comunes existe implementación parcial o bloqueo.
·
Milicias farianas
defienden sus territorios y la implementación de sus acuerdos, hay
confrontación militar con desventaja para bases sociales y políticas de FARC-EP.
·
Gobierno declara
terminado el conflicto armado interno y desata ofensiva generalizada contra
ELN, a quien califica como fuerza terrorista y criminal.
·
FARC-EP y Gobierno
avanzan en la implementación de los Acuerdos de paz, se efectúa la dejación
física de armas por parte de FARC-EP, se generan mecanismos de seguridad para
sus miembros y en sus territorios, con presencia de Fuerza Pública del Estado,
y se transforma en movimiento político legal e institucional.
·
El ELN agrupa sus
fuerzas guerrilleras en 3 grandes frentes de guerra estratégicos, a saber:
o
Frente de Guerra
Estratégico del Nororiente que agrupa las fuerzas del Frente de Guerra Norte
(Guajira, Cesar), Frente de Guerra Nororiental (Santander, Norte de Santander),
Frente de Guerra Oriental (Arauca, Boyacá, Casanare) y las del Área Darío
Ramírez Castro (Nordeste Antioqueño, Bajo Cauca Antioqueño, Sur de Bolívar). El
70% de la fuerza global.
o
Frente de Guerra
Estratégico del Suroccidente que agrupa las fuerzas del Frente de Guerra
Suroccidente (Cauca, Valle y Nariño) y Frente de Guerra Occidental (Chocó y Eje
Cafetero). El 20% de la fuerza global.
o
Frente de Guerra
Estratégico Urbano que articula las fuerzas clandestinas urbanas de las
ciudades de Bogotá, Medellín Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Barrancabermeja y
otras ciudades menores. El 10% de la fuerza global.
o
Los Frentes de Guerra
Estratégicos se complementarán con Fuerzas localizadas en territorios de
transfrontera de Venezuela y Ecuador.
o
Los Frentes de Guerra
Estratégicos tendrán Mando Único centralizado.
o
Las Fuerzas del ELN
localizadas en el interior del país migrarán al Frente de Guerra Estratégico
más próximo, igualmente, estos Frentes
serán nutridos por pequeños grupos e individuos inconformes o
desencantados provenientes del proceso de paz con las FARC-EP.
o
El ELN implementará
modalidades de guerra de guerrillas como forma fundamental, combinada con
guerra de movimientos y defensa de territorios con fuerzas de Milicias
Territoriales. Desarrollará la guerra revolucionaria integral con implantación
y despliegue de Fuerzas de Comando Urbano en las ciudades.
·
La intensificación del
conflicto armado en la frontera, sumado a la agudización de la crisis política,
institucional en Venezuela, enfrenta a los poderes ejecutivo y legislativo
hasta llegar a un punto de ruptura institucional. Sectores de oposición a la
revolución y al Gobierno exigen que FABV expulsen a guerrilleros del ELN de su
territorio y los contengan en la frontera. Sectores radicales de la revolución
bolivariana dentro de la sociedad y del Estado, apoyan al ELN con recursos y
armas. Grupos armados venezolanos como las Fuerzas Bolivarianas de Liberación –
FBL y los
Colectivos Urbanos de defensa de la revolución como La Piedrita, los Tupamaros,
Simón Bolívar, Carapaica, Alí Primera y Alexis Vive; en Caracas y otras
ciudades del país, se coordinan con el ELN, en el marco de una lucha por la
defensa de la revolución bolivariana.
·
El Frente de Guerra Estratégico Suroccidental,
establecerá su bastión en el Macizo Colombiano desde donde podrá irradiar sus
acciones hacia los departamentos del Cauca, Valle, Chocó, Tolima, Huila, Nariño
Putumayo y Caquetá.
·
En la transfrontera ecuatoriana, el ELN buscará
apoyos entre las viejas militancias del Alfarismo (Alfaro Vive Carajo), entre
los refugiados colombianos y entre sectores sociales radicales, desafectos a la
“revolución ciudadana” liderada por el presidente Rafael Correa.
·
El ELN modificará su
estrategia y postulados originales, para proponer una estrategia de guerra
revolucionaria trinacional, para la liberación nacional y social y la
construcción del socialismo en la patria de Bolívar: la Gran Colombia.
