José María Aznar junto a exreclusos y familiares a su
llegada a España. (Foto tomada de lapupilainsomne
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Así paga el diablo a
quien bien se deja utilizar
Revelador artículo de Salim Lamrani, profesor en la Universidad
Paris-Sorbonne, periodista especialista en las relaciones entre Cuba y Estados
Unidos, sobre la forma como la derecha española utilizó a 127 presos cubanos
con fines propagandístico contra el sistema socialista de la isla, y luego de
un año los dejó tirados a su suerte padeciendo el desempleo y abandono en el
país ibérico. Uno de ellos se suicidó.
Por Salim Lamrani (*)
A petición del Vaticano y
del gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero, la Iglesia Católica
Cubana que dirige el Cardenal Jaime Ortega hizo una mediación con las
autoridades de La Habana que desembocó en 2010 y 2011 en la liberación de 127
presos, de los cuales 52 eran considerados “políticos” por Amnistía
Internacional. [1] Según esta
organización de defensa de los derechos humanos, actualmente no hay ningún
preso de conciencia en Cuba. [2] La
Iglesia Católica Cubana comparte este punto de vista. [3] Algunos sectores acusaron al gobierno cubano, a la Iglesia
Católica y al gobierno de Zapatero de obligar a esas personas al exilio. Varios
medios informativos occidentales repitieron esa versión. [4] El Partido Popular español (derecha) denunció “el destierro”
de los opositores cubanos. [5]
No obstante, esta versión
resiste difícilmente el análisis. En efecto, de las 127 personas liberadas en
el marco del acuerdo entre La Habana, el Vaticano
y Madrid, 12 eligieron quedarse en Cuba. Laura Pollán,
entonces portavoz del grupo opositor “Las Damas de Blanco” y acérrima
detractora del gobierno cubano, estuvo clara al respecto: “Nadie ha obligado a
ningún preso a abandonar el país. Quien diga lo contrario está mintiendo”. Del
mismo modo, varios disidentes afirmaron que en ningún momento las autoridades
cubanas les habían pedido que abandonaran el país como condición previa a su
liberación. [6] Fernando Ravsberg,
corresponsal de la BBC en La Habana, también desmintió esa afirmación. Varios
opositores que eligieron dejar el país le confesaron que “podrían haberse
quedado en la isla de haberlo querido. Aseguran que en ningún momento se les
impuso la salida al extranjero como condición para ser puestos en libertad”. [7]
La dolorosa realidad española
Lejos de encontrar
una nación próspera, los disidentes cubanos fueron golpeados con toda fuerza
por la crisis económica que afecta a España. La mayoría de ellos se encuentra
sin trabajo, sin recursos y a veces incluso
sin techo, siendo los centros de acogida de la Cruz Roja los que se
encargan de ellos. Según la prensa ibérica, “pasado un año de su llegada, los
exiliados han ido perdiendo las ayudas del Gobierno y se están quedando sin
recursos, ya que la inmensa mayoría no ha logrado empleo estable”. [8]
El nuevo gobierno español
de derecha decidió eliminar la ayuda otorgada a los disidentes cubanos un año
después de su llegada y se negó a prorrogarla doce meses, como estaba previsto
al principio, por razones económicas. [9]
En efecto, España gastó un
promedio de 2.000 euros mensuales por persona, o sea más de 18 millones de
euros para cubrir las necesidades de los 115 opositores acompañados de 648
familiares durante un año. El costo se consideró demasiado elevado en un país
que cuenta con 5 millones de parados, es decir alrededor del 25% de la
población activa. [10] No obstante,
el Partido Popular (PP) no vaciló en usarlos en su guerra política contra La
Habana y llevó a cuatro de ellos a Bruselas para que testificaran y defendieran
la necesidad de mantener la Posición Común de la Unión Europea respecto a Cuba
(que limita las relaciones políticas, diplomáticas y culturales. Sin embargo se
mostró poco agradecido al suprimir las ayudas dejando así a los opositores
cubanos la amarga sensación de que los habían utilizado. [11] Desde su llegada a España, éstos no habían dejado de expresar
su apoyo al PP y de criticar al PSOE de Zapatero que contribuyó a su
liberación. [12] Entonces los
disidentes cubanos decidieron recurrir a una huelga de hambre para protestar
contra esta decisión y expresar su “total desamparo”. “Es la única alternativa
que nos queda”, declaró uno de ellos, instalado en una tienda frente al
Ministerio de Exteriores español. [13]
Lejos de ser atendidos por
las autoridades españolas, la policía desalojó “brutalmente” a los huelguistas
y les ordenó abandonar la plaza.[14]
Dawuimis Santana denunció la violencia
policial de la cual fueron víctimas: “los arrastraron por el suelo, les golpearon
la cara, el brazo, uno tiene la nariz partida”.
Cuatro de ellos fueron detenidos. [15]
Las fuerzas del orden se muestran generalmente severas con los manifestantes de
todo tipo y no hicieron excepción con los opositores cubanos. Algunos observadores
señalaron que el Partido Popular, de costumbre tan dispuesto a acudir a la
defensa de los disidentes cubanos y a denunciar la “opresión” de la cual eran
víctimas en la isla, se mostró esta vez discreto en relación con la actuación
de la policía municipal de Madrid contra ellos.[16] José Manuel García
Margallo, ministro español de Exteriores, reconoció que el caso de los cubanos
no era “sencillo” y que éstos se encontraban “en un situación difícil”. Pero
rechazó cualquier idea de prorrogar las ayudas financieras debido a la crisis
económica que azota el país. Se comprometió como máximo a acelerar el proceso
de validación de los títulos universitarios. [17]
A veces, el desamparo al
que se enfrentan los opositores cubanos en España toma giros trágicos. Así, Albert
Santiago du Bouchet, instalado en las Islas Canarias desde su liberación, se
suicidó el 4 de abril de 2012 porque no soportaba que
las autoridades españolas lo abandonaran a su suerte eliminando la ayuda
financiera mensual que le concedían.[18] El gobierno español rechazó todo
“vínculo directo” entre el suicidio y la decisión de poner fin a la ayuda
financiera. No obstante, su familia y varios amigos afirmaron que su precaria
situación económica fue la principal causa del drama. [19]
¿Volver a Cuba?
Contra todo pronóstico,
varios disidentes declararon su intención de volver a Cuba, a falta de poder
viajar a Estados Unidos, acusando a España de abandono. [20] “Es mejor estar en Cuba que aquí en la calle”, declaró Ismara
Sánchez. [21] “Desde el 31 de marzo
estoy en la calle”, pues no puede pagarse una vivienda, se quejó Idalmis Núñez.
“Ahora es difícil: hemos arrastrado a nuestras familias lejos de casa y no
podemos darles de comer. Por primera vez en mi vida tengo cargo de conciencia.
Tengo miedo”, admitió otro opositor. [22]
“Ya los niños no tienen comida, no tienen leche. Ya los niños no pueden ir a la
escuela porque no tienen dinero para el transporte”, expresó el opositor
Bermúdez. [23] Del mismo modo,
Orlando Fundora y su esposa, tuvieron que enfrentar condiciones de vida tan
difíciles que hasta añoraron su tierra de origen. En una entrevista a la BBC,
Fundora confesó algo inesperado: “Comíamos mejor en Cuba”. [24]
En realidad, la decisión
de regresar a Cuba no es tan sorprendente. A pesar de los recursos limitados de
la nación caribeña, las dificultades y vicisitudes cotidianas que engendra el
estado de sitio económico que Estados Unidos impone a Cuba desde 1960, el cual
afecta a todas las categorías de la población y constituye el principal
obstáculo al desarrollo de la nación, el gobierno de La Habana ha edificado un
sistema de protección social relativamente eficaz que satisface las necesidades
básicas de la población. Así, a pesar de los pesares, el 85% de los cubanos son
propietarios de su vivienda. Del mismo modo, se benefician de acceso gratuito a
la educación, a la salud y a las actividades culturales. La libreta de
abastecimiento les permite recibir cada mes, además del salario, una
alimentación de base suficiente para dos semanas. Así nadie queda abandonado a
su suerte y el Estado se encarga de las categorías más vulnerables de la
sociedad. Por eso, a pesar de los límites en términos de recursos naturales, en
Cuba no hay personas sin techo ni niños desamparados en las calles. Por otra
parte, con respecto a la infancia, según la Unicef Cuba es el único país del
Tercer Mundo donde no existe la desnutrición infantil. [25] A fin de cuentas, Europa no ha sido el Eldorado prometido a
los opositores cubanos. Éstos tuvieron que enfrentarse a la brutal realidad
económica de la Península Ibérica y descubrieron que los más vulnerables eran
abandonados rápidamente a su suerte. También pudieron darse cuenta finalmente
de que su Isla no es la antesala del infierno, a pesar de los problemas
cotidianos, y de que el sistema de protección social se encarga de proteger a
los más débiles.