·
La guerra se
regionaliza y Estados Unidos incrementa su presencia en Colombia a través de
planes de cooperación y ayuda militar, así como con el fortalecimiento de bases
militares en Colombia: Malambo, Apiay, Bahía Málaga y con el despliegue de la
IV Flota en el Mar Caribe.
·
Si el ELN logra hacerse
fuerte, construye y consolida estos teatros de operaciones en los próximos tres
años, puede ocurrir:
o
Que estime que tiene
altas posibilidades estratégicas para la victoria de la guerra revolucionaria,
en este caso continuará con el esfuerzo militar, o
o
Que estime que no tiene
posibilidades estratégicas, pero que cuenta con una mejor correlación de
fuerzas en el campo de batalla, en este caso buscará la solución negociada con
el nuevo gobierno electo en el año 2022.
·
Si el ELN es derrotado
militarmente, terminará por aceptar los términos que le imponga el Gobierno.
·
Si el ELN se divide, la
parte mayoritaria buscará el diálogo y la negociación con el Gobierno y la
parte minoritaria será derrotada por el Estado.
OTRA
AMENAZA
Un escenario que conviene advertir, lo constituye la
potencial amenaza de sectores opuestos al proceso de paz que no acepten los
acuerdos y decidan alzarse en armas, para confrontar al Gobierno, a quien
consideran un traidor al país y a la Constitución, por “haber entregado el país
a los terroristas”. Estas fuerzas provendrían del latifundismo armado, que
consideran los acuerdos de paz pactados con las FARC contrarios a sus
intereses, y que se opondrán a su implementación. Con tales argumentos,
soliviantados e inspirados en posiciones prohijadas desde el partido Centro
Democrático, se constituirá un movimiento guerrillero con frentes territoriales,
denominado Fuerzas Patrióticas parar la Salvación Nacional – FPSN, que operará
en los territorios donde el paramilitarismo históricamente ha tenido
desarrollos importantes, como en regiones de las sabanas de los departamentos
de Bolívar, Sucre, Magdalena, Meta, Vichada y Casanare; y las regiones del
Nordeste Antioqueño, Bajo Cauca y Sur de Bolívar. Para ello tendrían como
avanzada los llamados Ejército Antirestitución, los que se articulan con BACRIM
que operan en los territorios.
La FPSN establecerán tres frentes de guerra: Frente
de Guerra Norte, que agrupa las fuerzas de Córdoba, Magdalena, Sucre, Cesar y
Guajira, Frente de Guerra Occidental, que agrupa las fuerzas de Antioquia,
Chocó y Eje Cafetero, y el Frente de Guerra Oriental que agrupa las fuerzas de
Meta, Vichada, y Casanare.
El alzamiento armado ejercerá presión sobre la
institucionalidad local y departamental, utilizará métodos similares a los ya
conocidos y desarrollados por el paramilitarismo, se enfrentará a las Fuerzas
Armadas del Estado, logrará controlar algunos territorios, con la complicidad o
aquiescencia de gobernabilidades locales afines, y desatará una guerra de
exterminio hacia el movimiento popular y de izquierda revolucionaria surgida
tras los acuerdos de paz.
Estas guerrillas de extrema derecha no buscan la
toma del poder, levantarán el discurso de la unidad nacional contra el
terrorismo, contra el castrochavismo, y llamarán a formar un gobierno de
salvación nacional que deponga los acuerdos de paz y retorne el país bajo el
amparo de la Constitución Nacional de 1991.
Si este proyecto llegase a implantarse y
consolidarse, luego de 5 o 6 años de operaciones, podría llamar al gobierno a
diálogos, para un pacto político, a cambio de la dejación de armas.
El partido Centro Democrático y algunos medios de
comunicación apoyarán a este movimiento, mediante la justificación, no lo
reconocerán como propio, no asumirán responsabilidad alguna de sus acciones,
pero estará presto a oxigenarlo política e ideológicamente desde su discurso político.
(*)
Director de ABCPAZ. @carlosvelandiaj
Fuerzas del ELN y territorios - 2016
Tomado de: http://www.semana.com/nacion/multimedia/eln-su-poderio-y-su-dificultad-para-negociar/461166 |
Hipotético escenario de guerra con el Ejército de Liberación Nacional, ELN
Elaboración conceptual del autor de la ponencia.
Hipotético escenario de guerra con Fuerzas Patrióticas de Salvación Nacional, Fpsn
|
Elaboración conceptual del autor de la ponencia. |
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