(*) Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la
Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de
cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est
Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y
Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions
économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011,
con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade.
Contacto: Salim.Lamrani@univ-mlv.fr
Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel
[1] Amnesty
International, «Cuba, Annual Report 2012», 2012. http://www.amnesty.org/en/region/cuba/report-2012
(sitio consultado el 2 de julio de 2012).
[2] Ibid.
[3] Juan O. Tamayo, «Tensa
cita de las Damas de Blanco con Iglesia cubana», El Nuevo Herald, 25
de mayo de 2012.
[4] Axel Gyldén, «En exil
forcé, un dissident cubain met fin à ses jours», L’Express,7 de abril
de 2012.
[5] Público,
«Aznar afirma que los presos cubanos sufren ‘un destierro’ en España», 28 de
julio de 2010.
[6] Fernando Ravsberg, «La
conspiración católico-comunista», BBC, 23 de junio de 2011. http://www.bbc.co.uk/blogs/mundo/cartas_desde_cuba/2011/06/la_conspiracion_catolico-comun.html
(sitio consultado el 14 de junio de 2012).
[7] Ibid.
[8] Carmen Pérez-Lanzac,
«Exprisioneros políticos refugiados en España protestan tras quedarse sin
ayudas», El País, 11 de abril de 2012.
[9] Carmen Pérez-Lanzac,
«Entre 2010 y 2011 llegaron a España 767 cubanos: 115 presos y sus familiares»,
El País, 10 de abril de 2010.
[10] Joaquín Gil, «El
Gobierno paga 2.000 euros al mes por cada uno de los 762 disidentes y
familiares», El País, 13 de julio de 2011.
[11] Jerónimo Andreu,
«Exprisioneros políticos traídos a España por Exteriores hace un año pierden
las ayudas públicas», El País, 9 de abril de 2012.
[12] EFE,
«Opositores cubanos piden a España una actitud ‘más enérgica’ contra
castrismo», 20 de enero de 2012.
[13] EFE, «Diez
ex presos cubanos deciden emprender una huelga de hambre en Madrid», 13 de
abril de 2012.
[14] Ibid.
[15] Europa Press,
«Denuncian la detención de cuatro expresos cubanos que protestaban en Madrid
ante el Ministerio de Exteriores», 23 de mayo de 2012.
[16] EFE, «El
Partido Popular español exige a Cuba que deje de oprimir a la disidencia», 20
de enero de 2012.
[17] Carmen Pérez-Lanzac,
«Exprisioneros políticos refugiados en España protestan tras quedarse sin
ayudas», El País, 11 de abril de 2012.
[18] El País,
«Fallece un expreso político cubano llegado a España el año pasado», 6 de abril
de 2012.
[19] Europa Press,
«España no ve ‘relación directa’ entre el suicidio de un disidente y el fin de
la ayuda», 9 de abril de 2012.
[20] Juan O. Tamayo, «Ex
presos políticos cubanos en España viven pesadilla», El Nuevo Herald,
17 de abril de 2012.
[21] Ríos Biot, «‘Es mejor
estar en Cuba que aquí en la calle», El País, 13 de abril de 2012.
[22] Jerónimo Andreu,
«Exprisioneros políticos traídos a España por Exteriores hace un año pierden
las ayudas públicas», El País, 9 de abril de 2012.
[23] EFE, «Ex
presos cubanos denuncian en Madrid su ‘total desamparo’», 10 de abril de 2012.
[24] Fernando Ravsberg,
«La conspiración católico-comunista», BBC, op. cit.
[25] UNICEF, Progreso
para la infancia. Un balance sobre la nutrición, 2011.
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